Desde inicios de la pandemia, en Bolívar cerraron aeropuertos y la frontera. Luego de más de un año y medio, la entidad sigue sufriendo fuertes restricciones que impiden el turismo y obligan a comunidades indígenas de Santa Elena de Uairén a practicar la minería.
La información se dio a conocer en una rueda de prensa de la Cámara de Turismo de Bolívar donde se plantearon los retos que afecta a este importante sector y soluciones para reactivarlo.
La guía de Roraima y directora de la Cámara de Turismo, Odimar López, sostuvo que, aunque abrieron Canaima, la zona de monte Roraima tiene casi dos años sin tener actividad turística. “Es muy grave, afecta a operadores, guías y sobre todo a comunidades indígenas”.
Estima que alrededor de 28 comunidades indígenas han dejado de trabajar en turismo ante el cierre del estado y la escasez de gasolina. “Los indígenas lamentablemente dependen de la minería, se estima que un 60% depende de la actividad minera”, dijo.
De acuerdo con López, el cierre de las fronteras merma el ingreso de turistas extranjeros, los que representan un 80% de los visitantes. “Es lamentable porque ellos (los indígenas) aman el turismo y les gusta prestar ese servicio, pero tienen que comer, ahorita están en las minas porque no hay actividad turística”.
Entre los planteamientos que tienen las comunidades indígenas dedicadas al turismo para reactivar el sector son: vacunación masiva en jornadas de salud, apertura del aeropuerto de Santa Elena de Uairén, reparación de la troncal 10, la cual está en malas condiciones y despacho de gasolina constante. “Allá no llega gasolina, la pasan por trocha, desde Brasil”, lamentó.
La emergencia humanitaria compleja, las restricciones al turismo y la permisibilidad del gobierno para la explotación de oro ha generado que incluso dentro del Parque Nacional Canaima -zona protegida y que está fuera del Arco Minero del Orinoco- se practique la minería.
El presidente del gremio, Gilbert Almarza, señaló que el costo social de la minería es muy alto, tanto para los indígenas como para el territorio y que la cámara está trabajando en la formación de los indígenas adiestrándolos en desarrollo sostenible.
Paralizados en un 100%
En la rueda de prensa se habló sobre los problemas estructurales que han afectado al sector. Almarza sostuvo que se necesitan mayores condiciones, por lo que la Cámara de Turismo de Bolívar exige a las autoridades del Estado reactivar vuelos y garantizar combustible.
“Estamos paralizados en un 100%, esto no da para generar las fuentes de empleo que se necesitan. Cuesta mantener las instalaciones, desde el pequeño emprendedor turístico hasta el grande”, dijo el presidente del gremio.
Señaló que si el problema es el número de contagios en Bolívar, debería garantizarse una vacunación masiva y condiciones de salud integral para que las personas puedan reactivar sus servicios. “El Roraima, el Salto Ángel no existe en ninguna parte del mundo, tenemos ventajas competitivas enormes y reactivarse movería toda la economía”.
Desde inicios de la pandemia, el sector turismo ha reclamado condiciones que le permita reactivarse. Antes de la cuarentena operaba a un 30% de sus capacidades, sin embargo, sus llamados hasta los momentos han sido desatendidos. “Vemos con preocupación que no se solucionen los problemas, que en lugar de ir hacia una solución, cada día se nos complica más todo”.
Señaló que cerca del 40% de las agencias de viaje y 30% de las posadas han cerrado sus puertas y agregó que a pesar de esto, el sector turismo está esperando que se atiendan las demandas para retomar sus operaciones en porcentajes permitan un crecimiento.
Escasez aumenta
Bolívar cumple casi dos años padeciendo graves problemas de combustible, durante este periodo el estado ha permanecido hasta 21 días sin despacho, lo que ha generado que el combustible en el mercado negro alcance un precio de hasta 4 y 5 dólares.
Pese a las protestas y las solicitudes tanto de ciudadanos, como de gremios, la situación no ha sido atendida. En el caso del sector turismo la escasez limita el tránsito y encarece los servicios.
El propietario de Piraña Tours y expresidente de la cámara, Juan Filippi, expresó que deben comprar combustible en el mercado negro a $2 el litro, lo que ha encarecido los paseos por los ríos de 15 a 45 dólares el pasaje por persona.
Esto a su vez merma la cantidad de personas que solicitan el servicio ante los montos tan costosos. “Es exponencialmente alto el incremento y no todo el mundo tiene, lo que se produce es para comer y medicina, después vemos si queda algo para el entretenimiento”.
Filipi hizo un llamado a las autoridades para que vean las carencias de la región Guayana, y atiendan las solicitudes manteniendo un diálogo constante con el gremio.