Desde el 17 de octubre se dio una incursión de militares de las Fuerzas Armadas en la mina del sector Imataca, en el municipio Sifontes del estado Bolívar, que terminó con el desalojo por la fuerza de los mineros de esta zona.
Desde el jueves, habitantes de Tumeremo, El Dorado, La Nueva Jerusalén, El Limón, entre otros, se sumaron en protesta para rechazar los atropellos de los funcionarios militares y exigir el cese de la represión y violaciones de derechos humanos.
A través de un audio, los mineros dieron a conocer que 200 de ellos huyeron montaña adentro, a unas 10 horas de Imataca. Allí han permanecido en los últimos días y piden auxilio para poder salir en búsqueda de alimentos, sin el riesgo de un ataque militar.
“Tenemos miedo de salir y que nos salgan unos militares a agredirnos. Estamos durmiendo en el monte, porque la mayoría nos vinimos sin las hamacas, porque tuvimos que huir asustados. Hay mujeres y niños. Le hacemos un llamado a las autoridades, al fiscal general Tareck William Saab, al presidente Nicolás Maduro, para que cesen los atropellos. Queremos que esa gente se vaya para nosotros salir a buscar alimentos. Somos 200 mineros que estamos pasando hambre aquí”, denunció uno de ellos.
En videos se evidencia los destrozos que quedaron del desalojo. Una de las cosas que generó indignación en el pueblo de Sifontes fue la quema de una iglesia cristiana en el sector Imataca.
“El Gobierno primero nos llegó mansitos, que podíamos trabajar, que nos iban a ayudar. Nos taparon la cara para robarnos la comida, el oro, nos trataron como si fuéramos unos perros, y nos quemaron la iglesia del pueblo”.
Los comerciantes de Tumeremo protestaron con una “hora cero” indefinida, que comenzó el jueves 20 de octubre.
“Queremos hacer saber ante la opinión pública de nuestro municipio Sifontes que los comerciantes de Tumeremo somos gente trabajadora, pujante, que colocamos nuestro grano de arena por el desarrollo de nuestra sociedad y nuestro mayor anhelo es la paz y estabilidad de las familias sifonteñas. Ante los graves atropellos, abusos y denuncias por parte de la población minera de Imataca, sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, nosotros nos hacemos solidarios”, dijeron en un comunicado.
Los mineros también denunciaron que los militares los sacaron a golpes y apuntándoles con armas de fuego. No es la primera vez que en el municipio Sifontes denuncian atropellos durante operativos militares para desalojar las minas. La mayoría de las denuncias involucran principalmente a funcionarios del Ejército y la Guardia Nacional Bolivariana. Aunque en muchos de estos campamentos se ejerce la minería ilegal, el uso indiscriminado de la fuerza represiva forma parte de las irregularidades registradas por la Misión de Determinación de Hechos sobre Venezuela.
Hasta ahora ninguna autoridad gubernamental se ha pronunciado sobre lo ocurrido en Imataca y las protestas en diferentes poblados del municipio, en solidaridad con quienes trabajan en la minería artesanal. Se estima que más de mil personas que hacían vida en Imataca fueron desplazadas.