jueves, 28 marzo 2024
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“El beato José Gregorio nos ayude a vencer el mal usando la fuerza mansa y desarmada del bien”

En el acto que elevó al médico de los pobres al altar del Vaticano, el nuncio apostólico resaltó como un hecho providencial celebrar la beatificación de un médico en medio de una pandemia. | Foto cortesía

@joelnixb

Feligreses venezolanos dentro y fuera del país celebran que luego de 72 años de haber iniciado el proceso de beatificación del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, finalmente fue declarado beato y, al mismo tiempo, por sus destacados aportes a la medicina fue nombrado copatrón del nuevo ciclo de Estudios en Ciencias de la Paz de la Pontificia Universidad Lateranense, la “Universidad del Papa”, en Roma, Italia.

El médico de los pobres es el primer hombre venezolano y persona laica proclamada como beato, pues antes de su nombramiento solo figuraban en el altar mayor del Vaticano las religiosas venezolanas María de San José, Candelaria de San José y Carmen Rendiles.

La tan esperada proclamación causó revuelo y da un aire de esperanza a una Venezuela agotada por la crisis política, social, económica y abatida por la emergencia humanitaria compleja, agravada por la pandemia de la COVID-19.

En el pueblo natal del beato también celebraron con orgullo su llegada al altar mayor del Vaticano | Fotos cortesía

Venezuela vivió conmovida y con orgullo la beatificación de una figura con la que la mayoría creció profesando una fe inculcada por madres o abuelas devotas. Incluso, las muestras de devoción se vieron reflejadas en las calles del territorio nacional. En Ciudad Guayana, creyentes salieron al mediodía con una imagen del beato a recorrer las avenidas de Puerto Ordaz, con banderas y bubucelas y, en su pueblo natal, niños se vistieron como él.

La esperada ceremonia de beatificación inició este viernes a las 10:00 am en la iglesia del Colegio La Salle y fue presidida por monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico de Venezuela. Al lugar acudieron los obispos de las 40 diócesis y arquidiócesis del país, religiosos, doctores, músicos y políticos venezolanos. El templo tuvo un aforo limitado a 500 personas.

El rito de beatificación empezó con el cantico La luz del siervo de Dios interpretado por la Schola Cantorum de Venezuela y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Armelim De Sousa, animador litúrgico, dio la bienvenida y presentó a los diáconos, presbíteros y obispos encargados de oficiar la celebración católica.

Seguidamente, el cardenal Baltazar Porras, representante de esta causa pro-beatificación, dio las palabras de bienvenida y afirmó que “la fiesta no es solo de los católicos y de todos los venezolanos, sino también la de hombres y mujeres de otros pueblos, lenguas y culturas. El beato José Gregorio nos ha hecho caer en cuenta que la bondad, el amor y el servicio no tienen fronteras. José Gregorio es de todos y para todos”, puntualizó.

“El hijo de Isnotú es el arquetipo de la ejemplaridad ciudadana, del estudio para servir mejor a la sociedad, de la conciencia de responsabilidad personal y del servicio a todos, en particular al necesitado, de la espiritualidad y la expresión trascendente de la vida que nos hace querer ser como él”, siguió Porras.

El cardenal cerró su discurso agradeciendo al papa Francisco por el regalo dado al pueblo venezolano al proclamar al médico de los pobres como beato. Posteriormente monseñor Giordano inició la eucaristía con la oración colectiva del “Yo confieso” y luego de un emotivo canto de Señor ten piedad, el cardenal Porras leyó un escrito que solicita al representante del santo padre que se proceda a la beatificación del Siervo de Dios.

Tulio Ramírez, obispo de Guarenas y vicepostulador de la causa de beatificación, hizo una lectura de la biografía del venerable. Parte de los hitos de la vida del doctor José Gregorio Hernández leídos en la eucaristía están resumidos es esta línea de tiempo realizada por el equipo de Correo del Caroní:

Luego monseñor Giordano dio lectura a la Carta Apostólica del Papa: “Concediendo el deseo de nuestro hermano Baltazar Enrique, cardenal de la santa iglesia romana, Porras Cardozo arzobispo metropolitano de Mérida en Venezuela, administrador apostólico de Caracas, así como de muchos otros hermanos del episcopado y de muchos fieles. Después de haber recibido el parecer de la Congregación de la Causa de los Santos, con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor como buen samaritano los socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu de ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho el 26 de octubre”, expresó.

Entre gritos de ‘¡Viva José Gregorio Hernández!’, ‘¡Es nuestro!’ y fuertes aplausos, un integrante de la familia Hernández Cisneros develó la imagen del ahora beato. Es un mosaico réplica de uno puesto en su pueblo natal, donde se visualiza al médico de los pobres con una areola, una paloma de la paz sobre su cabeza y rayos de luz celestial, realizado por el artista larense Luis Enrique. Al fondo, una canción compuesta por Renato Aguirre llamada José Gregorio, fue entonada por la Schola Cantorum de Venezuela y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho.

