La Universidad Simón Bolívar (USB), reconocida como una de las mejores casas de estudios del país, enfrenta una grave crisis que va desde el deterioro de sus instalaciones hasta la falta de personal docente. Este problema, según la Asociación de Profesores de la USB (Apusb), es producto de la intervención del Estado para controlar las autoridades académicas y administrativas de la universidad.
A finales de noviembre, la Asociación de Profesores denunció la falta de profesores de Matemática I. “Tenemos una nueva e insólita noticia académica (…) no tenemos profesores para dar la materia de Matemática I, que es la más básica que existe en la universidad”, empieza el video publicado por redes sociales.
“Lo cierto es que esto es una muestra más de la destrucción académica a la cual han llevado a la universidad”, explica el profesor Omar Pérez, secretario de la asociación, quien responsabiliza a las autoridades, que han debido terminar su gestión en 2022 cuando se tenía previsto convocar a elecciones.
Esta es solo una más de la lista de denuncias que realiza la asociación constantemente con un tono cada vez más alarmante, pues entre la falta de profesores, el incumplimiento de la realización de elecciones en los tiempos establecidos, la confiscación de los aportes monetarios que recibe la asociación y la aprobación de un cambio en el reglamento, están cada día más cerca de perder por completo la autonomía universitaria, según miembros de la Apusb.
Fuga de docentes
El presidente de la Asociación de Profesores, William Anseume, resalta que la pérdida de docentes ha sido sistemática en los últimos años en todas las universidades y la USB no es la excepción. “Según el registro de afiliados a la Asociación de Profesores, en los últimos cinco años, de 1.200 docentes registrados se han perdido más de 200”, afirma.
Las razones de esta pérdida de personal, de acuerdo con el presidente de la Apusb, son principalmente económicas. “No se puede sostener en el tiempo con esos sueldos y con la desprotección social”, explica.
Anseume agrega que dedicarse exclusivamente a la educación es inviable y que, para vivir, un profesor debe tener al menos uno o dos trabajos extra que le permitan sustentarse.
El salario de un profesor en el más alto nivel, es decir, titular con doctorado y experiencia, es menos de 15 dólares al mes. Estos sueldos están atados a las tablas salariales de marzo de 2021, sin ningún tipo de ajuste por la devaluación o la inflación.
El docente realiza una comparación con otros países de Latinoamérica y explica que los profesores universitarios ganan entre 3 y 4 mil dólares mensuales en otros países. En su opinión, ese es el sueldo que deberían recibir los docentes en Venezuela.
Los profesores, al igual que cualquier otro trabajador de la administración pública, reciben bonos, pero según el profesor son “arbitrarios”, estipulados por el gobierno sin diferencia entre un profesor universitario o cualquier otro trabajador.
Sumado a esto, las condiciones de trabajo son precarias. Para Anseume, no es posible hacer investigación contando con lo mínimo requerido para ejercer las labores que abarcan docencia, investigación, extensión y además, labores burocráticas.
El presidente de la Apusb afirma que es muy complicado mantener a los profesores en las aulas, atraer a nuevos candidatos y pedirles dedicación exclusiva con la universidad tomando en cuenta la realidad económica. Al respecto, asevera que aunque llamen a concurso para 16 cargos o más, a duras penas logran llenar uno.
Al intentar captar a nuevos profesores dispuestos a trabajar con las condiciones actuales, Anseume admite que se bajan los niveles de exigencia, se contrata a personas sin experiencia y sin cumplir los requisitos indispensables para ser profesor de la USB, lo que tiene un impacto en la calidad académica de la universidad.
Hostigamiento y condiciones precarias
Por otro lado, el profesor asegura que hay un acoso laboral permanente en la universidad. “Se han abierto expedientes a profesores, obreros y estudiantes, ha habido presión e incluso se ha obligado a estudiantes a firmar documentos”, dice.
También señala que las autoridades están haciendo seguimiento a las clases de los profesores, obligándolos a firmar antes de cada clase, sacándoles fotos y espiándolos en las aulas, lo que interrumpe la libertad académica y afecta la autonomía universitaria.
Por otra parte, dice, las autoridades exigen una presencialidad absoluta, aunque no haya servicios básicos, como agua, en gran parte de la institución y la movilización sea complicada y costosa para los profesores que aún están dando clases en la universidad.
