El domingo en la mañana una bombona de gas de 10 kilos explotó en una vivienda del urbanismo Las Amazonas, en Puerto Ordaz, quemando a tres niños de 13, 12 y 10 años, a la abuela y el papá de los tres menores.

Andrea Lezama, familiar de los afectados, contó que la explosión se originó en el momento que los niños cocinaban y una de las bombonas que estaba desconectada empezó a fugar gas.
Uno de los niños avisó a sus padres que estaban vendiendo charcutería en un puesto de ventas informales cerca de la casa. Cuando los jóvenes estaban saliendo de la vivienda se generó la explosión que los tumbó al piso y quemó parte de su cuerpo.
La estructura de la vivienda quedó totalmente calcinada y los bienes como cocina, nevera y muebles fueron consumidos por las llamas. “Perdieron todas sus cosas”, lamentó Lezama.
Desde el suceso los afectados han dependido de los vecinos para su alimentación y resguardo por el estado de deterioro de la casa. Ante esto solicitan ayuda a las autoridades de la Gobernación.
Deficiente atención
Con ayuda de vecinos los afectados acudieron a un Centro de Diagnóstico Integral en el Core 8, sin embargo, el personal de salud no les explicó el grado de sus quemaduras ni un posible tratamiento para curarse las heridas. “En el CDI lo que hicieron fue echarle una cremita y pa’ su casa”, comentó.
La familia espera ayuda de las autoridades regionales para atender parte de la infraestructura incendiada por la explosión y sus quemaduras, las cuales consideran deben ser revisadas por especialistas. “Mí tía tienen la cara muy quemada (…) para mí esas quemaduras son bien fuertes”, dijo. “Yo considero que debieron llevarlos a algún hospital”.
Personal de salud contactado por Correo del Caroní aseguró que las quemaduras de los niños y la abuela eran de segundo grado, por lo que debían recibir atención médica oportuna para evitar infecciones. “Absolutamente todos tienen que recibir antibióticos”, expresó un enfermero
Sostuvieron que ante el riesgo de que pueda empeorar sus condiciones, debían ser curados en las zonas quemadas. Otra doctora señaló que, aunque los menores podían recibir atención ambulatoria, la abuela por ser diabética, mayor y con quemaduras en la cara debía ser ingresada en un centro asistencial.