@mlclisanchez
Si bien hasta el momento no hay cifras sobre la incidencia real que el improvisado regreso a clases tendría sobre un nuevo pico de contagios por COVID-19 a nivel nacional, un grupo de organizaciones de la sociedad civil, junto a la Academia Nacional de Medicina pronostican un nuevo aumento de casos positivos de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus atribuible a un reinicio a clases presenciales sin garantías de una infraestructura escolar que cuente con agua, saneamiento e higiene, control de los docentes sobre los alumnos para hacer cumplir las medidas de bioseguridad y falta de una preparación previa para el regreso a clases sobre la base de un protocolo que respete el derecho de alumnos y personal docente a la salud y el bienestar.
“Evidentemente sí habrá un pico de contagios por las condiciones propias de las escuelas, y que no podemos pensar que es lo mismo estar seis horas expuesto en un salón de clases, que media hora en transporte público”, dijo Nancy Hernández, de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría durante la rueda de prensa transmitida en línea.
Las organizaciones remarcan la “ausencia de una gestión planificada y efectiva que garantice un plan oficial nacional de vacunación contra la COVID-19 ordenado, acorde con criterios de priorización y basado en análisis de riesgo y vulnerabilidad de las personas”.
También manifiestan que la apertura de los centros educativos no ha contado con un plan de apoyo por parte de las autoridades educativas y de salud.
A su vez recuerdan que el Ejecutivo Nacional no consultó a las instituciones académicas, sociedades científicas, gremios, padres y representantes ni a la sociedad en general sobre las medidas y condiciones en que debería producirse un regreso a clases seguro, sin poner en riesgo a la población involucrada.
El anunciar el regreso a clases sin preparación previa del alumnado, el respeto al tiempo de inmunización para niños y niñas mayores de 12 años, y sin garantizar agua, saneamiento e higiene en los colegios, expone a los alumnos de forma continuada a los contagios por COVID-19, lo que atenta contra su derecho a la vida.
“Cada vida que pueda ser salvada, debe ser salvada. Es por eso que debe prevenirse el contagio de los niños en las escuelas”, expresó la doctora Kera Stephany.
El reinicio de clases presenciales en el subsistema de educación básica en todos sus niveles (inicial, primaria y media) no se ha hecho en condiciones que garanticen la seguridad y la protección de niñas, niños y adolescentes y de su grupo familiar”
Los especialistas que conforman la Academia Nacional de Medicina aseguran que el regreso a clases presenciales debió haberse hecho bajo el estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, funcionamiento regular de los servicios públicos, especialmente en los planteles educativos oficiales, que atienden al 80% de niñas, niños y adolescentes provenientes de los sectores más depauperados de nuestra población.
De igual manera, debió haberse reactivado -argumentan- el Programa de Alimentación Escolar, así como un plan de recuperación de la infraestructura y dotación de las instituciones educativas, y de todo el ámbito de protección del estudiante, la familia y el personal docente.
Vacunación para la población entre los 13 y 17 años
En el marco de estas condiciones, debió garantizarse también de manera expresa la inmunización del estudiante, familia y personal docente, previo al reinicio de las clases presenciales, para el caso de la población comprendida entre los 13 y 17 años.
En Venezuela están disponibles las vacunas Sinopharm y Sinovac, que ofrecen seguridad y niveles de protección potenciales altamente beneficiosos, en contra de la COVID-19. Estas vacunas, pese a no contar con la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser utilizadas, en condiciones de emergencia, en poblaciones entre 12 y 18 años, han sido ensayadas exitosamente, en estos grupos poblacionales, en países de América Latina y a nivel mundial. Sobre la base de estos hechos, no objetamos que sea aprobado su uso por las autoridades sanitarias venezolanas, en el grupo de edades comprendidas entre 13 y 17 años, siempre que se dé cumplimiento a lo que el ordenamiento jurídico nacional señala en materia de autorización de uso de productos farmacéuticos, en situaciones de emergencia.
Los datos recientemente publicados muestran que los niños y adolescentes están ahora propagando la enfermedad en sus comunidades y hogares, por ello no dudamos en mostrar nuestro acuerdo en que se iniciase la vacunación en los grupos etarios entre 13 y 17 años”
Población de menores entre 3 y doce años
El caso de la vacunación del grupo poblacional de menores, entre tres y doce años, merece atención especial; a la fecha actual, la OMS todavía no ha autorizado ninguna vacuna contra la COVID-19 para menores de 12 años; la autorización más reciente es la adoptada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE UU (FDA, por sus siglas en inglés), el 3 de noviembre de 2021, al aprobar el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer-BioNTech en menores de 5 a 11 años.
