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Carlos Ortiz, un carismático audiovisualista que inspiró a una generación de ucabistas

El profesor dejó huella imborrable en alumnos, compañeros de trabajo y vecinos, prueba de ello fueron los cientos de testimonios compartidos en su novenario. | Diseño Roberth Delgado

@joelnixb

La mañana del martes 6 de julio Ciudad Guayana despertó con una lamentable noticia: Carlos Ortiz, periodista, profesor de la UCAB Guayana, ancla de sucesos de TVGuayana y extrabajador de la extinta Edelca, falleció por complicaciones asociadas al COVID-19 esa madrugada.

Tras la noticia las redes sociales se llenaron de expresiones de incredulidad, fotografías y anécdotas alusivas al profesor, quien era querido y admirado por sus alumnos y compañeros de trabajo. Sus alumnos incluso lo llamaban “papá”.

Seis días antes el periodista, de 48 años de edad, había compartido en un hilo de Twitter su experiencia con el COVID-19 e informó que su grupo familiar había contraído la enfermedad. “El primero en manifestar los síntomas fui yo (…) A los dos días mi hijo mayor comenzó con síntomas como fiebre y dolor muscular, luego la nena y por último mi esposa. Solo mi hijo intermedio y mi suegro que está acá con nosotros no tienen”, escribió.

Que siga siendo luz. Que siga iluminando nuestras vidas. Y que en cada recuerdo surja una sonrisa. Que podamos seguir por siempre recordando
su vida de esta manera. Estoy segura que así lo desearía él
¡Que brille para él la luz perpetua!”

Carolina Flores

Dijo que había sido una de las situaciones más angustiantes que les había tocado vivir y que él seguía con su tratamiento y su familia ya lo había comenzado. “Cuídense mucho y si pasan por algo similar busquen ayuda de inmediato. No estamos solos… Los quiero mucho”, expresó en el último tuit.

En la UCAB Guayana además de impartir las materias de Producción Cinematográfica y Documental en la concentración de Audiovisuales, Ortiz también se desempeñó como coordinador de Audiovisuales de la Escuela de Comunicación Social.

“Carlos destacó en su rol como miembro de la escuela por su originalidad, ideas, el acompañamiento a los alumnos y profesores y, sobre todo, por su ánimo y carisma que trascendió nuestra escuela y llegó a marcar a muchos estudiantes”, se publicó en la cuenta de la escuela la tarde del 6 de julio.

Como docente siempre comprendía al estudiante, y hacía que la clase fuera dinámica e interesante. Nunca olvidaré al profesor Carlos Ortiz… Siempre formará parte de aquellos profesores que dejan una huella en sus estudiantes,
y que más que profesor, fue para nosotros como un padre”

Teresa Herrero

Luego del deceso, como espacio virtual para honrar la vida de Carlos Ortiz sus familiares y amigos decidieron crear un grupo de WhatsApp, en el que comenzaron a realizar desde el viernes 9 de julio un novenario online.

La dinámica del grupo fue cada día tener una imagen distinta de Ortiz con un mensaje, una oración inicial, el evangelio del día y luego, una persona que lo conoció muy bien compartió su testimonio, se escuchó también la música con la que lo identificaban y el grupo quedaba abierto para comentar anécdotas hasta el momento de la oración final. Cientos de testimonios de parientes, allegados, compañeros de trabajo, alumnos y vecinos fueron compartidos durante esos nueve días.

En el primer día del novenario virtual se dio gracias a Dios por la vida del profesor y la periodista, profesora de la UCAB Guayana y comadre de Ortiz, Beysis Marcano, comentó que “Carlos vivió con intensidad cada etapa, cada reto, cada proyecto que se le ponía por delante, tanto en lo personal como en lo profesional”.

Entre ellos, uno de los testimonios más sentidos fue el de su esposa Yumisay Rodríguez, con quien compartió 21 años de matrimonio y formó una familia con tres hijos. “Carlos estuvo entre nosotros para enseñarnos mucho sobre la vida y la mejor manera de llevarla. Cumplió muy pronto su cometido en este plano. Dios lo ha querido a su lado por alguna razón. Eso duele, pero su amor reparará nuestras heridas”, escribió la también periodista.

El oxicorte de TVGuayana 

Calos José Ortiz Díaz, oriundo de Caracas, estudió Comunicación Social en la sede capitalina de la Universidad Católica Andrés Bello. Llegó a Ciudad Guayana en enero de 1999, luego de haberse graduado en la UCAB Caracas y de participar en producciones televisivas en la capital.

