Los observadores de estrellas y algunos fanáticos se deleitaron comenzando la semana con un fenómeno tan impresionante como inusual: una superluna de sangre.
Poco después de las 03:30 GMT del lunes, nuestro planeta orbitó por unos minutos directamente entre el Sol y la Luna.
La Luna quedó entonces totalmente eclipsada por la Tierra y esto le dio temporalmente un intenso color rojo oscuro.
Esto ocurrió gracias a que la luz solar se proyectó a través de la atmósfera de la Tierra sobre la superficie sombreada de la Luna.
El eclipse lunar coincidió con otro fenómeno: una superluna, que ocurre cuando la Luna está en su punto más cercano a la Tierra en su órbita y, por lo tanto, parece más grande de lo habitual.
Aquellos que estaban atentos a la llegada de la superluna de sangre pudieron observarla mejor desde las 03:29 GMT, el momento en que comenzó el eclipse lunar completo y el evento se hizo visible en el hemisferio occidental.
Durante casi una hora y media después, la única luz solar que llegaba a la Luna atravesaba la atmósfera de la Tierra y la había vuelto roja.
En Europa, el fenómeno solo fue visible durante poco tiempo debido al comienzo de la puesta de la Luna.
Pero en América, en aquellas áreas que contaban con cielos despejados, el espectáculo pudo ser apreciado por completo.
“Verás el amanecer y el atardecer alrededor de la Tierra a la misma vez”, explicó Gregory Brown, astrónomo del Observatorio Real de Greenwich, en Londres, antes del evento.
“Toda esa luz será proyectada sobre la Luna. Si fueras un astronauta parado en la Luna, mirando hacia la Tierra, verías un anillo rojo expandiéndose alrededor del exterior de nuestro planeta”, agregó en entrevista con la BBC.