“A pesar de que me ha tocado trabajar en otras cosas, porque hay temporadas que no son muy buenas, no dejaría jamás la pesca, porque me permite ser libre, ser quien soy y me ha ayudado a mantener mi hogar”, dijo Maribel a la Red de Mujeres Constructoras de Paz, una comunidad conformada por 239 periodistas y activistas que, con el impulso por IPYS Venezuela y otras organizaciones, promueve el reconocimiento y la visibilización de la desigualdad de género.
Maribel es el rostro de una de las tantas mujeres que se levanta mucho antes del amanecer para salir a la faena que realizan sobre lanchas en Chichiriviche de la Costa, estado La Guaira.
Considera que esa forma de vida ha sido su camino para empoderarse y participar abiertamente en los espacios de decisión de su sector productivo, el pesquero.
“Tengo cuatro hijos: dos hombres de 32 y 26 y dos mujeres; una de 29 y la menor de 20 años. Todos pescan, ellos aman este oficio tanto como yo. Es que sin duda, esto nos ha dado todo lo que tenemos”.
En el caso específico de La Guaira, la región cuenta con 24 Conppa distribuidos a lo largo y ancho de nueve de las 11 parroquias. Todos tienen mujeres inscritas como pescadoras, procesadoras, unas son parte del comité, otras se encargan de la parte social y organizativa y hay quienes, además de sacar rubros del mar y procesarlos, los comercializan, asegura Luis García, presidente del Consejo de Pescadores y Acuicultores de Caraballeda.
Maribel señala que aunque puede realizar cualquier trabajo, aún es discriminada, pues sus compañeros de faena tienden a subestimar sus capacidades por el simple hecho de ser mujer.
“Piensan que no puedo lanzar una red que mide 70 metros de longitud y 1.50 metros de anchura o sacarla del mar, se impacientan cuando me tardo más que ellos preparando el anzuelo o al momento de retirar la red del agua. El hecho que sea más cuidadosa les molesta, pero a mí nada de eso me detiene, yo tengo lo que se necesita para realizar este trabajo: paciencia, agilidad y mucho coraje”, dijo.
Cuenta que hay mujeres en su pueblo que le preguntan cómo ha logrado tanto. “Me encanta que me pregunten eso porque es ahí donde les digo que nada en esta vida se logra quedándose en casa de brazos cruzados. Si queremos algo debemos salir, buscarlo, trabajar por ello hasta conseguirlo. Yo siempre estoy haciendo algo, a veces ni tiempo de sentarme a tomar un café me da”.
Agregó que es fiel creyente de que los sueños sí se cumplen, siempre y cuando trabajes duro. “Mi motivación son mis hijos y a ellos les inculco la importancia de ganarse la vida honradamente, ese será mi legado. Quiero que las mujeres de mi pueblo entiendan que no importa de dónde vengas o que tan humilde eres, avanzar y ser alguien en la vida depende de uno mismo”.
En busca de la igualdad
La FAO, organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estima que cerca del 50% dentro del sector pesquero en el mundo son mujeres, es decir, alrededor de 54 millones de mujeres se dedican a la pesca artesanal.
También dice la FAO que muy pocas ocupan posiciones de liderazgo y todavía la mayor parte de ellas trabajan con unas condiciones inferiores a las que disfrutan los hombres.
El informe de Prodemu (2023), titulado, Género y sustentabilidad: las mujeres en el ámbito de la pesca, señala que a pesar de que las mujeres representan el 47% de la fuerza laboral pesquera mundial, en especial en las actividades de pre y postproducción, sus aportes son ignorados y no reconocidos.
“Pese a esta invisibilización social, la participación de las mujeres ha ido en aumento en el ámbito mundial y particularmente en Chile, donde están mucho más organizadas, demandan reconocimiento simbólico, político y económico de su labor, lo que ha significado un cambio en la agenda política de las instituciones que guardan relación con el ámbito pesquero”, se detalla en el informe.