Desde hace por lo menos seis años, médicos del Hospital Dr. Raúl Leoni, en San Félix, denuncian las condiciones precarias en las que deben laborar. A diario lidian con el desabastecimiento de insumos básicos que empeora cada día.
El gremio realizó este lunes una asamblea a las afueras del centro de salud para denunciar la situación, así como la promesa de reestructuración y reapertura del Centro Pediátrico Menca de Leoni, el cual tiene más de tres años cerrado.
El doctor Luis Valera, delegado gremial, señaló que ni siquiera cuentan con guantes para atender a los pacientes, por lo que se volvió un requisito que ellos o sus familiares los compren.
“No es posible que siendo un estado minero, donde se están recibiendo recursos de la explotación de los minerales en la zona sur del estado, y el destino de estos recursos no sabemos dónde estarán, de lo que sí estamos seguros es que a los hospitales no han llegado”, cuestionó.
Sobre el cierre del anexo pediátrico, recordó que en abril de 2018, durante una visita de Nicolás Maduro a Ciudad Guayana, en plena campaña electoral, prometió los recursos para la reestructuración y reapertura de este centro cerrado por problemas de infraestructura y desborde de aguas negras, además de la escasez de insumos y medicamentos.
“El mismo gobernador Justo Noguera, frente a los ascensores, prometía que en un mes estaba restaurado el pediátrico. Han pasado tres años y se le ha hecho un daño tremendo a la población infantil de Ciudad Guayana. Toda esta situación ha llevado a que el hospital solo cuenta con el recurso humano. La comunidad tiene que identificar quién es el responsable de la situación en que está este hospital, no somos los médicos”, agregó Valera.
Indicó que actualmente el Hospital Dr. Raúl Leoni cuenta con entre 80 y 100 especialistas, cuando hasta hace unos años tenían entre 150 y 200 médicos de todas las especialidades.
“La especialidad que más ha tenido renuncias es la de anestesiología. Esto ha conducido a que el hospital solo cuente con siete o nueve anestesiólogos, lo cual agrava la situación, porque en las noches el hospital no cuenta con anestesiólogo de guardia, y si hay una emergencia hay que referirla a otro centro asistencial porque no se cuenta con el recurso humano”, advirtió.
“Anteriormente había entre 150 y 200 médicos en todas las especialidades. Teníamos cirugía cardiovascular, otorrino, cirugía oncológica se mantiene, oftalmología se mantenía también, había cirujano de mano, además de traumatólogo, gineco-obstetra, pediatra, internista. Eso ha venido disminuyendo”, agregó.
El impacto en la población infantil
Si bien no hay estadísticas oficiales sobre el sistema de salud en Venezuela, más allá de las dudosas cifras que reportan sobre los contagios y muertes por COVID-19, el cierre del pediátrico significó un impacto para la población infantil de Bolívar y estados vecinos como Monagas, Anzoátegui, Delta Amacuro.
Ernesto Urbano, cardiólogo pediátrico, recordó que con el cierre del Menca de Leoni cerraron todas las áreas de consulta, incluyendo la que manejaba.
Además de los 200 a 300 niños que se atendían diariamente, con un porcentaje del 78% de hospitalización, el cierre del consultorio de cardiología pediátrica significó dejar de atender diariamente de 25 a 30 niños con problemas del corazón.
“Estos niños cardiópatas son una prioridad para todo el Estado venezolano. No puede ser que quedaron sin atención médica, cuando teníamos los equipos, la parte de la atención muy estructurada, incluso este hospital estaba haciendo intervenciones gratuitas para niños con problemas cardíacos. Hoy en día tenemos una grave situación con los niños con problemas en el corazón, porque no pueden ser atendidos en nuestra institución”, lamentó Urbano, quien destacó que de 2010 a 2019 llegaron a atender a 19 mil niños en la consulta pediátrica.
Hoy el pediátrico está completamente desvalijado, no es ni la sombra de lo que era cuando cerró el 8 de abril de 2018.
“Viene época de elecciones, no sé qué nos dirá esta gente, cuál será la promesa ahora en salud, pero queremos decirles que los médicos estamos trabajando, unidos, y a pesar de no poder ofrecer cantidad de cosas al paciente, estamos laborando y tratando de prestar el mínimo de atención”, afirmó el médico cardiólogo.
Por su parte, José Guilán, jefe de servicio de maternidad I, calificó de deprimente la situación de lo que debe ser un hospital tipo IV.
“Una paciente llega a sala de parto y los familiares tienen que salir a comprar los guantes porque ni siquiera hay guantes para atender a las pacientes. En el pasado atendíamos de 6 a 7 mil partos de nacidos vivos al año, y actualmente no llegamos ni a la mitad, debido a la baja cantidad de insumos que tenemos. Las pacientes tienen que traer todos los insumos a la institución porque no contamos con nada”, manifestó.
Agregó que al no contar con el servicio de pediatría, también están de manos atadas para ofrecer atención completa a la parturienta.
Después del cierre del Menca de Leoni se habilitó en el hospital de adultos (Dr. Raúl Leoni) un área improvisada solo con 25 camas.