Kadi Wenunte, que en lengua baré significa canillas largas, es una asociación civil que busca fortalecer la reconstrucción sociocultural de este pueblo originario del estado Amazonas, Venezuela.
A través de su propuesta Memorias del barrio, la asociación crea un espacio de formación para sembrar tradición, tomando como base la niñez y la juventud.
El proyecto comenzó concentrando testimonios de abuelos y tíos que habitan en el barrio Cataniapo de Puerto Ayacucho. Esos testimonios permiten reconstruir la memoria viva del pueblo baré y fortalecer su identidad cultural.
Este pueblo originario de origen lingüístico arawako se encuentra asentado en todo el brazo del río Casiquiare y disperso por todo el territorio amazónico. En Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, existe una importante representación de ese pueblo.
Para profundizar en la cultura baré, Kadi Wenunte ha utilizado herramientas artísticas y lúdicas, como cuentacuentos y eventos circenses, para captar a la mayor cantidad de niños y jóvenes. A través de estas dinámicas formativas, se busca generar un profundo respeto por las tradiciones locales.
La pedagogía teatral
Desde el 2004, Kadi Wenunte ha experimentado con diversos proyectos socioculturales. Los talleres de zancos y teatro han formado a numerosos jóvenes, pero faltaba algo: revitalizar el idioma baré. La consolidación del nicho lingüístico Nujpani Wáyeni (Mi casa alegre) es una respuesta a esta necesidad.
“La pedagogía teatral genera sentimientos y pensamientos justamente porque adquieren otras herramientas expresivas”, señala Dixon Dacosta, fundador de Kadi Wenunte. “Inculcamos que la pena y la flojera no sirven para nada. Los niños tienen una mejor expresión en público, mejor relación de confianza con sus familiares y con el idioma”.
Las herramientas de recreación, coordinación y enfoque, junto con la diversión, permiten a los niños desarrollar una mentalidad multifuncional. El malabar, el cuentacuentos, el teatro y la danza les ayudan a tener una mejor relación con el mundo.
Aprendiendo de los sabios
En la actualidad, alrededor de 15 niños y adolescentes comparten las prácticas ancestrales como la pesca y la siembra dentro de su formación, guiados por los sabios que imparten sus saberes. Un valor original que no se encuentra en los libros.
La asociación reconoce que la cultura es híbrida y busca incorporar herramientas de la propia comunidad. Un bejuco en forma circular para practicar malabares, las hojas de topocho en sustitución del papel crepé o el bambú para construir zancos son algunos ejemplos de esta integración intercultural.
La experiencia de Kadi Wenunte demuestra que la formación teatral puede ser una herramienta poderosa para la transformación de las comunidades indígenas. Al fortalecer la identidad cultural y fomentar el respeto por las tradiciones ancestrales, el proyecto contribuye a la construcción de un futuro más justo y sostenible para el pueblo baré. (Con información de Kapé Kapé)
