viernes, 21 marzo 2025
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El concierto de Romeo no fue tan santo

Desde Una Ventana a la Libertad se preguntan cómo alguien preso y convicto puede organizar un show de esta magnitud y quién autorizó la negociación con la empresa en la instalación militar de la Base Aérea La Carlota. 

Ocho horas de retraso tuvo la presentación del cantante dominicano Romeo Santos en Caracas el pasado 10 de diciembre.

Cansados, agotados, sedientos, hambrientos, somnolientos y molestos sus seguidores esperaron incluso desde la mañana por el show del artista internacional que generó un caos a su alrededor, desde un embotellamiento de vehículos en el perímetro de la Base Aérea La Carlota, hasta la larga espera dentro del recinto que para algunos terminó en la claudicación definitiva, en vista de que fue a las 4:00 de la mañana del 11 de diciembre cuando comenzó a cantar.

A raíz de las irregularidades en el recital, el fiscal impuesto por la desaparecida Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, abrió una investigación a las empresas Panteras Entertainment y Global Boletos Venezuela.

“Las pesquisas iniciales identificaron que el presunto responsable de la organización del concierto es Juan Carlos Araujo Durán, quien está detenido y enjuiciado por ser el dueño de una aeronave capturada con 459 kilos de cocaína en 2015 en República Dominicana. Dicho hampón (sic) fungió también en su momento como dueño y presidente de la empresa de eventos Solid Show, usada para legitimar capitales del narcotráfico”, informó en un mensaje colgado en la red social X.

Saab denunció que con la complicidad interna de funcionarios de su lugar de reclusión, Araujo también habría estafado a los organizadores del concierto de Anuel en marzo de este año a través de la empresa Live VIP.

Sin mencionar el nombre de la prisión de Araujo, Saab informó que el director de la cárcel, Argenis José Guerra Barreto, ya se encontraba privado de libertad por hechos de corrupción y que este nuevo delito se sumará a su condena.

Guerra, director de la cárcel Simón Bolívar en El Paraíso (antigua Planta), fue aprehendido a finales de noviembre de este año por permitir el establecimiento de una oficina dentro de la prisión, donde Araujo organizaba espectáculos musicales. Guerra también habría permitido el ingreso de objetos prohibidos al recinto penitenciario y cobrado a familiares para efectuar la visita a los reclusos.

“El Ministerio Público, como medida preventiva, solicitará de forma inmediata la prohibición de enajenar y gravar, así como la inmovilización de todos los activos de las empresas investigadas por estos hechos delictivos”, reza la publicación en la red social X.

Por su parte, la empresa Panteras Entertainment emitió un comunicado donde se exime de toda culpa y achaca el retraso del concierto a las restricciones en el espacio aéreo entre Venezuela y Aruba, donde el cantante ofreció un show en días previos.

La productora expuso que el avión con los equipos e instrumentos de Romeo debió hacer una ruta “indirecta” pasando por República Dominicana, donde las autoridades hicieron una exhaustiva inspección que concluyó cerca de la medianoche.

Los organizadores aseguraron que el artista llegó a Venezuela a las 10:00 de la noche del 10 de diciembre, tomando una ruta alternativa por Curazao. “A pesar de estos desafíos, el evento en la Base Aérea La Carlota se llevó a cabo sin problemas”.  

Atropello a los fans 

Desde las 10:00 de la mañana fanáticos provenientes de Mérida, Maracaibo, Valencia, Maracay, Maturín y otros rincones de Venezuela hicieron cola frente a las instalaciones de La Carlota para ingresar al lugar del espectáculo que tenía previsto arrancar a las 8:00 pm.

A las 2:00 pm, los organizadores ofrecieron abrir los accesos, pero a las 5:00 pm todavía la gente estaba agolpada en la entrada.

Fanáticos denunciaron que funcionarios policiales aprovecharon para extorsionar a más de un desesperado por estar más cerca del intérprete de bachata.

