El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH UCAB) publicó el informe Situación de niños, niñas y adolescentes en el estado Bolívar: Sobre la vulneración de derechos y formas de esclavitud moderna. Relatos de una infancia en riesgo.
Vía nota de prensa, la casa de estudios explica que la investigación explora las historias de víctimas del aumento alarmante de casos que involucran desnutrición, abandono escolar, trabajo infantil y diversas formas de violencia, incluyendo la violencia de género.
El trabajo incluye testimonios de expertos en estas áreas, así como de familiares, víctimas, miembros de organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general. Los relatos se obtuvieron durante investigaciones de campo realizadas entre el último semestre de 2022 y el tercer trimestre de 2023.
A través de un estudio cualitativo, que a su vez recopila datos que permiten introducir una perspectiva cuantitativa, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello ofrece un análisis en el que presenta datos alarmantes.
Destacan los relacionados con la deserción escolar, que indican que más de 1.300 niños se encuentran fuera del sistema educativo debido a su migración hacia las zonas mineras (Guasipati, El Callao, Tumeremo, Las Claritas, El Dorado y el kilómetro 88) del estado Bolívar.
Otro dato es el que da cuenta de que 3.432 niños no tienen acceso a la educación debido a problemas con permisos y representación legal, tras la migración de sus tutores legales y, se documentó la deserción escolar de más de 2.500 NNA en los últimos dos años, ya que la emergencia humanitaria priorizó las necesidades básicas como la alimentación sobre la educación.
En cuanto a desnutrición infantil, el trabajo encontró que 8 de cada 10 pacientes pediátricos en los principales centros de salud del estado Bolívar sufren algún grado de desnutrición, lo que equivale a aproximadamente 40 casos diarios. Estos índices no incluyen niños mayores de 6 años ni adolescentes, ya que para estos aplica el término de malnutrición y son tratados bajo procedimientos diferentes. Entre las principales consecuencias se evidencia un decrecimiento en los índices académicos, vinculado con la disminución de las capacidades cognitivas por desnutrición.
En el caso del embarazo adolescente, Venezuela presenta una alta tasa con un promedio de 97.7 por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años, duplicando el promedio regional.
En el estado Bolívar, entre el 23% y 35% de los nacimientos son de madres menores de edad y los expertos afirman que las niñas y adolescentes representan el 50% de las víctimas de mortalidad materna.
Lo relativo a la migración y vulnerabilidad también forma parte del estudio, evidenciando que la migración de familias venezolanas hacia Brasil expone a los niños y niñas a riesgos como la falta de acceso a la educación, el trabajo infantil y la falta de documentación. Se estima que el 9% de los niños que cruzan la frontera carecen de documentos de identidad.
Trabajo infantil también cuenta con sus propias cifras, habiendo evidencias de trabajo infantil en actividades peligrosas, como la extracción de material aurífero en minas subterráneas y la mendicidad de niños y adolescentes en las calles.
Para cerrar el informe destaca dos desafíos clave en un aparte que hace referencia a la universalización y la naturalización, que se refieren a la extensión generalizada de la emergencia humanitaria compleja en toda la población, que imposibilita que se implementen medidas especializadas en NNA y la normalización de situaciones problemáticas, como lo son las uniones tempranas, la justificación de transacciones físicas por alimentos y la categorización “mano de obra infantil”, lo que dificulta la denuncia y búsqueda de soluciones.