El Cuerpo de Bomberos de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Cbuneg) amplía sus funciones para atender casos de desnutrición infantil leve, moderada y severa durante la pandemia por COVID-19 en Caroní.
La iniciativa se basa en canalizar el traslado de casos con el servicio de ambulancia del cuerpo bomberil y con la asistencia médica en el Ambulatorio Vista al Sol, en San Félix.
En este centro asistencial los niños recibirán los programas de nutrición que resultan de la alianza entre el Instituto de Salud Pública (ISP) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cristalizado en mayo de 2019.
Los casos de desnutrición infantil llegarán hasta los bomberos a través de la coordinación de los consejos comunales de cada sector. Cbuneg también será receptor de donativos nacionales e internacionales para entregar a las familias atendidas, para ello requieren el apoyo de la sociedad civil.
Al módulo acuden a diario entre 30 y 60 niños con desnutrición |
La necesidad nació con el traslado hasta el módulo de Vista al Sol de Maikol Álvarez, un niño de 11 años con desnutrición y fractura de fémur antigua en su pierna derecha, sus seis hermanos y cinco primos entre los seis meses y los 11 años.
Maikol es el mayor, todos sus hermanos y primos presentan desnutrición leve, moderada -y en un caso, grave- de acuerdo con el médico especialista que los atendió en el recinto asistencial.
Su madre Maikeris Mendoza, de 26 años, se fue hace 10 meses hacia las minas de El Callao, al sur del estado Bolívar, como comerciante para amortiguar la crisis económica. Desde entonces no ha regresado.
“La comunidad ahorita nos necesita, queremos que estos niños vuelvan a ser lo que tienen que ser: niños con buen estado de salud y que tengan tres comidas en su casa como merecen”, expresó Gladys González, paramédica de Cbuneg desde hace tres años.
La noche anterior al traslado, Maikol casi no pudo dormir, estaba febril, el dolor que sentía en su pierna era casi insoportable. En la fractura antigua de hace un año y ahora unida por alambres se formó un absceso supurante que ameritaba hospitalización inmediata.
El viernes, mientras Maikol fue ingresado en el Hospital Dr. Raúl Leoni, sus hermanos fueron trasladados al módulo de Vista al Sol para recibir consulta médica y entrar en un régimen de recuperación nutricional de la Unicef. La doctora Yubeyxi Martínez, coordinadora municipal del plan de nutrición del ISP, atendió las consultas canalizadas por el equipo de bomberos.
Los paramédicos subieron al niño delgado a la camilla, con cuidado de no moverlo más de lo necesario, un paso en falso significaría un latigazo de dolor. En el camino hacia la ambulancia, uno de sus brazos se extendió para darle la mano a su hermano Duber de cuatro años, avanzaron juntos de la mano por la vereda de tierra hasta llegar al vehículo.
Recuperación nutricional
Martínez aseguró que hay al menos 10 centros de atención pilotos en Caroní donde se entrega el Super Cereal, un suplemento alimenticio que forma parte de un estudio clínico de la Unicef para la recuperación nutricional de los niños con delgadez extrema. El seguimiento nutricional dura tres meses con un control de cada quince días.
Al consultorio de nutrición del Ambulatorio Vista al Sol acuden a diario entre 30 y 60 niños con desnutrición de zonas lejanas como Caruachi, Pozo Verde, El Triunfo o El Rosario. Esto de acuerdo con las declaraciones de la directora del centro asistencial, Yudith Mercado.
Unicef y el Instituto de Salud Pública aplican estudio clínico de recuperación nutricional con el suplemento Super Cereal | Fotos William Urdaneta
Maikol Álvarez y sus hermanos requieren apoyo de la sociedad civil para superar su cuadro clínico |
El viernes había al menos seis niños hospitalizados por desnutrición severa. “Nosotros no les podemos decir que no, siempre vienen. Nosotros atendemos a los niños hasta los 14 años”, dijo Mercado.