“Los policías estaban cobrando 5 dólares a las personas que iban llegando para que no hicieran cola. La gente pagaba y de una vez la dejaban meterse al inicio de la cola sin importarles los que estaban adelante. De hecho, nosotros pagamos 25 dólares porque éramos 5 y nos metieron, la gente no dijo nada porque cómo se ponen a discutir con la ley”, dijo una asistente al evento.

Dentro de La Carlota el ambiente era distinto al de afuera. Desde el orden y la identificación de los espacios hasta la presencia de personas. Hora y media antes del supuesto inicio del show el aforo estaba vacío, algunos pensaron que las entradas no se habían vendido, pero a las 8:00 pm comenzó a llenarse y desde entonces los asistentes comenzaron a notar que en la tarima no había instrumento alguno. La percepción general era que algo andaba mal.

A las 10:00 pm sonaba música en los parlantes y el desespero de la gente era evidente. Ya se sabía que Romeo ni siquiera estaba en el país.

Una hora después, dos animadores informaron al público que hubo un “pequeño retraso” en el avión que traía a los músicos de Romeo y sus instrumentos, pero que el cantante de origen dominicano ya estaba en Venezuela.

A las 11:30 pm se montó el único telonero del concierto, Alex Laar, a quien nadie conocía. Cantó por una hora aproximadamente mientras la gente coreaba el nombre de Romeo.

A la 1:00 am del 11 de diciembre la gente estaba molesta. Muchos pensaron que Romeo no vendría. Se hablaba de fraude y devolución del dinero.

Para intentar paliar la situación, se presentó en el escenario el youtuber mexicano Alex Tienda, quien habló de su experiencia en Venezuela.

En este punto ya la gente estaba tirada en el suelo, muchos durmiendo porque ya llevaban horas parados esperando.

Para completar la escena, la comida y bebidas a disposición no eran económicas. Un agua mineral pequeña costaba 3 dólares. Una cerveza 2,5 dólares; un vaso de sangría 4 dólares; una ración de 4 tequeños 5 dólares y una hamburguesa con papas fritas 8 dólares. Así que la espera por Romeo era con hambre y sed.

“Ya Romeo está en Caracas”, dijeron los animadores a las 2:00 am.  Y efectivamente 40 minutos después los técnicos empezaron a llegar rápidamente y armaron sus equipos para el show.

A las 3:58 am Romeo Santos dijo “Buenas noches, Caracas” y arrancó su show sin perder más tiempo. Luego que interpretó su primer tema, conversó con el público, pidió disculpas y sin titubear culpó a la productora por el retraso en el evento. Los calificó de irresponsables y agregó que en su presentación del día anterior en Aruba también llegó tarde por culpa de la misma productora, Panteras Entertainment.

A la salida, algunos fueron a su casa a dormir y otros directamente al trabajo. Un concierto que será sin duda inolvidable para quienes asistieron y optaron por esperar al artista como reza el eslogan de María Corina Machado, “hasta el final”. 

¿Quién le dio el permiso a Araujo? 

Para Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, lo sucedido en torno al recital del artista dominicano es completamente irregular y demuestra los altos grados de corrupción que hay dentro del sistema penitenciario venezolano.

Nieto Palma indicó que está de acuerdo con que la Fiscalía investigue a la productora del evento, pero también a los responsables de la Base Aérea La Carlota.

“El concierto se hizo en una instalación militar, tiene que haber existido una autorización del Ministerio de Defensa y de la Comandancia de la Fuerza Aérea”.

De acuerdo con Nieto Palma, es inaudito que alguien pueda organizar un concierto desde una cárcel e igualmente que autoridades castrenses lo autoricen.

“Es un hecho grave, la corrupción se ha convertido en algo incontrolable en las prisiones, es como un cáncer que cada vez se expande más, esto es una prueba de que la Operación Cacique Guaicaipuro no ha cambiado nada, que todo lo hecho por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios y el de Interior y Justicia no ha surtido efecto alguno”, opinó.

Nieto Palma sostuvo que en la exposición de Saab a través de las redes sociales no quedó claro el centro de reclusión de Araujo.

“Cuando le dictaron la sentencia en 2015 de 30 años por delitos de narcotráfico fue remitido a la cárcel del Rodeo II”, recordó.