lunes, 10 febrero 2025
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Basura de Campo Rojo es vertida en el río Caroní ante falla del aseo y ausencia de políticas ambientales  

Los vecinos de este sector de San Félix exigen una acción conjunta de la Alcaldía de Caroní y el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) para optimizar la recolección de residuos en esta zona ribereña del río, así como la implementación de medidas en favor de las reservas hidrográficas de Guayana. | Foto Laura Clisánchez

@mlclisanchez

La falla crítica de un sistema de recolección de basura en Ciudad Guayana lleva a los ciudadanos a improvisar formas de evitar que los desperdicios sólidos se acumulen en sus hogares. Debido a la falta de conciencia ecológica, muchas de esas formas de autogestión terminan siendo nocivas para el ambiente y la salud humana, como utilizar los ríos como depósito de desechos.

Es el caso de la comunidad Campo Rojo, en San Félix. Desde hace dos años, al sector bajo no llega ni una sola compactadora de Sistema Urbano de Procesamiento y Recolección de Aseo de Guayana (Supra Guayana) para recoger los desechos sólidos que genera la ciudadanía.

Por lo que algunos vecinos optan por acumular la basura en el patio de sus casas y luego quemarla, o juntarla en una playa cercana al río Caroní para incinerarla.

Cuando la temporada de lluvia llega y el nivel del río sube el agua cubre el depósito común donde los residentes queman la basura, entonces buscan otra forma de deshacerse de los desperdicios.

Autoridades de Supra Guayana atribuyen la deficiencia del aseo urbano
a dos razones principales: falta de gasoil para las unidades de recolección
y la falta de compactadoras operativas, de 33 compactadoras,
quedan 15 disponibles

Resuelven tomando sus curiaras y echando la basura en medio del río para que la corriente se la lleve, según denuncian los habitantes del sector. Si se deshacen de los desperdicios cerca de la orilla, el río se los devuelve hacia el frente de sus casas.

Fidel Pérez, residente de Campo Rojo y vendedor de pescado, informó que ha solicitado a la Alcaldía en reiteradas ocasiones un contenedor que permita a los lugareños depositar la basura antes de llegar al río, y que las compactadoras de Supra Guayana lo vacíen con regularidad, pero no ha sido posible.

“Yo pedí que pusieran un container antes de llegar al río porque la gente está botando la basura en el Caroní y eso es contaminante, agarran sus curiaras, las llenan de basura y se van para el medio del río y la botan, ¡eso es grave!”, expresó.

Cuando el río está bajo, la orilla es un balneario y también un punto de venta de pescado, chucherías, empanada y maíz sancochado. La mayoría de los vendedores intentan mantener limpia la zona, pero eso casi nunca es posible.

“Unos traen y la queman, pero igualito, todo ese humo hace daño… Le ponemos avisos de ‘no botar basura’, entonces llegan y la lanzan río adentro… esto se pone horrible de basura, sobre todo cuando el río está bajo”, manifestó Benilde Lara, de 67 años de edad.

La acumulación de basura en la superficie del agua altera el ecosistema y amenaza la vida de distintas especies de animales y plantas | Fotos Laura Clisánchez

La mujer lleva 22 años viviendo en Campo Rojo y se dedica a la venta de alimentos en el balneario cuando el río baja. Es la zona que los vecinos intentan mantener limpia.

El manejo más crítico de la basura está en la parte baja de la barriada. Las compactadoras de Supra Guayana sí llegan -aunque irregularmente- a la parte alta. Aun así, los vecinos optan por botar la basura en el Caroní en lugar de trasladar los residuos hacia el lugar donde esporádicamente pasa el camión recolector.

“La recogen solo allá arriba, en la parte alta de Campo Rojo, para acá no, no se preocupan por los de abajo. Pero igual, la gente de la parte alta se viene a botar la basura para acá”, denunció Fidel Lefebres, también vecino del sector.

Los afectados exigen al Ministerio de Ecosocialismo (Minec) y a la Alcaldía de Caroní fortalecer el sistema de recolección de basura, dotando a la comunidad de contenedores, y garantizando que al menos una compactadora llegue al lugar por lo menos una vez a la semana.

Botar basura en el río es un delito contemplado en el artículo 124 de la Ley de Aguas, y amerita una multa entre 50 y cinco mil unidades tributarias.

Un servicio crítico 

Aunque en 2019 el alcalde de Caroní, Tito Oviedo, promovió nuevas ordenanzas municipales para mejorar la recolección de basura, y aunque en el sistema de recolección se han invertido más de 20 millones de dólares en la última década, el aseo urbano sigue siendo uno de los servicios más críticos en Ciudad Guayana.

El sistema de recolección de basura responsabilidad de Supra Guayana -ente adscrito a la Alcaldía del municipio Caroní- trabaja a menos del 60% de su capacidad.

“Yo pedí que pusieran un container antes de llegar al río porque la gente está botando la basura en el Caroní y eso es contaminante”, dijo uno de los vecinos

Hasta las últimas cifras levantadas por Correo del Caroní el sistema puede recolectar apenas 400 toneladas de basura, de las 700 toneladas que genera la ciudad todos los días.

Las autoridades de Supra Guayana atribuyen la deficiencia del servicio a dos razones principales: falta de gasoil para las unidades de recolección y la falta de compactadoras operativas, de 33 compactadoras, quedan 15 disponibles, según el director regional de Minec en Bolívar, Jessiel Gascón.

La basura que no se recoge termina en el río, lo que constituye un daño ecológico importante. Echar basura en los ríos -que son una reserva de agua dulce- ocasiona el traslado de desperdicios hacia playas y océanos.

La acumulación de desechos en la superficie del agua altera el ecosistema y amenaza la vida de distintas especies de animales y plantas. Especialmente aquellos que no son biodegradables como envases y bolsas plásticas que tardan entre cien y mil años en descomponerse.

Además, los contaminantes biológicos del agua transmiten enfermedades. La falta de políticas públicas en materia de desechos sólidos amenaza el bienestar de las reservas hidrográficas de Guayana, y también la salud de los ciudadanos.