Los deltanos de la costa aseguraron el sábado estar “muy preocupados” por el derrame petrolero en Trinidad y Tobago.
De acuerdo con los reportes oficiales difundidos por medios locales e internacionales, el hecho se suscitó el 7 de febrero luego de que un buque que creían que transportaba madera y arena, registró una fuga de petróleo.
El peligro se extiende
El buque no contaba con tripulación, al menos cuando fue abordado por autoridades marítimas de Trinidad y Tobago, informó una periodista de ese país a Radio Fe y Alegría Noticias. Solo se sabe que la embarcación se llama Gulfstream.
El derrame ha cubierto unos 15 kilómetros de costa y estiman que siga creciendo. El gobierno trinitobaguense alertó que es posible que pasen a otra etapa de alerta, mientras intentan frenar la fuga detectada de hidrocarburo.
Deltanos en alerta
Las comunidades de las costas del estado Delta Amacuro están preocupadas por el impacto negativo que podría traer consigo el hecho de que la mancha negra siga extendiéndose.
“Nosotros sobrevivimos de la pesca; sin la pesca no la vamos a pasar bien. Si ese petróleo llega hasta acá, pasaremos hambre”, dijo un habitante de Pedernales, una localidad venezolana próxima a Trinidad y Tobago, donde viven unas 2 mil personas.
Otra de las comunidades de la costa deltana es Punta Pescador, donde habitan mayoritariamente indígenas waraos que sobreviven de la pesca, como históricamente lo han hecho.
Sus habitantes recordaron haber vivido otras catástrofes petroleras y revelaron haber tenido que migrar río adentro, hacia Tucupita, para lograr tener agua, sembrar y pescar. Esta vez esperan que no ocurra un hecho similar.