El internet ABA de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) es uno de los más lentos de Latinoamérica desde 2015, cuando el crecimiento de la red se estancó como consecuencia de una acentuada desinversión. Y nada ha cambiado: durante la cuarentena los niveles de conectividad han caído a niveles paupérrimos. Vecinos en Puerto Ordaz han denunciado inestabilidad, lentitud, y ausencia en el servicio, así como nula respuesta de la empresa telefónica estatal.
Las consecuencias las sufren todos, en especial, quienes dependen de internet para su sustento como el caso de Anneris Carrasquel, quien es community manager y asistente de social media para una empresa de publicidad en Estados Unidos. Por las fallas del servicio ha tenido que pagar a técnicos particulares para activarlo. En enero de 2019 canceló 20 dólares y en marzo otros 20 más para medio solventar.
Pero ni así el panorama mejora. La conexión de descarga y subida a veces es tan lenta que no le permite trabajar ni enviar todas las asignaciones. “Desde que empezó la cuarentena se ha puesto súper pesado”, relató.
En la urbanización Las Garzas, donde vive, la caseta de conexión tiene cables dañados, pelados y mal puestos; un mal manejo de los cables puede significar dejan sin internet a toda la residencia.
Anneris casi no tiene descanso porque trabaja después de las 9:00 de la noche porque es el único momento del día que tiene conexión. No quiere dar excusas para cumplir con sus asignaciones, por eso prefiere recargar saldo a su teléfono y trabajar con los datos móviles, que son mucho más costosos, para evitar pedir prórrogas constantes a sus empleadores. El gasto, generalmente, es de 50 mil bolívares diarios.
Irse para no volver
Vecinos de La Arboleda han tenido que apoyarse con las claves del Wi-fi para poder acceder a internet debido a que la conexión no llega a todas las casas | Foto William Urdaneta |
Los cortes eléctricos también han perjudicado el servicio de navegación en sectores de Alta Vista, en Puerto Ordaz. Los vecinos no se han conectado a internet desde la falla subterránea del domingo 3 de mayo. Pero, en general, desde el inicio de la cuarentena el servicio es deficiente y enviar las tareas escolares ha sido un suplicio para muchos. “Se me ha complicado en el cumplimento de las tareas de los muchachos”, aseguró Nilyhan Castillo, madre de tres niños.
Castillo contó que no solo los alumnos no tienen servicio, tampoco a los profesores se les carga el correo electrónico desde cinco días por lo que han tenido que migrar a WhatsApp. “La cantidad de carga de contenido multimedia me colapsó el teléfono”.
Las ventas de algunos vecinos comerciantes también decayeron por no contar con punto de venta; muchos prestaban su Wi-fi para el pago de los productos vía transferencia o pago móvil, pero desde el corte se les ha hecho imposible. En Los Olivos, trabajadores de farmacias y empresas de productos de limpieza manifestaron tener aproximadamente tres meses sin servicio de internet. Los 3 reportes que hicieron a Cantv no fueron respondidos por los empleados, algunos han logrado resolver con el internet Banda Ancha Móvil (BAM) de Digitel pero señalaron ser aún más lento para navegar.
Afectar a otros
En las urbanizaciones de Los Olivos arreglar el servicio internet en algunas viviendas puede generar dejar sin conexión a otros vecinos. “Si arreglan una, daña otra”, dijo Geraldine Lemus, residente de La Arboleda. Pasó casi un año sin internet en su residencia hasta que vecinos contrataron a un técnico independiente para corregir la falla. Su sorpresa sería que dejarían sin servicio a otras personas de su calle.
“Con la cuarentena ha sido terrible, ha sido intermitente”, aseguró. En su casa han intentado realizar cursos en línea para aprovechar el tiempo en casa, pero su aprendizaje no ha sido el óptimo por las fallas de conexión. Su hija ha perdido parte de sus clases de inglés y el curso al que estuvo asistiendo de community manager tuvo que ser pospuesto un día por los problemas de conexión tanto de ella, como de los demás participantes.
Las fallas en el servicio han significado mayores gastos. Puede recargar 100 mil bolívares en su teléfono de forma interdiaria para conectarse. Además, en su sector, vecinos han pagado de 30 a 50 dólares a técnicos de Cantv para restablecer la conexión a internet debido a que cuando han hecho el reporte formal a la empresa nunca son atendidos. Una especie de privatización del servicio que ha venido decayendo desde que Cantv prácticamente dejó de cobrarlo.
Lemus no cree que puedan solucionar el problema debido a que uno de los técnicos particulares que los asistió les informó que en su residencia el problema es en una matriz. Dado que a las conexiones no se les ha hecho el mantenimiento necesario, muchos cables están oxidados y deben ser cambiados, lo que tendría un alto costo en dólares.
Un técnico de Cantv que prefirió no identificarse declaró vía telefónica que las redes locales no tienen mantenimiento. “Son averías que tienen años y ahora es que están empezando a salir”, dijo. El tiempo sin arreglar y el clima tienen en pésimas condiciones al cableado lo que genera mayor inestabilidad en la conexión.
Aseguró que los problemas de combustible y la insuficiencia de vehículos no permite cubrir todos los reportes y denuncias que realizan las personas. Explicó que los cobros en dólares son por los insumos, el transporte y la gasolina que implican altos costos.
Para mediados de mayo de 2019 Venezuela registraba una velocidad de 1,64 megabit por segundo (Mbps), muy por detrás de otros países de la región que puede tener una conexión entre 3 y 7 megabit por segundo.
Con la pandemia la Organización de las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos instaron a los gobernantes a aumentar las posibilidades de acceso a la información al ser “de vital importancia” y un derecho humano por la COVID-19. A su vez invitaron a garantizar el acceso a la información a las personas con acceso limitado a internet.
Pese a eso, hoy las condiciones son otras, el acceso a internet es paupérrimo y no llega a todas las comunidades. Personas que antes gozaban del servicio han quedado desconectadas completamente. En la primera semana de mayo los reportes en la ausencia del servicio fueron también en sectores como Villa Icabarú, Curagua, El Guamo y Villa Asia.