Una vez develada la imagen, Yaxury  Solórzano -la niña del milagro atribuido al beato-, vestida con liqui liqui blanco y acompañada de su madre y religiosos, hizo la procesión con un relicario del trujillano para ser colocado en el altar.

Otro momento a resaltar del rito de la beatificación es el discurso del nuncio apostólico en Venezuela. “(…) Parece providencial celebrar la beatificación de un médico en medio de una pandemia que afecta toda la humanidad, oremos intensamente por las millones de víctimas y por todos los enfermos del virus. En la figura del beato José Gregorio la Iglesia rinde hoy a los profesionales de la medicina un homenaje de reconocimiento, gratitud y oración. Que el beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas se logre juntos sin divisiones ni resistencias”, expresa.

“Como nos dijo el Papa en su mensaje: que el beato José Gregorio nos ayude a vencer usando la fuerza mansa y desarmada del bien, porque para el cristiano no hay otro camino. Que nos ayude a entender que la violencia solo trae violencia, el odio más odio y que el camino de Dios es el amor. Que el nuevo beato conceda a este país el milagro de la reconciliación, de la unidad nacional, de la fraternidad como nos subrayó el papa Francisco”, dijo.

“Por eso decimos que es nuestro santo popular” 

Correo del Caroní contactó al padre José Gregorio Salazar, representante nacional de la Comisión pro Beatificación del doctor José Gregorio Hernández en Guayana, para conocer sus impresiones sobre la ceremonia. “A pesar de la crisis pandémica que vivimos se pudo realizar este maravilloso acto, tuvimos la presencia de muchas personalidades sanitarias, civiles y militares y para la unidad de la Iglesia Católica todos los obispos de las distintas regiones dijeron presente”, expresó.

Para Salazar los elementos de la vida del beato que se pueden seguir y acoger como ejemplo en la actualidad, son principalmente la humildad y la sencillez en el trato hacia los pobres. “Para uno acercarse a los más necesitados debe ser humilde, sencillo, no con arrogancia y prepotencia y esa es la característica que hoy tenemos que resaltar del médico de los pobres, por eso decimos que es nuestro santo popular aunque aún no es santo, por su vocación dedicada a los más necesitados”, agregó.

Aldo Giordano, nuncio apostólico en Venezuela, pidió que el beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas se logre juntos sin divisiones ni resistencias

Como médico José Gregorio Hernández también se enfrentó a una pandemia, a la gripe de 1918 en Venezuela, por ello, según el párroco, uno de los ejemplos que puede dar Hernández a los médicos venezolanos que se enfrentan a la COVID-19 es “que deben vivir su misión y vocación como lo están haciendo ahora, al frente de la batalla, a pesar de todas las dificultades y carencias que tienen. Hoy por hoy ellos son los nuevos mártires de esta historia de Venezuela porque trabajan con las uñas y tienen un ejemplo de todas las virtudes del beato”, dijo.

Cree que este es el momento perfecto para la beatificación de José Gregorio Hernández, pues luego de pasar más de 70 años en este proceso, “Dios lo eligió así y el tiempo de Dios siempre es perfecto”, manifestó.

Este fervor por el hijo de Isnotú no solo lo viven los venezolanos, sino toda América Latina. “Casi en todos los países de nuestra región, entre ellos Ecuador, Argentina, Bolivia, Colombia, Chile y Perú, celebran este momento porque allí han migrado muchos venezolanos, por ello es conocido como el doctor milagro en América Latina. También tenemos conocimiento que en Europa hay mucha devoción por los connacionales que se encuentran allá”. Dijo que para él José Gregorio Hernández es el segundo “santo” de las Américas, luego de monseñor Arnulfo Romero.

Entre las reliquias del beato entregadas en la ceremonia de hoy, la de la Diócesis de Ciudad Guayana reposará en un santuario que estará ubicado en la parroquia San Buenaventura de San Félix y a donde llegará el próximo 8 de mayo. El sacerdote explicó que se escogió esta iglesia, principalmente porque San Félix, al tener mayor población que Puerto Ordaz, reside un número más grande de feligreses devotos al médico de los pobres.

Afirmó que también fue electa esta parroquia porque “en el tránsito de San Félix y Puerto Ordaz todo el mundo debe pasar por El Roble obligatoriamente, porque nuestra Diócesis es bastante extensa, empieza en el kilómetro 70 vía Ciudad Bolívar y termina en la piedra de la virgen, antes de llegar a la Gran Sabana. Entonces, es el centro, más que todo se escogió por la cercanía”, explicó.

Por lo pronto, el próximo encuentro que la feligresía guayanesa podrá tener con el beato será el sábado 8 de mayo, cuando el relicario sea llevado al santuario guayanés escogido, aunque la ceremonia tendrá un aforo reducido como medida de bioseguridad, Ciudad Guayana podrá tener más cerca y de forma permanente a José Gregorio Hernández, a la espera del próximo milagro que lo haga llamar santo.

Cada una de las 40 diócesis y arquidiócesis del país tendrán un relicario y un santuario dedicado al nuevo beato