La detención del coronel Luis Augusto Piligra Jiménez no llega a ser ni siquiera la punta de iceberg del caso Lácteos Los Andes, vinculado con trama de corrupción relacionada con enriquecimiento ilícito, práctica consolidada en los tiempos de la revolución bolivariana en Venezuela. Así lo denunció Rachid Yasbek, coordinador regional de Primero Justicia Bolívar, y diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015.
Señaló que este tipo de acciones responden a un show mediático en el cual se evidencia el grave problema interno que tiene el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el cual privan más los intereses particulares que los colectivos.
“Piligra Jiménez fue parte de un gran contingente de militares venezolanos que llegaron a tomar posesión de las empresas básicas de Guayana, destruyendo desde aquel entonces sistemáticamente la producción, incrementando de manera exponencial la corrupción, llevando la desaparición de los puestos de trabajo, atentando contra la tranquilidad de los empleados de nuestras empresas y destruyendo cientos de miles de empleos indirectos”, aseveró.

Si de verdad se quiere mostrar -sentenció Yasbek- que se quiere resolver los problemas, muchos son los fiscales que tienen que venir a Guayana para escudriñar en los archivos todo el aparataje de corrupción que han sembrado aquí en la región.
Reiteró que este tipo de acciones forman parte de un show para tratar de desmontar un problema interno que tienen dentro de las filas del partido de gobierno.
“Si de verdad quieren hacer justicia con los trabajadores, con Guayana, con el país, y dar verdaderos pasos firmes a una verdadera reconstrucción nacional, no se hubiese enfriado tantos casos como este”, afirmó.
Tarek William Saab, fiscal general de la República, lo acusó de poseer diferentes bienes valorados en altas sumas de dinero de procedencia dudosa, le encontraron varias contrataciones de nepotismo, con pagos inflados y sin licitaciones previas.
El Ministerio Público lo señala como líder de una red de empresas de maletín en las que figuraban amigos, familiares y allegados como representantes legales y accionistas.
Yasbek reiteró que el fin del Gobierno no es resolver una situación de corrupción, sino airear los conflictos internos para medir fuerzas dentro de las filas en la tolda roja.
Sociedad con Irán
En noviembre de 2020, trascendió que la planta ubicada en Cabudare, estado Lara, expropiada por el Gobierno venezolano en 2008, había sido entregada a un grupo empresarial de Irán. Una fuente del sector lácteo, que solicitó el anonimato, aseguró a TalCual que, efectivamente, un grupo iraní creó en 2020 una sociedad con el gobierno para rescatar la empresa. “De hecho, sería una compra de ese grupo iraní. El esquema fue una asociación, de modo que ya están dentro los privados, desde el año pasado”.
De acuerdo con declaraciones off the record de un trabajador de la compañía al medio Punto de Corte, todos los cargos gerenciales serían reemplazados por iraníes, mientras que los trabajadores de la antigua estatal pasarán a asumir nuevas posiciones directivas.
Lácteos Los Andes, fundada en 1984, fue adquirida por Pdvsa en marzo de 2008. Aunque su producción creció 33% entre 2007 y 2012, según Transparencia Venezuela, en los siguientes seis años cayó por falta de materia prima. (Prensa Primero Justicia)