Varios hechos marcaron a la frontera colombo-venezolana en 2023. Justo el 1 de enero, y tras el primer paso dado por ambos países el 26 de septiembre de 2022, fue inaugurado el puente internacional Atanasio Girardot, con la presencia de autoridades de Colombia y Venezuela.
Ese día, domingo, el paso de vehículos se restableció por un tramo binacional que esperaba en silencio ser estrenado por los habitantes de las dos naciones. Los arreglos y el condicionamiento de las oficinas y demás instalaciones se ejecutaron en tiempo récord. El gran letrero en azul, con la palabra Venezuela fue la principal atracción.
Ese avance significó un punto de quiebre para los más de siete años de cierre que sumaba la frontera entre Táchira con Norte de Santander. Un mes y 17 días después, por los emblemáticos puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, se reactivó el paso de vehículos.
Con fuerte incredulidad por parte de la ciudadanía se llevó a cabo la circulación de los primeros carros y motos por los trayectos de San Antonio del Táchira y Ureña, quedando un horario de 15 horas para su funcionamiento: de 6:00 am a 9:00 pm, hora venezolana.
A los días, los túneles fueron retirados del puente Simón Bolívar y reinstalados en las taquillas para el sellado de pasaportes. Era necesario para facilitar el tránsito de vehículos por un punto que, históricamente, ha sido el más frecuentado por visitantes y propios.
Con estos virajes, los informales que nacieron a raíz del cierre, se fueron despidiendo de la zona: Carretilleros, silleteros, trocheros, lomotaxistas, carrucheros y bicitaxis. En la actualidad, más del 90% de estos grupos, conformado en su mayoría por migrantes internos, ya no está en el eje San Antonio del Táchira-Ureña.
Retorno de los interurbanos
A partir del 26 de junio se dio el regreso de los buses interurbanos a la frontera, tras más de tres años sin poder hacer el recorrido hacia una zona que reclamaba su ingreso a los andenes de la terminal de San Antonio del Táchira.
Con la llegada de la pandemia, en marzo de 2020, el servicio fue suspendido hacia unos municipios donde se decretó toque de queda y aislamiento total. La medida estuvo justificada durante esa emergencia; sin embargo, con el levantamiento de las restricciones por el COVID-19 no se justificaba el bloqueo que aún tenían los expresos, pese a que a San Cristóbal ya estaban entrando.
La llegada de los buscamas con rutas hacia el centro y oriente del país permitió que el dinamismo regresara a unas instalaciones que estuvieron condenadas a la soledad y estaba asfixiando a los cientos de trabajadores que hacen vida en el puerto terrestre.
Guerra de decretos
Hubo tres decretos que, a mitad de 2023, entorpecieron la posibilidad de que se restableciera el transporte público binacional. La Alcaldía del municipio Bolívar arrancó con una resolución (001) que creó un corredor vial en la avenida Venezuela y limitaba a los taxis a llegar al puerto terrestre. La incitativa no fue vista con agrado por los transportistas.
Le secundó el área metropolitana de Cúcuta, con la resolución 077, que reducía el tránsito del transporte público binacional venezolano por el Atanasio Girardot, en el sector de Tienditas del municipio Pedro María Ureña, atizando también el malestar de conductores y usuarios.
Ureña no se quedó atrás. Las autoridades emitieron un decreto en el que cerraban las opciones de los taxistas colombianos a tres rutas y que, al final, dio a entender que se trataba de una “guerra de decretos” que estaba perjudicando el libre tránsito de los transportistas.
Regresaron vuelos comerciales
El 15 de septiembre regresaron los vuelos comerciales a la frontera con la aerolínea Conviasa y la ruta Caracas-San Antonio, viceversa. Se trató de una orden presidencial dada por Nicolás Maduro en su programa de los lunes, y durante la petición que hiciera el ciudadano de Libertadores de América, Carlos Eduardo Barrera Maldonado, el pasado 14 de agosto.
Con ese gran paso y tras más de 11 años cerrado (solo llegaban vuelos privados) se derrumbó la tesis de que la pista no estaba apta para el aterrizaje de aviones como los Boing 737-300. A las semanas se sumó Estelar con la misma ruta y, recientemente, lo hizo Rutaca con el vuelo Porlamar-San Antonio, y viceversa.
El cambio de nombre del puerto aéreo, sin la aprobación de la mayoría de los habitantes del municipio Bolívar, se dio a conocer en Gaceta Oficial 42.724. Las instalaciones ya no se llaman Juan Vicente Gómez, sino Cipriano Castro, una decisión con bastante tinte político por las explicaciones que dieron las autoridades. “Gómez era imperialista, mientras Castro era nacionalista y antiimperialista”, argumentaba el gobernador Freddy Bernal tras el cambio.
Más de 250 mil migrantes
Por esta frontera, más de 250 mil venezolanos migraron en 2023. A diario, precisó el analista en temas de frontera William Gómez, se estimó una diáspora de 700 personas, que se traducían en 21 mil cada mes.
Gómez recordó que, a lo largo de este proceso migratorio, más de 7.7 millones de venezolanos se han establecido en todo el mundo. Solo en Colombia hay un aproximado de 2.8 millones de venezolanos.
El Darién y la isla de San Andrés son los puntos más frecuentados por venezolanos que buscan llegar a Estados Unidos tras haber atravesado zonas que han dejado al desnudo la gran vulnerabilidad a la que se exponen estos grupos: Extorsión, secuestro y tráfico de migrantes.
“Bienvenidos colectivos binacionales”
El pasado 23 de octubre, la Alcaldía del municipio Pedro María Ureña, junto al AMC, dieron el gran paso con el restablecimiento de los Transoriental y Frontera y algunas empresas de carritos cinco puestos. El ejemplo lo siguió el municipio Bolívar, con el paso de los corta distancia el 6 de noviembre.
La medida trajo consigo una respuesta positiva por parte de los usuarios, quienes venían, mes tras mes, solicitando la reactivación de un transporte que garantiza mayor comodidad y seguridad para los ciudadanos.
La Moderna, Bolivarianos y Col-Ven -esta última cinco puestos- también lograron reactivarse tras algunas trabas puestas por funcionarios venezolanos al momento de cruzar el puente Simón Bolívar. El problema fue subsanado para las pocas unidades que han habilitado en el país vecino. El principal talón de Aquiles de las empresas venezolanas es la longevidad de sus buses y carros.