La escasez de combustible, el insuficiente transporte público y la paralización laboral hizo de las entregas a domicilios en bicicleta una alternativa de trabajo en cuarentena. El emprendimiento, sin embargo, comporta un riesgo para los repartidores dado el incumplimiento de leyes de tránsito y la delincuencia en las calles de Ciudad Guayana.
César Barrios, contador público, empezó a hacer encomiendas en bicicleta el pasado mes de abril para generar un ingreso extra que le permitiera saldar los gastos de alimentación y servicios básicos, a raíz de quedar fuera del plan de contingencia en la empresa estatal en donde labora.
![]() Entre 15 y 20 dólares puede costar el mantenimiento de bicicletas | Fotos William Urdaneta |
Hace más de un mes, mientras llevaba un paquete un delincuente intentó robarlo en la avenida Atlántico a la altura de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo). “Me dijo que me parara, yo no me detuve. Gracias a Dios no accionó el arma, porque había dos personas más adentro, si yo me detenía me iban a quitar todas mis pertenencias”, expresó.
Entre las 4:00 y 5:00 de la tarde el flujo de personas en las calles disminuye y quedan aún más vulnerables ante la delincuencia. Barrios conoce de al menos cinco robos de bicicletas en las últimas semanas.
La imprudencia de choferes también es un riesgo. Hace dos semanas sufrió un accidente luego de que un vehículo a exceso de velocidad lo interceptara en el estacionamiento del Centro Comercial Biblo’s de Unare. Las heridas fueron leves y pudo solucionar en el mismo sitio las averías que tuvo la bicicleta.
“Aquí mucha gente no respeta los semáforos, incluso si está funcionando, no lo respetan”, comentó. Instó a los conductores a respetar el distanciamiento de metro y medio, porque además de la posibilidad de causar un accidente, puede intimidar a ciclistas inexpertos. A los ciclistas recomendó no conducir en contravía.
La preparación…
“No hay cultura de ambos lados”, expresó Ronald Llumiquinga, trabajador de Aluminio del Caroní (Alcasa) y ciclista con más de 10 años de experiencia. Tiene dos meses siendo repartidor a domicilio y ha visto cómo ciclistas, motorizados y choferes incumplen las normas de tránsito.
Algunos ciclistas no llevan casco o van manejando a contravía, mientras muchos choferes tienen un manejo agresivo y no respetan los semáforos. Él, a pesar de su experiencia, sufrió un accidente con un motorizado que le obstruyó el paso. Subrayó que por su agilidad solo sufrió heridas leves en las manos, pero tuvo que gastar 20 dólares en un disco de freno y enderezar el ring.
En un día productivo puede hacer más de siete envíos que, dependiendo de la ruta, podría implicar más de 80 kilómetros, lo que genera una gran demanda de energía al cuerpo. Conoce casos de personas inexpertas que han salido sin comer o sin agua y al cumplir los 20 kilómetros pueden sufren problemas físicos o bajas de tensión. Advirtió que es importante salir preparado ante el calor de la ciudad.
“Busquen información antes de lanzarse a la calle”, recomendó. Llumiquinga agrega a su listado de sugerencias cumplir las normativas de tránsito, no ir en exceso de velocidad y llevar equipos de protección.
Alta demanda en el sector de bicicletas
En la ciudad desde hace seis semanas no hay despacho de combustible con regularidad, dado esto la gasolina puede ser vendida hasta en cinco dólares el litro, la única alternativa para quienes se quedan sin poder usar sus vehículos, termina siendo migrar a esta alternativa de transporte que implica mayor esfuerzo físico a un menor costo monetario.
Junto al incremento de ciclistas también ha subido la demanda de bicicletas, repuestos y equipos de ciclismo. Carlos Millán, encargado de la tienda de ciclismo King Bike, detalló que años atrás 250 tripas ring 26 podían tardar hasta casi un año en venderse, la semana pasada vendieron la misma cantidad en cinco días.
![]() Una bicicleta usada tiene un costo de alrededor de 100 dólares, mientras una nueva se puede conseguir por encima de los 300 |
La escasez de combustible, las trabas de traslado a nivel nacional y la gran demanda de insumos han aumentado casi en un 24% el costo de los repuestos de la marca Shimano -de las más famosas en el ciclismo-, sin embargo, las ventas han subido exponencialmente.
“El taller se ha movido como nunca, estamos súper colapsados. La gente se sorprende, va a hacer algo básico a la bicicleta y les digo ven a buscarla en cuatro días, era algo que antes hacías en un momentico”, comentó. Diariamente recibían para mantenimiento como máximo cinco bicicletas, ahora pueden recibir más de 20 solo el lunes. “Le decimos que no a la mitad porque estamos muy full”, expresó.
Vendiendo repuestos y equipos tienen alrededor de cinco años y con el taller tienen dos años y medio. Aunque las ventas varían, desde la cuarentena han logrado alcanzar el tope más alto desde su inauguración. En una semana vendieron 40 bicicletas, cuando anteriormente podían vender dos o tres por semana.
“Tratamos de tener opciones económicas para que todos puedan tener el casco sin ninguna excusa”, comentó. Este equipo puede tener un costo de 25 dólares. Desde la empresa tratan de concientizar sobre el uso de los implementos de seguridad y no comprar bicicletas en mercados negros que, en su mayoría, son robadas.
Retrasados a nivel de seguridad
Entre las recomendaciones básicas para manejar en zonas urbanizadas están: circular en el sentido del tránsito o por la ciclovía de tenerla; hacer señales antes de maniobrar o hacer algún cruce; hacerse ver, iluminándose con ropas claras y materiales reflectantes; llevar las luces reglamentarias: blanca adelante y roja atrás; no usar auriculares que disminuyan la audición y usar el casco.
Sin embargo, pese a todas estas recomendaciones, Ciudad Guayana tiene grandes limitantes de infraestructura que generan mayores peligros y vulneraciones a la seguridad de los ciclistas o motorizados.
En el mes de septiembre fallecieron dos motorizados, uno de ellos, repartidor a domicilio, el semáforo en ese momento no servía. En diciembre de 2019 un ciclista también perdió la vida luego de ser arrollado por una camioneta en la avenida Loefling.
Al contrario de Bogotá o Buenos Aires, Ciudad Guayana no tiene ciclovías. Las calles de la ciudad no están debidamente asfaltadas ni alumbradas, no hay fiscales ni funcionarios que vigilen el cumplimiento de las normas de tránsito y pocos son los semáforos que se mantienen funcionando. Además, la soledad de las calles y la delincuencia ponen en peligro a los ciclistas y disminuye el respeto de los pocos semáforos que sirven.
Todas estas condiciones, sumadas a la migración -de personas sin la debida experiencia- de carros a bicicletas son un cúmulo de condiciones que demandan mayor conciencia, educación y una infraestructura que proteja a los ciudadanos.