A tan solo tres meses de su primer aniversario, la revista Cárcava irrumpe nuevamente en el ámbito editorial guayanés con una edición, la cual se explaya en los análisis y el escudriñamiento de obras literarias de la talla de Madame Bovary, mientras que el estilo y la línea editorial busca hacer gala de la devoción artística de los colaboradores.
Cárcava es una revista digital de publicación bimestral nacida durante la pandemia, el trío detrás de la elaboración del proyecto y que, hoy conforman el consejo editorial, está integrado por el escritor guayanés Francisco Arévalo, ganador del premio Fundarte 1999; el pintor y ensayista valenciano Carlos Yusti y el magíster en literatura iberoamericana trujillano Diego Rojas Ajmad.
El grupo planificó esta “cárcava” reivindicadora del arte y la pulsión literaria en medio del agobio provocado por el confinamiento, tiempo que dedicaron a esbozar los retazos de lo que inicialmente sería tan solo un boletín mensual, pero que evolucionó hasta conmover sus pasiones y acabó siendo una revista que continúa acrecentando su popularidad en Guayana.
La paradoja de una cárcava que construye
Diego Rojas, quien además es profesor universitario, aseveró que el nombre de la publicación deviene de una alegoría a la sensación de caos que produjo la pandemia en el contexto global, no obstante, la razón de ser de la revista es explorar en la aceptación de la crisis, especialmente la cultural y el uso de estas páginas como trincheras para combatir la apatía ante el pensamiento literario.
“La revista nace en los primeros meses de la pandemia. Se nos ocurrió hacer algo distinto que nos sacara del encierro intelectual en el que estaba sumido el país. Precisamente por eso el nombre de Cárcava: veíamos el país como eso. Un hueco donde todos estábamos sumidos y en esa oscuridad no sabíamos qué pensar. La idea es asumirnos como habitantes de la cárcava, pero, desde ahí, devanar ideas”, manifestó Rojas.
En líneas generales Cárcava posee una extensión de entre 40-50 páginas, en las cuales los autores tienen la posibilidad de presentar ensayos, poemas, artículos de opinión y disertaciones literarias. Según las declaraciones de los fundadores, las distintas ideologías políticas, culturales o sociales no son impedimento para ser parte de los colaboradores, siempre y cuando se cumpla con sus mínimas exigencias estéticas y literarias.
Estéticamente Cárcava rompe la cotidianidad y plantea otra cosa. La política, esencialmente, es servir a la gente. Cárcava es un instrumento de comunicación al servicio de la gente que no se deja sesgar ni usar por la bizarría política en la que vivimos”, Francisco Arévalo |
“Hay cabida para todos mientras no conviertan la revista en un medio de propaganda política”, expresó el especialista en letras.
Para Carlos Yusti, pintor y ensayista, esta no es su primera revista, ya que en sus años de juventud contó con Zikeh, una publicación que lo acompañó en sus años universitarios, pero que reconoce guarda muchas discrepancias con su nueva línea editorial. Asimismo explicó que, aunque la idea inicial era una publicación más pequeña, propuso llevarlo a un proyecto más ambicioso de revista literaria.
“Buscamos unas pautas mínimas: en primer lugar, que haya equilibrio en la participación de hombres y mujeres; cuidar que estén presentes escritores de diferentes generaciones: jóvenes y adultos, desconocidos y consagrados. Queremos que sea un espacio para apoyar el talento. Algo que ha ocurrido es que se han roto los vehículos de transmisión cultural, por eso muchas veces los jóvenes no conocen lo que ha ocurrido quince años atrás. Se ha roto ese traspaso de información cultural”, expresó Rojas con respecto a la interrogante de para qué público está pensada la revista.
Guayana: la ambientación idílica para avivar la pasión literaria
Cárcava es oriunda de Guayana. Los literatos coincidieron en que la localidad cuenta con un sinfín de particularidades que permiten que la ciudad sea una de las inspiraciones para los textos presentados en la publicación.
