La ONG Fundaredes presentó su estudio de Curva de Violencia del primer trimestre de 2021, que documenta las cifras de homicidios, desapariciones y enfrentamientos en los estados fronterizos Apure, Amazonas, Bolívar, Falcón, Táchira y Zulia, y el cual refleja que, a pesar de la pandemia, la criminalidad en la frontera sigue en aumento.
De acuerdo con el informe, entre enero y marzo de 2021 la Curva de la Violencia documentó 306 homicidios en los seis estados fronterizos monitoreados. “De ese total, 161 murieron en presuntos enfrentamientos con cuerpos de seguridad; es decir, 52,61% de las víctimas perdieron la vida a manos de uniformados que deberían ofrecer protección a la población. Los demás casos, en su mayoría, fueron robos, actos de venganza, sicariatos y femicidios”.
Zulia ocupó el primer lugar con 146 homicidios, seguido de Bolívar con 56, Táchira con 40, Falcón con 35, Apure con 23 y Amazonas con 6.
En cuanto a las desapariciones y/o secuestros, Fundaredes destacó en su informe que uno de los hallazgos más resaltantes fue el aumento en los casos de desapariciones y/o secuestros: 77 hechos frente a los 61 registrados en el mismo período de 2020; que equivale a un incremento de 26,23%. En el último trimestre de 2020 la Curva de la Violencia contabilizó 69 casos.
En este caso, Bolívar se posicionó en el primer lugar de los estados fronterizos con más desapariciones. Entre enero y marzo se contabilizaron al menos 25 casos, entre ellas 5 mujeres. Le sigue con 18 desapariciones, 5 de ellas mujeres; Táchira con 15 desaparecidos, tres eran mujeres; Apure registró 11 personas desaparecidas, todos hombres; Falcón 7, tres de ellas mujeres; y Amazonas con un hombre desaparecido.
“Solo en enero desaparecieron 13 personas en Bolívar, siendo el mes y el estado que más delitos de este tipo registró”, destacó el informe de Fundaredes.
Sobre los enfrentamientos armados, Zulia ocupa también el primer lugar, seguido de Bolívar.
“En el primer trimestre de 2021 ocurrieron 113 presuntos enfrentamientos que involucran a organismos de seguridad del Estado y que dejaron 161 víctimas. Estos hechos generalmente son considerados ejecuciones extrajudiciales por expertos en seguridad ciudadana y derechos humanos, aunque son reportados oficialmente como enfrentamientos para justificar el uso de las armas. Los presuntos enfrentamientos fueron la primera causa de muertes violentas con uso de armas durante el primer trimestre de 2021”, señaló Fundaredes.
Los principales organismos de seguridad involucrados fueron las policías regionales de Zulia, Bolívar y Falcón; el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la Guardia Nacional, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas), la Policía Nacional, las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el Ejército y las policías municipales. También participaron grupos armados irregulares de origen colombiano.
Violencia en Bolívar
Además de los 56 homicidios registrados en Bolívar, hubo 16 presuntos enfrentamientos en los cuales resultaron muertas 15 personas. En esas muertes se incluye el asesinato de una maestra y su esposo en una mina del municipio Sifontes, a donde acudieron como alternativa para buscar mejores ingresos económicos. Las denuncias apuntan a que la pareja se negó a abandonar la mina cuando recibió una advertencia de grupos subversivos, acusados del asesinato.

De estos 56 crímenes, solo en enero se registraron 27 de ellos. Las 25 desapariciones lo posicionaron en el primer lugar, y uno de los casos emblemáticos fue el secuestro del exconstituyente y vicepresidente de la Cámara de Comercio en Roscio, Wuihelm Torrellas.
“De manera paralela a la guerrilla, las mafias mineras y el hampa común han impuesto su poderío en Bolívar. Un exconstituyente fue secuestrado junto con su escolta y para liberarlos exigían 15 kilos de oro. Al no recibir pronta confirmación del pago decapitaron al escolta. El político aseguró que logró huir, pero un video difundido por la banda del Perú reveló que fue liberado. Lo llamaron ‘fariseo’ (traidor) y le dejaron amenazas implícitas”, detalla el informe.
En cuanto a los supuestos enfrentamientos, en seis de ellos participó la Policía del estado Bolívar (PEB), seguido de la PNB, GNB, FAES, Ejército, Cicpc y la Dgcim. El municipio Caroní fue de nuevo el más violento del estado Bolívar, seguido de El Callao y Angostura.