“Ahora bien, solo en la medida que obtengamos más información de los resultados de los ensayos clínicos de vacunas, en este grupo poblacional, estaremos en capacidad de recomendar se extienda la vacunación contra la COVID-19 a este grupo etario; máxime cuando sabemos que es poco probable que la sola vacunación en adultos frene la cadena de transmisión del virus en la comunidad”, alerta las organizaciones en el comunicado.
Los datos recientemente publicados muestran que los niños y adolescentes están ahora propagando la enfermedad en sus comunidades y hogares, por ello no dudamos en mostrar nuestro acuerdo en que se iniciase la vacunación en los grupos etarios entre 13 y 17 años, sin dejar de tener presente que los programas de vacunación contra la COVID-19 están guiados principalmente por dos principios fundamentales: 1. Proteger a los más expuestos y vulnerables contra la enfermedad grave y muerte, y 2. Cortar la cadena de transmisión del virus en la comunidad; la implementación de esta medida en este grupo etario, aunque justificada, no debe hacerse a expensas del primer objetivo.

Demandas ante lo planteado…
Primero: Incorporar las recomendaciones emanadas desde las Academias, Sociedades Científicas y otras organizaciones de la Sociedad Civil para trabajar coordinadamente con estos actores en el abordaje de la pandemia, con el fin de alcanzar una visión comprensiva del regreso a clases en este contexto, que garantice la protección de la familia venezolana ante la COVID-19 y el derecho a la información de la población.
Segundo: Que el Estado garantice la vacunación de los mayores de 12 años, con vacunas seguras como la Sinopharm que están utilizando en los adultos, con el previo Consentimiento Informado, por escrito, de los representantes. En cuanto a los menores de 12 años, no se debe iniciar la vacunación hasta no contar con suficientes evidencias del uso seguro de vacunas aprobadas en estas edades y también con el consentimiento informado, por escrito, de sus representantes. Bajo ninguna circunstancia se les debe aplicar productos experimentales, lo cual sería violatorio de los derechos de los niños, a tenor de lo dispuesto en las declaraciones, instrumentos, tratados y pactos internacionales más significativos en materia de Derechos Humanos, incluidos los que garantizan de una manera específica los derechos de niñas, niños y adolescentes, los cuales tienen jerarquía constitucional y son de aplicación inmediata, conforme se desprende de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de otras disposiciones previstas en el derecho interno, como la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, además de las normas y protocolos de investigación científica en niños, niñas y adolescentes.
Tercero: Finalmente, invitamos a las organizaciones, comunidades educativas, asociaciones de padres y representantes, gremios, sindicatos y asociaciones que realizan actividades en los sectores educación y salud, y a otras organizaciones de la sociedad civil, a que se incorporen en la defensa de los intereses superiores de niñas, niños y adolescentes, en materia de educación y salud. Y a los padres y representantes a vacunar a sus adolescentes, mayores de 12 años y a vacunarse ellos. Atender este llamado permite contribuir al desarrollo de hogares autoprotegidos contra la COVID-19 y protectores de los menores de 12 años, si los hubiere en la familia. La vacunación familiar podría convertirse en una excelente forma de prevenir y evitar complicaciones y casos graves causados por la COVID-19.
Organizaciones que suscriben el comunicado Academia Nacional de Medicina, A.C. Casa del Nuevo Pueblo A.C., Médicos Unidos De Venezuela, A.C. Mujeres de Frente Alianza Venezolana, Por La Salud Caracas Ciudad Plural, Colegio de Enfermería del Distrito Capital, Colegio de Enfermeras(os) del estado Carabobo, Colegio de Licenciados en Educación del estado Carabobo, Excubitus Derechos Humanos en Educación, Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined), y Representantes -Fenasopadresfenasopadres capítulo Aragua, Fe y Alegría, Fundación Mavid Carabobo, IVIC Médicos Unidos de Venezuela – Capítulo Carabobo, Médicos Unidos de Venezuela – Capitulo Ciudad Bolívar, Médicos Unidos Venezuela – Capítulo Guárico. Médicos Unidos Venezuela – Capítulo Mérida Médicos Unidos de Venezuela – Capítulo Uruguay Médicos Unidos Venezuela USA Monitor Social A.C. Movimiento Ciudadano Dale Letra Movimiento de Educadores Simón Rodríguez Padres Organizados de Venezuela Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas Sindicato de Profesionales de la Docencia-Colegio de Profesores Yaracuy (Sinprodo-CPVYaracuy) SintraEnseñanza Carabobo Sinvemaca Sociedad Hominis Iura (SOHI) Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE). |