@g8che
Personal universitario de Guayana rechazó la firma de un nuevo contrato colectivo único que no representa mejoras para el sector educativo. La convención firmada este miércoles en la noche por el Ministerio del Trabajo y dirigentes sindicales adeptos al oficialismo, estipula el salario entre 9 y 11 dólares mensuales para profesores titulares.
“¿Ese es el respeto que se merece un profesor que le ha dedicado su vida a la educación y a la ciencia?”, cuestionó el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Apuneg), Raúl Brito. Para el dirigente, la firma de este nuevo contrato termina de aniquilar la educación pública venezolana.
Firmamos esta noche la IV Convención Colectiva Universitaria entre l@s profesor@s y demás trabajador@s universitari@s, representados por la #FTUV y el @MPPEUVEN. Dicha convención recoge importantes reivindicaciones económicas, sociales, políticas y salariales @NicolasMaduro pic.twitter.com/K5aq9c24hT
— eduardo piñate (@eduardopiate2) July 29, 2021
Brito recriminó que un profesor con un salario de 11 dólares no puede educar, cuando ni siquiera logra alimentarse bien, esto en referencia al costo de la canasta alimentaria que para junio alcanzó los 299 dólares. “Lo que firmaron fue el mayor robo, siguen robando a los profesores universitarios”, denunció.
Asimismo, sostuvo que el personal educativo no se vio representado en las discusiones porque organizaciones como la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), fueron sustituidas por organizaciones pro-oficialismo, como la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FTUV), ligada a la Central Bolivariana Socialista.
Brito lamentó que los profesores con mejor formación han migrado y que con esta firma se acelera la decisión de renuncia de buena parte del personal universitario, al cual el Estado pretende sustituir por miembros del Plan Chamba Juvenil.
Los bajos salarios, la pérdida de beneficios y la Emergencia Humanitaria Compleja, desde hace varios años han motivado el abandono de las aulas. Según la Fapuv desde el 2013 hasta 2019 hubo 40% de deserción de profesores y alumnos.
Enemigos de la formación
El director de la Universidad de Oriente (UDO) en San Félix, José Mora, cuestionó que entre “gallos y medianoche” una federación que no representa el sentir del personal universitario, asumió la firma de una contratación colectiva que asegura, es una burla.

“Imagínate, un profesor titular debe tener mínimo 16, 20 años, con cuatro trabajos de ascenso, maestría, doctorado, para ganar 11 dólares. Es una burla a la inteligencia, a la academia venezolana, es una burla para el sector universitario, para el profesorado”, señaló.
Para Mora el salario insignificante que además genera mayor deserción, complica las posibilidades de conseguir nuevos educadores que quieran dar clases en la UDO. “Nadie va a venir por un salario de ese tipo, cualquier cristiano con una mesita en cualquier esquina vendiendo tetas de café, gana más de lo que gana un profesor en un mes”, lamentó.
“Los que firmaron la contratación colectiva son enemigos del sector universitario, de la academia, del conocimiento, del progreso”, dijo el director. Calificó de injusta la nueva firma de contratos colectivos por estar lejos de lo que debería ganar cualquier trabajador, incluso siendo obrero. “Estamos indignados, molestos, tristes”.
Señaló que el objetivo es que los ciudadanos se alejen de las aulas de clases y se olviden de la formación.
Sigue desconociéndose a la OIT
La firma de este contrato colectivo sigue desconociendo las recomendaciones de la Comisión de Encuestas, el órgano de investigación más importante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe de 2019.
En el documento se insta al gobierno de Nicolás Maduro a cumplir con el convenio 144 sobre consulta tripartita, y a no excluir del diálogo social a organizaciones sindicales no adeptas al oficialismo, aun así, han sido totalmente nulas las acciones del ejecutivo por mejorar el diálogo social en el país.
Esta firma es una alerta para los distintos sectores laborales del país, los cuales también podrían verse afectados con la imposición de una nueva convención, que no se discuta y firmada sin la participación de los trabajadores y las organizaciones representativas.