Consecuencia de una presunta malversación de fondos que generó la no cancelación del servicio de electricidad, habitantes de la Torre B-2 de Residencias Karuay, en Alta Vista, quedaron sin el suministro de gas desde el fin de semana y este martes Corpoelec cortó el suministro eléctrico al ascensor y a la bomba que les surte el agua.
Los vecinos afectados explicaron que Corpoelec suspendió el servicio porque alega que la torre tiene una deuda de más de un año, por lo cual los residentes deben pagar más de 4 mil dólares para que se reponga el suministro eléctrico.
Ante esta situación, la administradora y residente alega a los afectados que había abonado parte de la deuda, y como se ha mantenido la mora, les suspendieron el servicio afectando a 117 familias que residen en el edificio.
La respuesta de los vecinos fue no cancelar el servicio a la cuenta del condominio, sino que se trasladaron a Corpoelec para hacer los pagos de manera particular.
De igual manera informaron que denunciaron a la administradora ante los cuerpos de seguridad y la Fiscalía.
Kemberly Romero, afectada y con 31 años como residente de la torre, señaló que la administradora manifiesta que solo ha hecho un abono del año pasado y aún Corpoelec no lo ha debitado.
Al respecto, la solución que ofrece Corpoelec es que firmen un convenio de pago, pero primero deben abonar 2 mil dólares de la deuda, además del 30 por ciento del monto por concepto de reconexión del servicio, sin el cual ya llevan más de 24 horas.
Nairuth Rodríguez, vecina con 27 años de residencia en la torre, denunció que hay muchas personas de la tercera edad afectadas, porque padecen en su mayoría de problemas de salud crónicos.
Es mentira que se conseguirán los 4 mil dólares y la administradora no dice dónde está el dinero pagado por concepto de electricidad, la morosidad siempre ha existido, pero no al punto que en un año jamás se haya pagado el servicio eléctrico. Ella dice que Corpoelec no procesó los pagos, pero no muestra los recibos para meter el reclamo, relató.
Lo cierto es que muchos perjudicados se han visto en la necesidad de acudir a casa de conocidos y familiares para poder bañarse, lo cual impacta negativamente su dinámica cotidiana.