La serenidad que transmite Nina León, la venezolana que da vida a María Salomé en la serie The Chosen, poco tiene que ver con el torbellino femenino que es Salomé, la madre de Juan y Santiago, dos de los primeros escogidos por el Jesús de Nazaret para conformar sus 12 apóstoles.
Radicada en Texas desde 1996, esta economista egresada de la Universidad del Zulia se involucra en la serie por puro amor a la actuación, pues, en un principio, las posibilidades de que la serie pudiera superar la primera temporada eran bastante escasas.
– ¿Desde cuándo estás en la serie?
– Desde el capítulo cinco de la primera temporada. Mi primera audición fue para el papel de la Virgen María. Hice un par de videos y luego audicioné en persona con el director. Días más tarde, mi agente me llamó para decime que me ofrecían el papel de María Salomé y acepté.
– ¿Una actuación más o alguna inclinación religiosa?
– Para los actores regionales esta producción representaba una gran oportunidad pues no siempre se presenta algo así. No estamos en Los Ángeles o New York, donde siempre hay una audición. Cuando me llegó la propuesta me interesó porque me pareció un proyecto lindo e innovador. Y sí, soy católica y eso está siempre presente en mí.
– ¿Has tenido que salir a grabar fuera de Texas?
– Sí, acabamos de terminar de grabar en Utah. En un principio trabajábamos en una locación prestada, una réplica del pueblo de Galilea donde Jesús comenzó su prédica, pero ahora tenemos nuestro propio estudio.
Una madre que es puro fuego
No existe dato alguno que permita descifrar quién fue la esposa de Zebedeo. Así que Nina se ha valido de las indicaciones del director Dallas Jenkins y de su intuición para dar vida a la mujer que intensa que prepara pasteles de canela para sus hijos, o que intercede por ellos ante el mismísimo Dios hecho hombre.
– ¿En qué te inspiras para el papel?
– María Salomé es una madre humana e imperfecta. Su fe la inspira, pero no es madre comedida. Ella es trueno, es fuego, con mucho ímpetu para pedir lo que pidió a Cristo, en permanente zozobra por los hijos. Es una madre imperfectamente perfecta. Y algo de eso tenemos las madres.
– ¿No se sale tu venezolanidad?
– Bueno, María Salomé es salidísima, y eso puede tener algo de venezolano. En nada se parece a mí, así que tuve que prepararme mucho.
– Una de las críticas más fuertes que se hace a la serie es que no respeta lo que dice la Biblia, que hay ficción. ¿Qué opinas?
– Cuando se graba algo que es palabra de Dios se respeta fielmente. Pero hay que recordar que es una serie, y como tal es entretenimiento, así que tiene que haber ficción. Sin embargo, la serie tiene un propósito, que no es otro que llegar a todo aquel que necesita a Cristo.
– Mucha gente, de uno u otro lado, critica fuertemente la serie…
– Si alguien no está de acuerdo y se va a la Biblia, ya la serie cumplió su función. Si dice que se presenta a un Jesús demasiado humano, que él jamás se reiría, pues qué bueno que está pensando en Jesús. Si le agrada la serie, eso también es una ganancia. Estés o no de acuerdo con ella, si la criticas es porque en algo te importa el mensaje de Cristo, y eso es lo importante.
Un éxito inesperado
No cabe duda que la perseverancia y paciencia del director dieron frutos: tras el rotundo fracaso de su primera película (Hometown Legend, 2002) Jenkins se propuso hacer un proyecto “pequeño” sobre la vida de Jesús y sus discípulos, pero basado en una narrativa fresca y cercana que atrajera no solo al público religiosamente cautivo.
Y funcionó. El crowdfunding que lanzó para financiarse no solo le permitió terminar la primera temporada, sino que ya ve posible concluir las siete etapas que abarcarán toda la vida pública de Jesús y el nacimiento del cristianismo, convirtiendo a The Chosen en la serie autofinanciada más exitosa hasta ahora, con cerca de 800 millones de visualizaciones desde su lanzamiento en 2019.
– ¿Qué tan exigente es Dallas Jenkins?
– Es muy respetuoso del actor, de lo que uno trae. Lo que pide es que hagamos nuestro trabajo con calidad con base en las ideas que tiene sobre el papel. Es un director muy justo.
– ¿Qué tan riguroso es el apego a las escrituras?
– Los guiones se entregan a cada asesor (un sacerdote católico, un rabino judío y un pastor evangélico) y ellos hacen las sugerencias necesarias. A veces se cede, otras no, pero siempre se busca el consenso.
– ¿Qué se siente estar en una serie por la que nadie apostaba y que hoy es un suceso mundial?
– Un poco de shock. Cuando comenzamos sabíamos que no había dinero para concretar el proyecto, se nos fueron actores, vivimos la pandemia, en fin, muchas vicisitudes, pero de repente nos encontramos con este éxito y ha sido maravilloso.
– ¿Cuál es tu personaje favorito?
– Me encanta Mateo. Me veo reflejada en ese asombro que muestra en todo momento por lo que va aprendiendo de la religión.
– Es uno de los personajes más criticados…
– Sí, se le critica por la licencia creativa de hacerlo del espectro autista, pero con ello se ha logrado que las personas con esa condición se vean reflejadas allí. Es una de las cosas más maravillosas que le ha pasado a la serie y al actor Paras Patel.
– ¿Qué te ha dejado The Chosen?
– Me ha dejado una lección. Creo que a través de ella Dios me hace saber ‘Nina, escucha lo que te estoy diciendo, esto es lo que tienes que hacer, y si presta atención se te hará más fácil’. A raíz de eso tengo las antenas mejor puestas y enfocadas, atenta a lo que me dicen de arriba.