El colapso de la industria petrolera venezolana, aunado a las sanciones que pesan contra el gobierno de Nicolás Maduro, han llevado al mandatario a considerar la posibilidad de privatizar parcialmente el petróleo para que empresas trasnacionales ayuden a recuperar la producción.
De acuerdo con el medio especializado Bloomberg, representantes de Maduro han sostenido conversaciones con varias empresas petroleras trasnacionales, entre las cuales destacan la rusa Rosneft, la española Repsol y la italiana Eni.
“La idea es permitirles hacerse cargo de las propiedades petroleras controladas por el gobierno y reestructurar parte de la deuda de la compañía estatal, Petróleos de Venezuela SA, a cambio de activos», explica Bloomberg según fuentes con conocimiento del tema.
Sin embargo, advierten que la propuesta se encuentra en sus etapas iniciales y que deben superarse algunos obstáculos para concretarse, como por ejemplo las leyes venezolanas, que deben modificarse ya que contemplan que la industria sea controlada por el Estado, y el método para financiar las operaciones.
Por otra parte, las sanciones de Estados Unidos suponen un problema, ya que prohíben a las empresas estadounidenses hacer negocios con el gobierno de Maduro sin una licencia. Esta situación ha desalentado a una gran cantidad de empresas a invertir en Venezuela.
La debacle de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) ha llevado al país a producir tan solo 700.000 barriles de petróleo por día, del récord de 3,5 millones que consiguió en 1999, año en el que el fallecido Hugo Chávez asumió la presidencia.