Un primo lo invitó a probar suerte en tierras bolivarenses y a trabajar en TVGuayana. Llegó a suplir a Franklin Guerrero, periodista que cubrió sucesos por varios años.

El caraqueño, criado en Montalbán, no sabía del diarismo ni del contexto de Guayana, sin embargo, asumió la fuente de sucesos del canal con temple y seguridad.

“Llegó a mi oficina porque quería trabajar en TVGuayana, yo tenía la vacante de sucesos y él la aceptó a pesar de que nunca había trabajado como reportero, y menos en esa área, pero él era así, asumía y lo hacía, y lo hacía bien, con empeño, dedicación y pasión”, recordó Alicia Estaba, gerente de Información de TVGuayana.

Beysis Marcano recordó que en esa época eran muy comunes los robos en bancos, y el periodista frecuentemente iniciaba su nota en el noticiero afirmando que los maleantes habían utilizado un equipo de oxicorte para entrar al establecimiento, por ello sus compañeros lo apodaron cariñosamente como Oxicorte.

“Vivió con intensidad su época de reportero de sucesos, para nosotros quedará la frase: el equipo de oxicorte… Con su típico acento caraqueño”, comentó Marcano.

Alicia Estaba recordó que el joven y alegre Carlos tenía una forma muy particular de celebrar sus logros: bailaba moviendo los brazos, tronco y las piernas como una licuadora mientras cantaba Persiana Americana y le decía “jefa hoy tenemos un tubazo”.

“Carlos José cambió el rumbo para mejor, llegó donde podía desarrollar y abrir aún más ese corazón inmenso que tenía (…) Carlos llegó a arrancarnos risas, a protagonizar momentos inolvidables, a unirnos más en aquella redacción que extrañaremos siempre”, escribió Estaba.

Para aquel entonces TVGuayana tenía un convenio de intercambio informativo con Globovisión y en ocasiones sus familiares en Caracas podían verlo narrar sucesos desde el estado Bolívar. “De vez en cuando lo veíamos en TV (…) En Caracas era emocionante y nos daba orgullo cuando reportaban algunas noticias de sucesos de la zona. Aunque fuesen 30 segundos que saliera en cámara”, comentó su hermano José Rafael Ortiz.

Fue precisamente en esa televisora donde conoció a Yumisay Rodríguez y luego de forjar una gran amistad se enamoró de ella, se casaron y formaron una familia.

“TVGuayana fue de lo mejor que ocurrió en la vida de muchos. Allí no solo tuvimos un empleo, allí forjamos una gran familia que hoy día se extiende a lo largo y ancho del mundo. Allí conocí a un ser maravilloso, con quien construí sueños encantados, muchos realizados y otros que nos quedan pendientes para el reencuentro”, escribió su esposa.

Revolucionó las comunicaciones corporativas de Edelca 

Ortiz comenzó a trabajar en Edelca en 2003 como proveedor de servicios, un año después ingresó como personal fijo de la empresa en el Departamento de Comunicaciones Corporativas, del que llegó a ser jefe.

“Participamos en la creación del área audiovisual y todo lo que ello implicaba, desde la definición de las características de los equipos técnicos, hasta la preparación de un equipo humano para realizar las producciones audiovisuales”, explicó Beisys Marcano.

José Gregorio Lara Castillo fue uno de los trabajadores interesados en formar parte del equipo de la unidad de audiovisuales de Edelca, debido a que le llamaba la atención la fotografía y el manejo de cámaras, fue así como se acercó a Carlos Ortiz y le pidió que lo enseñara.

“Me dijo ¡Claro, vale! Mañana mismo comenzamos. Hablamos con los superiores y listo yo sé que tú puedes (…) Y así fue que día a día el profesor Carlos Ortiz con sus grandes enseñanzas, sus conocimientos, su forma tan grande de ser me enseñó lo que es el mundo audiovisual, práctica, teoría, etc.”, escribió Lara en el grupo del novenario virtual.

Fue en esa compañía encargada del sector eléctrico del país donde Ortiz, junto con el equipo de Comunicaciones Corporativas, creó el primer noticiero audiovisual de Edelca. En ese proceso fue tutor de muchos estudiantes de Comunicación Social que empezaron a hacer pasantías, los acompañó en los primeros pasos de su vida laboral.

