jueves, 28 marzo 2024
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María Lionza desaparece de la UCV y “vuela” hasta Sorte

Pablo Molina, director del Copred, indicó que existen investigaciones en curso y esperan que pronto puedan haber conclusiones en el caso.

La estatua original de María Lionza del escultor Alejandro Colina, que fue bajada de su pedestal hace unos años para ser restaurada, fue sustraída del galpón donde se encontraba sin autorización alguna y llevada a un lugar desconocido.

La denuncia fue hecha por el Consejo de Preservación y Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (Copred-UCV), que se encarga del cuido y administración de las obras de la Ciudad Universitaria,  vía comunicado, este martes.

El director del Copred, Pablo Molina, explicó a TalCual que el lunes se hizo la denuncia respectiva ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la desaparición de la estatua por su extracción sin autorización del galpón donde se encontraba almacenada.

Resaltó que la estatua de María Lionza es propiedad de la UCV y que, a través de los protocolos establecidos, se pudo haber hecho una solicitud de donación y el Consejo Universitario decidir si procede o no dicha petición.

Afirmó que la casa de estudios no tiene interés en que esa obra del escultor Alejandro Colina permanezca encerrada, sino más bien comparten la idea de que esté exhibida y manifestó que se han enviado comunicaciones a las autoridades en la Alcaldía de Libertador para restituirla en su pedestal, pero no ha sido posible.

Molina indicó que existen investigaciones en curso y esperan que pronto puedan haber conclusiones en el caso.

Indicó que, si bien hay alternativas para que la estatua pudiera estar dentro del campus, no se consideró la idea debido a que su figura convoca a fieles, devotos y seguidores, por lo que se convierte en un sitio de culto y en ese sentido, manifestó que la UCV no es sede para fomentar ese tipo de actividades. Además, al ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, existen limitaciones para localizar e instalar nuevas obras de arte más allá de lo proyectado por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

Exhortó a las instancias públicas y privadas para dialogar a pesar de las diferencias y que se respete la autonomía universitaria.

La desaparición de la estatua coincide con información que maneja el diario Yaracuy al Día. En la zona se había reportado que se cometía un ecocidio por el hecho de hacer un pedestal en donde estaría puesta la escultura.

El equipo reporteril en Yaracuy se encuentra en la montaña de Sorte para reseñar los preparativos del baile “En candela”, que es cuando los espiritistas bailan en las brasas la noche del 11 de octubre para el 12 y que tenían dos años sin hacerse debido a la pandemia.

La imagen llegó a Quibayó en medio de un dispositivo fuerte de seguridad. Será revisada por los escultores y el viernes es que será develada.

La pieza, que fue restaurada en el año 2004 por un equipo encabezado por el restaurador Fernando de Tovar y la Fundación Alejandro Colina, estaba desde 2008 en un galpón acondicionado de la Dirección de Mantenimiento de la UCV esperando ser colocada nuevamente en su pedestal donde actualmente se erige una réplica de flexiglás que encargó Freddy Bernal cuando era alcalde del municipio Libertador en 2005.

En 2011, 2013 y 2015, el rectorado de la UCV envió varias comunicaciones a la Alcaldía de Libertador para reubicar la estatua de María Lionza en su lugar que ocupaba desde 1964. Antes de ese año, la pieza fue usada como pebetero para los Juegos Bolivarianos del año 1951 y estaba en el área donde ahora está la Plaza Bicentenaria Simón Bolívar, conocida como la “plaza de los estadios”.

El escrito de la Copred indica que antes de que la estatua fuera sacada de los galpones, no se tenía conocimiento alguno sobre un permiso para moverla por parte de una institución del Estado o un ente privado, ni informes que justificaran que se tenía que sacar de donde estaba.

Lo que pasó con María Lionza

La estatua de María Lionza ya presentaba problemas estructurales debido a la acción de los fenómenos climatológicos y necesitaba ser restaurada. Fundapatrimonio realizó unos trabajos preventivos para evitar el colapso de la misma y buscar conservar las partes  más afectadas.

Sin embargo, una vez culminados los trabajos, la pieza amaneció partida en dos en junio de 2004. El torso de la deidad quedó viendo hacia el cielo mientras sus piernas quedaron en su posición normal.

Martín Padrón, entonces el gerente técnico de Fundapatrimonio, declaró a los periodistas bajo la estatua fracturada, que el trabajo preventivo que se había realizado en las últimas semanas no era el de una restauración rigurosa.

“Para ello se requería trasladarla, lo que fue imposible –dijo-, gracias a la objeción de las autoridades de la Universidad Central de Venezuela”, opositoras al gobierno del entonces presidente, Hugo Chávez.

Las autoridades de la UCV habían interpuesto un recurso ante el TSJ para impedir que la pieza se trasladara a un lugar “más seguro”, como quería hacer Fundapatrimonio.

Freddy Bernal, quien era alcalde del municipio Libertador para la época, dijo que la estatua de María Lionza iba a ser trasladada “opóngase quien se oponga”.

“Espero, que lo ocurrido sirva de ejemplo y reflexión para la Universidad Central de Venezuela (UCV) y para todos quienes impulsaron evitar la restauración y traslado de la escultura”, expresó Bernal en aquel momento.

Por su parte, el vicerrector académico de la UCV para el momento, Ernesto González, dijo que la UCV estaba dispuesta a hacer una mesa técnica y conciliar a través de ella para hacer una restauración de la misma por expertos en la materia.

Negó que la fractura de la obra se haya generado como consecuencia de “desidia” de la UCV y precisó que desde el 2001 se iniciaron estudios técnicos para restaurarla, pero que debido a la falta de recursos los trabajos se atrasaron.

Freddy Bernal encargó a Silvestre Chacón realizar la réplica de la obra, que está desde 2005 en la autopista Francisco Fajardo, hoy llamada Gran Cacique Guaicaipuro.

Al final, la estatua fue llevada a unos galpones dentro de la Ciudad Universitaria para su restauración.

El líder del equipo restaurador, Fernando de Tovar, dijo sobre la estatua que se yergue en el mencionado corredor vial que era una “ridícula réplica plástica”.

“… Su atrevimiento generó un conflicto de intereses con el único objetivo de no permitir a la racionalidad trabajar y con conocimiento buscar soluciones. Un grupo político se impuso para justificar aquel desastre y reiterar mentiras como verdades”.

La Sala Constitucional del TSJ falló a favor de la UCV y ordenó a Fundapatrimonio “abstenerse de movilizar la obra sin la autorización de la accionante’, escribió de Tovar en un artículo titulado La estatua encerrada en 2018.

Aseguró que la restauración de la obra fue un éxito y las pruebas que se hicieron demostraron que podía llevarse de nuevo a su sitio. Pero no lo permitieron.