Mujeres Guayanesas en Acción se reunió este miércoles para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y reivindicar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en todas sus formas.
El encuentro se dio en la sala de eventos del diario Nueva Prensa de Guayana y se abordaron temas relacionados a la libertad, la salud física, la espiritualidad, la sexualidad y el rol de las abuelas como base fundamental de la familia.
“Convirtamos todo eso que nos hiere, nuestro dolor e impotencia por las mujeres que han muerto (en razón del género) en una lanza de lucha, seamos aguerridas, seamos mujeres de coraje. Que esta sea nuestra convicción, que somos libres por naturaleza. Que sea la fuerza de nuestra consciencia, de nuestra fe la que nos lleve a romper todas esas barreras que nos atan y logremos conquistar la libertad”, expresó Ingrid Rodríguez, administradora de profesión y activista por los derechos humanos de las mujeres.
Las palabras de Rodríguez toman sentido en un contexto en el que hubo, según el observatorio Guayanés de Violencia de Género, 31 femicidios en el estado Bolívar en 2019. Uno de los casos de femicidio más emblemáticos del país para ese año, el asesinato de la adolescente Ángela Aguirre, un hecho que aún no ha alcanzado justicia y en los que se demostró revictimización, faltas al debido proceso y retardo procesal.
Mujer como líder en la comunidad
Uno de los temas en los que se hizo más énfasis en esta tertulia es el rol de la mujer como líder en su comunidad. Eira Solórzano, promotora del fortalecimiento de capacidades de comunidades vulnerables a través de la Fundación Caminos de Esperanza, resaltó la importancia del rol de la mujer en la educación familiar. “En ese aspecto nosotras tenemos históricamente un papel sumamente importante. En la parte familiar es la mujer quien tiene la mayor responsabilidad en llevar la educación emocional, física y académica de sus hijos”.
Para Solórzano, la mujer es la encargada de hacer la siembra de valores y costumbres familiares a los hijos, todo con la finalidad de construir a un ciudadano crítico, sano y útil a la sociedad. “Ese es el rol más importante que podemos ejercer. No podemos ignorar la crisis de valores que estamos viviendo a nivel familiar, social e institucional”, expresó la activista.
El evento contó con la participación musical de la compositora guayanesa Beatriz Merchán |
Solórzano resaltó que para ella es fundamental que la mujer tome un papel protagónico en la educación de su familia en un contexto del deterioro del sistema educativo del país. “La solución es llevar educación a sus comunidades, y amor para el desempeño de esas funciones”.
La Organización Mundial de la Salud en su documento Violencia contra la mujer, un tema de salud prioritario establece que la violencia contra la mujer es un problema de salud pública. Y que tiene el potencial de trascender de generación en generación.
“Los varones que son testigos de las golpizas que sus madres reciben de sus compañeros tienen mayor probabilidad que otros niños de usar la violencia para resolver desacuerdos cuando sean adultos. Las niñas que presencian el mismo tipo de violencia tienen mayor probabilidad que otras niñas de establecer relaciones en las que serán maltratadas por sus compañeros. Por lo tanto, la violencia tiende a transmitirse de una generación a la siguiente”, versa el documento.
De ahí la importancia de cultivar en las comunidades una educación con enfoque de género y derechos humanos. Este enfoque educativo cobra mayor importancia tomando en cuenta que, según la OMS, la mayoría de las mujeres sobrevivientes a la violencia de género prefieren buscar ayuda de sus vecinos y familiares antes que acudir a la Policía y servicios sanitarios, por eso el enfoque comunitario es fundamental para preparar y concientizar a la comunidad para detectar y denunciar la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones antes de que los casos desemboquen en femicidio.
Abuela 2020
“Hablar de mujer, aunque seamos abuelas, es hablar de guerreras. Es hablar de una mujer que tiene una carga encima, sobre todo hoy. Es sobre las abuelas donde cae el mayor peso de lo que estamos viviendo”, dijo Aura Rondón, profesional de la educación ya jubilada y miembro de Mujeres Guayanesas en Acción.
Rondón invitó a los presentes a romper con el estereotipo de abuela convencional, “las que cosen y hace dulces nada más”, apuntó. “La abuela de hoy hace mucho de eso pero también es la abuela que lucha por la libertad, la que le enseña valores a sus hijos y nietos, se preocupa por el arte y la cultura”.
Rondón también hace referencia a todas aquellas abuelas que han asumido la crianza de sus nietos, debido a la crisis migratoria venezolana, en la que muchos padres dejan a sus hijos en manos de los abuelos para migrar y así conseguir el sustento necesario para mantener económicamente a su familia.
“Ahora tenemos una serie de responsabilidades que no nos correspondía tener en otra época, pero lo asumimos, y lo asumimos con fuerza”, expresó. “Vamos a asistir a las marchas convocadas, porque nuestros hijos se fueron y tienen que regresar. Si tenemos que trabajar, trabajamos, si tenemos que luchar, luchamos”.
Para Rondón las abuelas son la piedra fundamental de la familia, “tenemos un papel fundamental, somos las que hacemos perdurar en el tiempo el concepto de familia y la identificación familiar como tal” enfatizó.