Para el presidente de la Apusb, las autoridades obedecen más a criterios políticos que académicos. Asegura que han llegado al punto de presionar a profesores para que abandonen sus trabajos.
Aunado a esto, las autoridades tienen más de cuatro años sin entregar los aportes que los docentes realizan a la Apusb. “No sabemos quién se queda con esto, pero hace más de cuatro años que no vemos esos aportes. Por eso la Asociación de Profesores no tiene dinero para pagar el personal y mantener los espacios”, comenta el docente.
Gilberto Koch, secretario general de la Federación de Centros de Estudiantes (FCE), señala que los representantes estudiantiles también son víctimas de acoso. “Muchos se han visto amenazados por parte de las autoridades y dentro de la universidad se vive un aire de hostigamiento y represión”.
Según Koch incluso se les ha prohibido acudir a algunas instalaciones de la universidad para que no expongan las condiciones precarias en las que se encuentran.
Cuestionadas autoridades interinas
En 2021 se juramentaron tres autoridades interinas designadas por el Consejo Nacional de Universidades (CNU): Jorge Stephany como rector, Víctor Theoktisto como vicerrector académico y José Hernández como vicerrector administrativo.
Esta decisión fue ampliamente criticada por la comunidad universitaria por ser una violación directa de las leyes universitarias, la Constitución y el reglamento interno de la USB. Una de estas violaciones fue al artículo 9 de la Ley de Universidades.
Artículo 9.- Las Universidades son autónomas. Dentro de las previsiones de la presente Ley y de su Reglamento, dispones de:
1. Autonomía organizativa, en virtud de la cual podrán dictar sus normas internas;
2. Autonomía académica, para planificar, organizar y realizar los programas de investigación, docentes y de extensión que fueren necesarios para el cumplimiento de sus fines;
3. Autonomía administrativa, para elegir y nombrar sus autoridades y designar su personal docente, de investigación y administrativo.
4. Autonomía económica y financiera para organizar y administrar su patrimonio.
En el proceso de escogencia de las autoridades se obviaron procedimientos como la designación de una comisión para estudiar las hojas de vida de los postulados a los cargos, requisito que permite seleccionarlos según sus credenciales.
Otra de las irregularidades fue la selección de dos personas en cargos sin vacancia, dado que el CNU ya había designado al vicerrector académico, Oscar González, y al administrativo, José Vicente Hernández, entre 2016 y 2017. Hernández y González habían sido designados en el cargo tras la renuncia de los profesores electos en 2009. Este hecho fue denunciado como una violación al artículo 15, numeral 20 de la misma ley, según la Federación de Centros de Estudiantes de la USB.
Las autoridades interinas debían organizar elecciones en un lapso de seis meses para escoger nuevas autoridades, pero han pasado tres años y los comicios no se han realizado.
Mientras tanto, las autoridades siguen en su cargo, aunque fueron electos para un periodo de 180 días, y la Apusb los acusa de dilatar el proceso electoral para mantener su control sobre la universidad.
Para el representante estudiantil, las excusas de las autoridades interinas sobre la imposibilidad de hacer un nuevo proceso de escogencia quedaron vacías con la realización de las elecciones de representantes estudiantiles, de profesores y de egresados que se efectuaron en noviembre. “Queda evidenciado que es mentira que la universidad ya no se encuentra en condiciones; sí se pueden realizar elecciones”, afirma Koch.
En su opinión, las autoridades responden a un plan del gobierno de Nicolás Maduro para “controlar una de las universidades públicas más importantes de Caracas”.
Sobre este punto, el profesor Anseume dice que las autoridades impuestas obedecen al CNU y al gobierno, en lugar de atender los reclamos de la comunidad universitaria.
“No se ve a las autoridades luchando por los consejos directivos, por los derechos laborales, por los sueldos, por la confiscación de los aportes realizados a la Asociación de Profesores a la Caja de Ahorro y al Instituto de Previsión; por el presupuesto universitario, ni por la situación laboral y presupuestaria. Eso no les interesa”, declara Anseume.
Los miembros de la comunidad universitaria consideran que la designación y el mantenimiento de estas autoridades es una violación a la autonomía universitaria.