La atención nutricional se hace para niños entre los seis meses y los cinco años. Y de cinco a 14 años se incluye la desparasitación. El servicio también incluye entrega de multivitamínicos para niños y madres lactantes o en gestación, entrega de hierro, ácido fólico, micronutrientes, vitaminas y desparasitación para mujeres en el primer y segundo trimestre de embarazo.
Los suplementos alimenticios se entregan según la clasificación nutricional de riesgo. Y se garantizan seis sobres de un kilogramo y medio para cada niño.
La atención de los niños desnutridos que canalizará Cbuneg se hace con el apoyo del pediatra y presidente del Colegio de Médicos del municipio Caroní, Hugo Lezama. “Seguimos avanzando poco a poco, a veces no tenemos, pero gracias a Dios conseguimos el tratamiento que el doctor les manda, los niños se atienden con la calidad que se le debe dar al paciente”, aseguró Mercado.
La coordinadora de nutrición explicó que, para las medicinas, se trata de disminuir la petición de tratamiento a los representantes de los niños. “A través de la Unicef contamos con antibióticos o analgésicos. Lo que no tenemos, no nos queda de otra que pedirlo, pero hay veces en las que la dirección del centro canaliza el tratamiento para evitar la solicitud de insumos que sabemos que están costosos”, afirmó.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Vida (Encovi), al menos 639 mil niños menores de 5 años tienen desnutrición crónica en el país. Esto quiere decir que 22% de ellos está en riesgo de desnutrición y 8% está desnutrido.
En ese contexto nacen iniciativas con el apoyo y la dotación de insumos de organismos multilaterales, para recuperar la salud nutricional de la mayor cantidad de niños posible. La evaluación de seguridad alimentaria del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reveló que 7,9% de los venezolanos están bajo una inseguridad alimentaria severa, lo que quiere decir que tienen una limitación casi completa al acceso de alimentos y una dieta balanceada.
“Donde sea, y mientras podamos vamos a ayudar a quien nos necesite sea niño o adulto, estamos para la comunidad y esperaremos el apoyo de quien pueda colaborar con nosotros”, manifestó González.
Dejados atrás
Maikol y sus hermanos son niños dejados atrás, es decir, parte de la población infantil que queda al cuidado de terceros porque sus padres migran hacia las minas, por lo que su condición de vulnerabilidad aumenta al no contar con su presencia y protección.
Maikol fue trasladado al Hospital Dr. Raúl Leoni por una fractura de fémur y el desarrollo de una infección, además presenta desnutrición |
Este problema social ha aumentado en los últimos años conforme avanza la emergencia humanitaria compleja en el país y la migración a otros países o hacia las minas del Arco Minero del Orinoco.
Es el caso de la familia Álvarez Mendoza, a veces pueden comer una o dos veces al día, a veces no. Maikol y sus hermanos están al cuidado de su tía Yelianna Mendoza, de 24 años, pero ella ya tiene cinco hijos. En el patio de su casa, erigida entre paredes de zinc, es fácil ver el pequeño conuco de plátano, auyama y yuca, cultivado con la esperanza de paliar el hambre.
“Ha sido difícil, pero ¿cómo voy a hacer? No voy a abandonarlos”, expresó Mendoza, además informó que por primera vez recibió donaciones de la Gobernación del estado Bolívar: tres bolsas de alimento, dos colchones y una cocina.
Cbuneg solicita apoyo de la sociedad civil en donativos para continuar con la labor de canalización y dotación de insumos para niños desnutridos de las comunidades de Ciudad Guayana. Los bomberos reiteran que la organización no tiene intereses políticos.
“Todos podemos apoyar, sectores públicos y privados. Este es un proyecto nuevo, el que quiera ayudar es bienvenido. Aunque no podemos ayudar a todos los niños, trataremos de atender la mayor cantidad de casos posibles”, expreso el jefe de operaciones de Cbuneg.