miércoles, 11 septiembre 2024
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Rendidos ante el multiverso de Everything everywhere all at once

Solo le faltó llevarse el Oscar a mejor actor para redondear el pleno en las 3 categorías principales, pero la Academia de Hollywood se decantó por el estadounidense Brendan Fraser, por The whale.

El filme Everything everywhere all at once, de los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert, arrasó en la 95 edición de los Oscar al embolsarse siete premios, entre ellos, los de mejor película, mejor director y mejor actriz, que recayó en la malaya Michelle Yeoh.

Solo le faltó llevarse el Oscar a mejor actor para redondear el pleno en las 3 categorías principales, pero la Academia de Hollywood se decantó por el estadounidense Brendan Fraser, por The whale, en la temporada de su regreso a la élite de la industria.

Kwan y Scheinert dedicaron el galardón de mejor director a “todas las madres del mundo” porque son las “verdaderas heroínas”.

La cinta Everything everywhere all at once trata sobre una progenitora con la capacidad de viajar a universos y dimensiones paralelas.

Emerge una superheroína

“Esto es una prueba de que, con esperanza, los sueños se cumplen. No dejen que nadie les diga que no pueden. Gracias a mi madre, ella es la verdadera superheroína”, coincidió después Yeoh, quien se convirtió en la primera asiática en ser reconocida en este apartado.

Para la categoría masculina de este galardón, Fraser subió al escenario completamente emocionado, con risa nerviosa y afirmando que “esto debe ser algo parecido al multiverso”, en otro guiño a la película de la noche.

Además, el fenómeno Everything everywhere all at once venció en otros 4 apartados: mejor guión original, montaje, mejor actor secundario y mejor actriz secundaria.

Ke Huy Quan, quien regresaba a Hollywood casi 4 décadas después; y Jamie Lee Curtis, quien se llevó el primer Oscar al que ha estado nominada desde que saltara a la gran pantalla con Halloween (1978), triunfaron en las categorías de mejor actor y mejor actriz secundaria.

Protagonista en la sombra

La cinta alemana All quiet on the western front (Netflix), de Edward Berger, fue la otra gran protagonista al llevarse 4 premios en los apartados de mejor fotografía, mejor diseño de producción, mejor banda sonora y mejor película internacional, batiendo a la representante latina Argentina, 1985.

Las 2 grandes decepciones de la noche fueron The fabelmans y The banshees of inisherin, que contaban con 7 y 9 nominaciones, respectivamente, y ni siquiera llegaron a estrenar su casillero.

En una edición cuyas nominaciones combinaron exitosas películas independientes y cine de autor auspiciado por plataformas de streaming, apenas hubo espacio para las superproducciones de Hollywood Avatar: the way of water y Top Gun: Maverick, que optaban a diversos premios técnicos y a mejor película.

Gratitud por la industria

Sendos filmes fueron recibidos con gratitud por la industria por suponer un alivio a la taquilla pospandémica. Sin embargo, solo plasmaron su nombre en la categoría de mejores efectos especiales, en el caso de la obra de James Cameron; y mejor sonido para la película dirigida por Joseph Kosinski.

Entre otros apartados técnicos, la Academia reconoció el trabajo en maquillaje de The whale. En este filme Fraser, ganador del Oscar a mejor actor, se transformó en una persona con obesidad mórbida. El diseño de vestuario fue para Black Panther: Wakanda Forever, que consagró a Ruth. E. Carter como la primera afroamericana con 2 Oscar.

Otro de los momentos más esperados fue la actuación de Rihanna, quien interpretó el tema Lift me up de esta misma cinta, nominada a mejor canción. Vio como la estatuilla se le escapaba y recaía en la composición Naatu Naatu, de la película india RRR.

Guillermo del Toro, único vencedor latino

Guillermo del Toro logró el Oscar a mejor película de animación por Pinocchio (Netflix). Fue el primer galardón que se entregó en la ceremonia.

“La animación está preparada para ser llevada a otra dimensión y para ser tenida más en cuenta”, aseguró el cineasta tras recoger la que supone su tercera estatuilla dorada tras las 2 que cosechó -mejor película y mejor director- por The shape of water (2017).

Su compatriota Alfonso Cuarón no gozó de la misma suerte. El cortometraje que coprodujo, Le Pupille, no fue elegido por la Academia de Hollywood.

La tímida representación latina este año la completaban Ana de Armas, quien no pudo imponerse en la categoría de mejor actriz; y el filme Argentina, 1985, que no logró el galardón a mejor película internacional.

La derrota de Argentina, 1985 evitó un previsible discurso a favor de la democracia por parte de su director Santiago Mitre, pero las referencias en clave política llegaron con Navalny, que se impuso en el apartado de mejor película documental.

Yulia Navalnya, esposa del opositor ruso Alekséi Navalny encarcelado por Vladímir Putin, quiso aprovechar el escaparate de los Oscar para animar a su esposo a que se mantenga “fuerte” y para mandar un mensaje de esperanza a su país. “Sueño con el día en el que volvamos a ser libres”.