viernes, 7 febrero 2025
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Rangel Gómez asegura que ha estado ‘de corazón’ con pueblo de Tumeremo

Al menos 17 cadáveres en una fosa común de cinco metros de profundidad fueron encontrados al cierre del lunes en las cercanías de la mina Nuevo Callao, en el municipio Sifontes, diez días después de que un grupo de familiares de mineros desaparecidos cerraran la troncal 10 para exigir su búsqueda.

Pese a la gravedad de la denuncia, difundida en principio por el diputado a la Asamblea Nacional por los municipios del sur, Américo De Grazia, el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, se apresuró a negar la masacre y atribuir las denuncias a fines politiqueros.

No pisó la localidad y se limitó a enviar a un emisario. Dos días después, una vez más, aseguró que no había indicios de que hubiese ocurrido tal hecho, pese a que el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo -aunque a destiempo- avanzaban en las averiguaciones.

El lunes, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, confirmó el hallazgo de cuatro cadáveres; seis horas después el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, informó que habían sido encontrados 14 cuerpos. Al cierre de la jornada, por su cuenta en Twitter, Ortega Díaz anunció que se cerraba la búsqueda de desaparecidos tras la ubicación de 17 cuerpos en total.

Ni en los 10 días de búsqueda, ni el lunes cuando se confirmaron los primeros hallazgos, ni este martes cuando los familiares participarían en el reconocimiento, el mandatario regional viajó hasta la localidad minera.

Este martes, a través de su programa radial, se limitó a decir que ha estado en Tumeremo “todos los días del mundo y, desde acá, ordenando toda la logística”. “Rangel está en Tumeremo desde el primer día, no ha dejado de estar en Tumeremo ni un minuto”, insistió.

“Estoy con el pueblo de Tumeremo, de corazón, de amor. Tenía en mi agenda ir a Tumeremo a inspeccionar el nuevo liceo (…) No lo quise hacer porque estaba fuera de lógica. No voy a ir a ver una tubería o una escuela, por lo tanto decidí mantenerme aquí”, afirmó, al tiempo que indicó que no quería intervenir en las investigaciones.

El mandatario regional estimó que, en el 2015, se escaparon por los caminos verdes 20 toneladas de oro, de las cuales “no queda absolutamente nada” en la entidad.

“Bueno, el Estado venezolano decidió poner orden en esa situación, buscar esa nueva alternativa y lograr nuevamente la certificación Kimberly porque el diamante venezolano sale y lo certifican en Curazao, debe estar certificado en Venezuela para que ese diamante salga, si es que va a salir, porque yo considero que hay que agregarle valor”, puntualizó.