Gabriela Power comentó que Carlos y su equipo “fueron los mentores de muchos recién graduados como yo, nos abrieron sus conocimientos y experiencia en Edelca, siempre estaré agradecida por esa linda oportunidad (…) Aunque en ese momento él no ejercía la docencia era algo implícito, siempre contamos con su opinión y disposición para ayudarnos”, escribió.

Más que profe, un padre 

Desde 2004 Carlos Ortiz comenzó a dar clases en la UCAB Guayana, aunque tomó un break, formó a cientos de comunicadores sociales. La mayoría de sus alumnos en el chat del novenario coincidieron en que era un profesor carismático, enérgico, profesional y servicial, por ello dejó una gran huella en sus estudiantes.

Su oficina, ubicada al lado del estudio de televisión de la Escuela de Comunicación Social, fue un lugar donde los jóvenes pasaban a conversar, debatir, buscar consejos y presentarles proyectos y temas para los Trabajos Finales de Concentración (TFC). Allí forjó lazos con muchos alumnos que lo consideraban un padre.

“Como docente siempre comprendía al estudiante, y hacía que la clase fuera dinámica e interesante. Nunca olvidaré al profesor Carlos Ortiz… Siempre formará parte de aquellos profesores que dejan una huella en sus estudiantes, y que más que profesor, fue para nosotros como un padre”, expresó Teresa Herrero.

Para Héctor Farías, Ortiz fue aquel profesor “que en todo momento me enseñó a no dejar de amar las artes audiovisuales, e incluso me hizo sentir feliz y orgulloso de haber tomado el camino del periodismo. El saber que nada es de una forma y listo, esa es la clase de enseñanzas que siempre recordaré y siempre querré recrear”, dijo.

Eloy Goncalves es uno de esos alumnos que vio en el profesor Ortiz a un padre, lo conoció en 2016, cuando ingresó al primer semestre de Comunicación Social. Durante esos primeros semestres el joven acudía a su oficina a conversar sobre cine e ideas para cortometrajes. Ortiz fue su profesor, tutor de los dos TFC y padrino de promoción.

“Te honraré con cada logro que consiga papá, porque el hombre licenciado que soy hoy en día fue gracias a tu excelente ejemplo de lo que es ser una persona de verdad. Gracias papá, por cada consejo, por enseñarme dónde es el cine, por enseñarme el balance de vida entre lo políticamente correcto e incorrecto, gracias por todas esas palabras que me subían el ánimo cuando estuve en mis peores momentos, gracias por siempre estar en cada pequeño logro que conseguía”, expresó Goncalves.

Además de profesor, los estudiantes comentaron que Ortiz era el cómplice, impulsor y mano derecha en sus proyectos académicos, tanto así que hasta fue actor de varios cortometrajes producidos por sus alumnos.

Génesis Ochoa, comunicadora social e hija putativa de Ortiz, es otra de esas personas influenciadas por el cine gracias a las conversaciones y enseñanzas del profesor, a quien la joven califica como su mentor. Recordó el último cortometraje donde el profesor había actuado como mecánico en un taller automotriz:

“Todo por el apoyo a las locuras y las ganas de que sus hijos siguieran creando, siguieran siendo fieles a sus ideas. Ese último cortometraje fue el impulso a la persecución de los sueños a la que él tanto nos hacía hincapié en su oficina: “Si hay una idea, escríbela, yo te la produzco”, “si hay que buscar cómo hacer tal toma, yo te busco cómo hacerla”, «producción resuelve todo”, “mis hijos, hagan lo que les apasiona”, recordó Ochoa. 

“Siempre recordaré al profe Carlos como esa persona que nos alentaba a cumplir nuestros sueños, que nunca dudó de nuestro potencial como profesionales y nos alentaba a ser cada día mejores personas, a disfrutar la vida y a dejar las preocupaciones a un lado. Siempre recordaré la felicidad con la que me recibía en su oficina, el cálido abrazo al entrar y el bochinche”, escribió Arleth López Villa.

El carismático caraqueño arraigado en Guayana dejó una huella imborrable en sus familiares, alumnos, compañeros de trabajo y vecinos, una muestra grande fueron los cientos de testimonios que se compartieron en los últimos nueve días:

“Que siga siendo luz. Que siga iluminando nuestras vidas. Y que en cada recuerdo surja una sonrisa. Que podamos seguir por siempre recordando su vida de esta manera. Estoy segura que así lo desearía él ¡Que brille para él la luz perpetua!”, cerró Carolina Flores, integrante de la dirección de Identidad y Misión de la UCAB Guayana y organizadora del novenario virtual del inolvidable Carlos Ortiz.