La frontera entre Táchira y Norte de Santander, por su actual condición, ofrece múltiples escenarios en los que se ven envueltos los viajeros que frecuentan la zona para ingresar o salir de Venezuela.
En la terminal de San Antonio del Táchira las personas que arriban con maletas, y que tienen como primer destino el país vecino, son abordados por los llamados “asesores”.
Estos grupos, la mayoría integrados por migrantes internos -ciudadanos de otras regiones de la nación que hacen vida en el municipio Bolívar-, dan a conocer sus servicios a quienes, por diversas razones, necesitan entrar a Colombia vía trocha.
“10 dólares o 40 mil pesos cobran por persona”, aseguró una fuente consultada por el equipo reporteril de La Nación. La suma abarca cualquier alcabala que los llegue a interceptar durante el trayecto.
La persona que no posee pasaporte suele emplear este servicio. “Los que vienen por primera vez aceptan con cierta desconfianza, pues no saben a qué se van a enfrentar una vez ingresan por esos caminos verdes”, prosiguió.
Estos “asesores” también rondan las cercanías a la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira. Allí suelen entablar conversaciones con aquellos que, por alguna u otra razón, no pudieron emplear el puente internacional Simón Bolívar.
Hay días en los que estos “asesores” son retirados por las autoridades del puerto terrestre. Pero también hay momentos en los que parecieran tener la “cancha” dispuesta para seguir con sus “oficios”.
El cierre de los puentes internacionales y el hecho de que las trochas, por mucho tiempo, se han convertido en una especie de sustituto, avivó esta clase se panoramas.
“Pasaje para Caracas, Maracay, Valencia”
En La Parada, y en las cercanías al tramo binacional, es frecuente escuchar la siguiente frase: “pasajes para Caracas, Maracay, Valencia”.
Muchas de estas personas, llamadas “pisteros”, trabajan directamente con las agencias que venden los pasajeros interurbanos en la terminal de pasajeros, apuntó otra fuente, cuyo nombre prefirió tener bajo resguardo.
“En estos casos, el usuario llega a la terminal con su pasaje adquirido en La Parada. En la mayoría de ocasiones se da cuenta de que le hubiera salido más económico si lo compraba directamente en la taquilla”, dijo.
No obstante, ha habido pasajeros que llegan con boletos falsos. “He visto a personas llorar porque los han engañado con un ticket falso y les toca volver a comprar el pasaje aquí, en la terminal”, lamentó.
En el corregimiento colombiano hay otro grupo de “asesores” que se encarga de guiar al ciudadano que entra por el puente, con pasaporte en mano, para sellar en Migración Colombia.
“Le hacenos el check mig. Cobramos 10 mil pesos por el trámite”, precisan al cliente, una vez lo notan interesado en que le presten el servicio.
“El check mig es un paso que debe cumplir la persona que va a sellar su pasaporte y lo debe hacer mediante la página de Migración Colombia”, detalló el asesor consultado.
Disminuyeron las denuncias por extorsión
Aunque han disminuido en La Parada las denuncias de extorsión por parte de los viajeros, aún se registran casos de ciudadanos, con maletas en mano, que los obligan a pagar una tasa de salida (20 mil pesos) para poder seguir con el tránsito.
Estos grupos están identificados con la banda irregular “El Tren de Aragua”, la cual echó raíces en la localidad comercial colombiana, amedrentando a muchos pasajeros.