Cambios en reglamento ponen en peligro autonomía universitaria
El 18 de diciembre se realizó una reunión del Consejo Directivo en el que se aprobó una propuesta realizada por el rector interino, Jorge Stephany, sobre cambios en la estructura de la universidad, la ejecución de elección y la modificación del Consejo Directivo, lo que, de acuerdo a la Apusb, limita la participación profesoral.
Estos cambios, afirma la Asociación de Profesores, fueron realizados sin consultar al gremio docente y buscan privar de voz y voto a los profesores de la universidad, dando pie a la posibilidad de elegir nuevas autoridades sin la intervención de la comunidad universitaria.
Ante esto, la Apusb emitió un mensaje rechazando las propuestas y realizó una solicitud formal para intervenir en el Consejo Directivo que se realizó el 18 de diciembre y dialogar sobre los puntos V y VI del organigrama y el reglamento general de la USB. Tras la solicitud de intervención, también pidieron un diferimiento de la discusión. Todas las solicitudes fueron rechazadas.
“Por primera vez en la historia de nuestra universidad, el rector negó también la intervención de la Asociación de Profesores en ese punto de tanta trascendencia”, dice el mensaje publicado a través de la plataforma X.
La Apusb denuncia y rechaza la modificación aprobada, pues afirma que con esas alteraciones se entrega la universidad al gobierno de turno y se elimina la autonomía universitaria, con esto “simplemente se destroza la Universidad Simón Bolívar”, dice el profesor Omar Pérez en un video publicado por la cuenta de la Apusb vía X.
Gilberto Koch explica que las autoridades interinas aprovechan para realizar este cambio justamente en la transición entre los antiguos representantes de egresados, estudiantes y profesores con el propósito de obtener beneficios ante el desconocimiento que tienen las personas que están entrando a la Federación de Centros de Estudiantes y obviando el proceso de consulta con la comunidad universitaria.
“Evidentemente debieron ser tratados con la comunidad universitaria. Es lo correcto porque son cambios de gran envergadura en nuestra universidad, porque es reglamento general. Como mínimo debieron discutir eso con profesores y estudiantes”, asegura Koch.
El estudiante señala que de estos cambios en el reglamento y en las condiciones que están dadas no se puede esperar nada bueno. Sin embargo, piensa que todavía es posible encontrar un enfoque para que la comunidad universitaria les saque provecho en algunos aspectos.
Alertan sobre “despojo” del espacio universitario
Otro de los problemas denunciados por la Asociación de Profesores está vinculado con el uso de espacios en la USB. Según el presidente de la Apusb, las autoridades han aplicado una “política de despojo”. Asegura que les “arrebataron la Casa del Profesor y los espacios del Instituto de Previsión del Profesoral (IPP)”, instalaciones que deberían servir para la protección de los profesores y a los que ya no tienen acceso.
Explica que a la fecha no se tiene un plan de desarrollo para estos espacios, y de acuerdo con el profesor, no hay presupuesto para atender los servicios y aprovecharlos para el beneficio de la comunidad universitaria.
A la par de este despojo, el secretario general de la Federación de Centros de Estudiantes declara que la universidad “se encuentra en un estado de abandono total por parte del gobierno” y que las instalaciones se encuentran cada vez en peores condiciones.
“Nuestros jardines están totalmente abandonados, el Cromovegetal realizado por Cruz-Diez ya no existe, los baños no tienen agua, existen muchos problemas con la luz, hay laboratorios que no sirven y la flota de transporte no tiene unidades ni para cumplir las rutas internas de Caracas”, explica Koch
William Anseume le pide a los profesores y estudiantes de la USB seguir resistiendo y trabajando para obtener una educación libre, “no dejemos de pelear por el derecho a la educación, por un derecho humano, además establecido en la Constitución”, declara.
El presidente de la asociación hace un llamado a la sociedad civil, destacando que estos ataques a la educación no son más que un ataque al país, por lo que la sociedad debe involucrarse, difundir las denuncias y responder a los ataques a la educación. “La educación y el trabajo son los procesos fundamentales del Estado”, agrega Anseume.
TalCual envió correos electrónicos ([email protected]; [email protected]; [email protected]) a las autoridades interinas para conocer su opinión sobre la denuncia de la Apusb, pero al momento de publicar esta nota, no había respuesta.