Al respecto, en la última edición Francisco Arévalo escudriña en su gusto por la región al escribir sobre su primera novela, La esquizofrenia de las golondrinas, la cual está ambientada en su natal San Félix, al igual que todas sus entregas posteriores, ya que el autor confiesa que “nunca se ha salido del libreto” de escribir sobre la ciudad.
“Ser guayanés es mágico. Nací en una ciudad mágica abrazada por dos ríos donde la belleza es la particularidad. Guayana es hermosa y muchos de los que están aquí no saben percibirla porque se acostumbraron a ver para otro lado. Yo siempre he pensado que la ciudad hay que reinventarla, reescribirla. Ha habido una destrucción del emblema cultural de la ciudad. Tenemos gobernantes que no son de aquí, que no saben cómo funcionamos los guayaneses. Nosotros como ciudad sentamos un precedente en el ámbito cultural”, enfatizó Arévalo.
Al respecto Carlos Yusti aseveró que uno de los axiomas de la literatura es que para ser universal el escritor debe ambientarse en su propio ambiente: en su ciudad.
Ética y estética
La directiva enfatizó que han tenido personas afectas al régimen escribiendo en Cárcava, no obstante, ratificaron que no permitirán que sus páginas sean usadas para hacer propaganda a lo que calificaron como una tiranía.
Arévalo explicó que Cárcava no posee una postura política, ya que, en sí misma, la revista ya es un acto político. “Estéticamente Cárcava rompe la cotidianidad y plantea otra cosa. La política, esencialmente, es servir a la gente. Cárcava es un instrumento de comunicación al servicio de la gente que no se deja sesgar ni usar por la bizarría política en la que vivimos. Publicamos a quien tiene algo que realmente contribuye con el espectro literario venezolano. Algo de calidad. Las revistas literarias serias siempre se han manejado con esos criterios”.
La junta editorial lamentó la destrucción de los esfuerzos editoriales, teatros y bagaje cultural venezolano, que, además, reconocieron como uno de los más importantes en Latinoamérica. En consecuencia ratificaron que Cárcava tiene “la intención de reafirmar las cosas bien hechas y el buen gusto: la ética y la estética”.
Juventud y literatura: una dicotomía que necesita afianzarse
Respecto a la importancia de la literatura para los jóvenes, los fundadores expresaron que están echando mano de las redes sociales para captar a un target más joven. Por su parte, el profesor universitario Diego Rojas declaró que es necesario reconectar a los jóvenes con el ámbito cultural.
“Los jóvenes son víctimas de un plan que busca hacerlos pensar que la historia comienza con Chávez. El uso de las redes es para atraer lectores jóvenes y combatir esos efectos nocivos que tienen las redes sociales, que alientan la intolerancia y la discusión vana. Además hay una arista que encierra la falta de atención. Hace 10 o 15 años las personas tenían un promedio de atención de entre 20 y 25 minutos, en ese tiempo las personas podían concentrarse en algo que estuvieran leyendo. Ahora ese período de atención ha disminuido hasta 3 o 5 minutos de atención debido a las redes sociales. La revista emplea las redes sociales, pero muestra un tipo de texto y lectura que invita a la concentración y la reflexión”, puntualizó Rojas.
En este sentido, los escritores consideraron que este espacio desea promover el pensamiento crítico y el espacio reflexivo, aristas que para desarrollar requieren tiempo, concentración y lectura.
“Ahora se aconseja que lo que uno escribe debe ser breve porque la gente solo quiere leer cosas cortas. Si la gente no tiene el ejercicio de leer cosas extensas, va a perder esa capacidad. Usamos las redes, pero buscamos mostrar otros lenguajes”, aclaró el profesor universitario quien aseguró no estar en contra de las nuevas tecnologías, por el contrario, declaró que son una buena herramienta para dar a conocer el proyecto.
Asimismo, la directiva adujo que la literatura no es únicamente para quienes desean especializarse en el área de humanidades, ya que potencia el vocabulario, la expresividad y la amplitud de pensamiento. Aseguran que esperan que cada edición funja como un espacio que permita ofrecer otros mundos y nuevas realidades a los lectores.