viernes, 29 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Comerciantes en Caroní temen el cierre de sus negocios ante incapacidad de pagar el servicio de aseo urbano

“Esta situación no me deja ni dormir; varios comerciantes coincidimos en que si produjéramos bastante dinero en nuestros locales, pagaríamos el servicio sin quejas, pero los montos de Fospuca exceden incluso nuestros ingresos mensuales”, exclamó un empresario.

Durante el pasado mes de febrero y la primera semana de marzo, los empresarios de San Félix y Puerto Ordaz han manifestado disgusto y preocupación ante la incapacidad de pagar las altas tarifas impuestas por la empresa Fomento de Servicios Públicos Compañía Anónima (Fospuca) en el municipio Caroní, y temen que tras no poder declarar impuestos ni cancelar las multas, sus locales sean cerrados.

Los comerciantes lamentan que gran parte de los trabajadores son padres y madres, quienes cuentan con sus empleos para solventar sus necesidades; pero las medidas provisionales de embargo por adeudar mensualidades a Fospuca atentan contra sus puestos laborales.

“Aquí estamos aguantando”

Correo del Caroní entrevistó a tres directores de distintos comercios para conocer sus opiniones acerca de esta situación y cuáles serán sus futuras acciones.

En la parroquia Unare de Puerto Ordaz existe un autolavado desde hace cinco años. Además ofrecen servicios de mecánica, soldadura y rectificación de piezas, sin embargo, su dueño alega que “aquí estamos aguantando, porque la afluencia de clientes es muy baja”, por lo cual explica que no puede cancelar los 600 dólares mensuales que les cobra Fospuca.

La sede es una estructura cercada, con pisos de cemento y tierra. Está parcialmente techada y la conforman 20 trabajadores (jóvenes y adultos).

– ¿Desde cuándo existe este autolavado?

– Tenemos cinco años trabajando aquí y desde siempre ha sido difícil mantener el negocio a flote, en los últimos dos años las ventas han bajado bastante. Acá cobramos cinco dólares por lavar un carro, es el servicio por el que más vienen, y si me preguntas cuántos carros lavamos diariamente, pues no llegamos ni a 20. La cosa no está muy movida y los gastos que tenemos son bastantes también.

Fospuca nos puso una mensualidad de 600 dólares mensuales, no hemos podido pagar ni el primer mes. Mi socio y yo nos reuniremos con ellos a ver cuáles alternativas nos dan.

– ¿Cuánto pudieran pagar por el servicio del aseo urbano?

– Mira, si me dicen 200 dólares, es una suma más razonable. Los pagaría, pero 600 no. ¿Cómo les pago a mis trabajadores? No podemos trabajar sólo para reunirle a Fospuca la cantidad de dinero que nos cobra.

Ellos calculan sus tarifas en base a los metros cuadrados de cada empresa, y no consideran la capacidad de producción que tenga, entonces ponen al comerciante entre la espada y la pared, para que tengas que decidir si pagarles a ellos o a tus empleados.

A mí esta situación no me deja ni dormir; varios comerciantes coincidimos en que si produjéramos bastante dinero en nuestros locales, pagaríamos el servicio sin quejas, pero los montos de Fospuca exceden incluso nuestros ingresos mensuales. Yo espero que podamos llegar a un acuerdo con ellos. 

– ¿Y si no logran ese acuerdo?

– Ahí sí que no te sé responder, esa pregunta queda en el aire porque no sé qué haríamos. Aquí trabajan 20 personas, la mayoría con hijos, con padres que son ancianos y dependen de ellos.

Está embarazada y es madre soltera

Correo del Caroní también entrevistó a una mujer quien tiene tres años trabajando en el área administrativa del autolavado. Su nombre es Beatriz, tiene 32 años de edad y está embarazada de su quinto hijo.

– ¿Cómo te hace sentir la posibilidad de que cierren este local?

– Mira, preocupada, porque soy madre soltera. Pensar que me puedo quedar sin empleo me desespera. Aquí me brindaron la oportunidad de continuar trabajando aún estando embarazada.

Tengo cuatro hijos de 15, 14, 10 y tres años de edad, ellos dependen de mí. Si cerramos, tendré que montar un tarantín y vender chucherías, panes…

El resto de los compañeros comentan que es difícil encontrar empleo, hemos sabido que el tema Fospuca trae consigo el alza de precios, y quizás hasta la reducción de personal. 

Hotel bajo amenaza

En la parroquia Cachamay se encuentra un hotel de cinco pisos, de los cuales solo uno está en funcionamiento, debido a que los otros cuatro están abandonados por falta de mantenimiento. Según el propietario, Fospuca calculó la mensualidad incluyendo los niveles inhabilitados, siendo la tarifa mensual de 1.500 dólares.

“El equipo de trabajo de este hotel lo integran cuatro personas, cinco conmigo. Una habitación cuesta 25 dólares, con todos los servicios. Ahora, ¿cuál es la realidad? No llegan ni cinco clientes diarios, y de igual manera debo pagar el internet, el agua, la luz, los mantenimientos de los aires, la vigilancia del estacionamiento. En este hotel no se perciben 1.500 dólares al mes. Apenas estamos subsistiendo, no puedo pagar eso”, lamentó el dueño del hotel.

Un tercer empresario dijo a Correo del Caroní que su negocio (también ubicado en Puerto Ordaz) está bajo amenaza de cierre, pero se negó a brindar detalles sobre su caso “por miedo a meterse en problemas”.

El 16 de febrero del presente año, la periodista Laura Clisánchez publicó en una nota de prensa las declaraciones de José Simón Elarba, presidente de Fospuca, sobre las tarifas del servicio. Elarba aseveró que mientras los ciudadanos dicen que quieren una ciudad limpia, se niegan a pagar las tarifas.

El trabajo periodístico de Clisánchez ofreció un contraste auspiciado por una investigación del Colegio de Ingenieros del estado Bolívar, la cual determinó que “las tarifas de aseo en Caroní tienen un sobreprecio de 1.500% para residencias y de 535% para sector empresarial. Según el gremio, Fospuca Caroní recauda 2,8 millones de dólares al mes mientras sus costos operativos no superan los 400 mil dólares con utilidades incluidas”, finaliza el reporte.