Juan Rodríguez, un niño de 11 años de edad, falleció ahogado en las aguas del río Caroní, específicamente en el sector Campo Rojo, en San Félix. Fue alrededor de las 5:00 p.m. del viernes 6 de agosto cuando se reportó su desaparición. Vecinos lo hallaron a la mañana siguiente.
Esa tarde, Juan jugaba cartas con sus amigos y primos. Su padre, Isaac Rodríguez, salió con su esposa a montar el puesto de venta de perros calientes que tienen en el sector. El niño dijo que en unos minutos se cambiaría de ropa y alcanzaría a su padre en el negocio.
Pero Juan nunca llegó. 15 o 20 minutos después el hermano mayor fue a notificarle a su padre que Juan se había lanzado al río y no aparecía.
“Acabábamos de salir, fuimos a trabajar y dejamos al niño aquí jugando cartas, y parece que encompinchado con otros niños más fueron a bañarse en el río. Los niñitos dicen que se tiraron al río y, como hay mucha corriente, parece que lo agarró y lo mandó para un boral (plantas acuáticas flotantes) y no pudo salir”, relató Rodríguez.
Para la búsqueda no hubo apoyo de ninguna institución competente para estas emergencias.
“Vecinos y amigos empezaron a sacar boras y boras. Ese día no pudimos sacarlo porque se puso demasiado oscuro y lo dejaron para el sábado en la mañana. El día anterior vinieron los bomberos, pero dijeron que tenían que echar combustible primero, quedaron en venir pero nunca vinieron. Los vecinos fueron los que me ayudaron con caretas y se metieron para hacer la búsqueda. Un vecino lo consiguió”, agregó el padre de la víctima.
Rodríguez, de 33 años y quien se dedica a la albañilería, dijo que su hijo no acostumbraba a bañarse en el río. Él tampoco se lo permitía y lo regañaba cuando lo desobedecía. Cuando el río estaba más bajo era más habitual que se fuera a bañar. “No sé qué le pasó ese día”, lamentó.
El alcalde Tito Oviedo y el dueño de la funeraria Santa Bárbara prestaron el apoyo para el servicio del sepelio. El entierro fue este lunes 9 de agosto a las 11:00 a.m.
Sin atención

Actualmente en Ciudad Guayana, el río Orinoco está en alerta verde y el río Caroní en alerta amarilla. En esta temporada, todas las previsiones de las autoridades es que haya una crecida mayor a la de 2018. Los habitantes de los sectores vulnerables a inundaciones dicen estar acostumbrados a la crecida.
Sin embargo, frente al riesgo que representa por las inundaciones de las viviendas más cercanas a las orillas de estos ríos, las familias vulnerables aseguran que desconocen cuáles serán los refugios habilitados en caso de emergencia. En años anteriores se dispuso de espacios de las escuelas cercanas, pero este año solo han escuchado que esta vez no se usarán estos centros.
“El sábado vino un ratico Protección Civil, pero lo que hicieron fue llegar al frente y regresarse, ni se bajaron ni nada a preguntar, se pararon, vieron y se fueron. No han venido a hablar de refugio. A la hora de una emergencia no sabemos a dónde acudir”, comentó Rodríguez.
Caroní, a 30 centímetros de la alerta roja
De acuerdo con el registro de Protección Civil, hasta las 7:00 a.m. de este lunes 9 de agosto, el nivel del río Caroní se ubicó en 12,20 metros (alerta amarilla), a 30 centímetros de alcanzar la alerta roja. El río Orinoco, en Palúa, se ubicó en 11,21 metros, sobrepasando también la cota de alerta amarilla (11,00 msnm).
En la franja de Castillito en Puerto Ordaz, todavía no se aprecian grandes afectaciones por la crecida del río Caroní. Sin embargo, en el sector Los Monos las aguas empezaron a anegar las primeras casas.
Una de las afectadas se mudó provisionalmente a casa de su hermana Ana Zacarías, quien vive al lado.
“Ella se mudó el miércoles en la noche cuando el agua se le metió a la casa. Aquí a veces el agua llega hasta el pasillo, pero ya desde abril yo empecé a acomodar todo por si nos tocaba salir. Algunos se van para un refugio, yo me voy para casa de mis hermanos”, dijo Zacarías.
Al igual que en Campo Rojo, en el sector Los Monos también desconocen cuál será el refugio al que pueden acudir en caso de emergencia. “Siempre ha sido la escuela Roraima, pero este año dijeron que parece que no van a recibir a nadie, que no la usarán para eso”, comentó un vecino.

– ¿Y han venido Protección Civil y Bomberos?
– Vienen, toman la foto y se van. Nos dicen que estemos pendientes de que este año la crecida será más grande, pero hasta ahí. Ya uno está acostumbrado.
– ¿El gobierno les hizo promesas en los años anteriores?
– A mi hermana le prometieron una casa y ve, tiene todavía la misma casa que se le inunda todos los años.
Inundación en El Dorado
En el sur de Bolívar también se registran afectaciones por las lluvias de los últimos días. Un reporte del Destacamento 624 de la Guardia Nacional en Tumeremo informó sobre el desbordamiento parcial del cauce de los ríos Yuruani y Cuyuní, en la población de El Dorado, municipio Sifontes.
Los sectores Barrio Cuyuní, Los Naranjos, Puerto Los Indios, El Chispazo, Fe y Alegría, resultaron afectados con 120 viviendas inundadas.
El 3 de agosto fueron al menos 15 sectores de Upata, municipio Piar, los afectados luego de más de cuatro horas de fuertes precipitaciones, que ocasionaron el colapso de los drenajes en los canales del río Yocoima y las quebradas El Caballo, Cupapuicito y El Diablo.