Luego de cumplirse poco más de un año de las elecciones regionales y municipales, del 21 de noviembre de 2021, Correo del Caroní presenta un balance de las propuestas y promesas que hicieron el hoy gobernador y los alcaldes en Bolívar.
Esto, a partir de una revisión de las obras presentadas y una evaluación de los ciudadanos sobre el primer año de gestión de estos gobernantes.
Ángel Marcano

La gestión de Ángel Marcano arrancó desde la polémica designación como candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela. Esto debido a que no estuvo entre los postulados a las primarias y la militancia denunció que hubo una entrega implícita de la Gobernación de Bolívar.
Desde la campaña, Marcano planteó su Plan Bolívar Bonita, hoy convertido en Bolívar Renace, con el objetivo de recuperar espacios, avenidas, comunidades y áreas de recreación.
“No vamos a negar que diariamente se ve a la gente cortando el monte en las avenidas o barriendo y pintando el rayado vial. También han decorado las plazas y las avenidas por la Navidad. Pero no basta. Esas son funciones propias de los gobernadores y alcaldes, es su deber, lo que pasa es que nos acostumbramos a que no hagan nada, que lo normal lo vemos como algo nuevo”, opinó Julieth Campos.

Mientras algunos espacios se ambientan con motivos navideños, la Plaza del Hierro, por ejemplo, sigue en completa oscuridad, convirtiéndola en un espacio de fácil acceso para el hampa.
Otra de las promesas de su plan de gobierno fue garantizar el servicio de agua potable en el estado. Si bien Hidrobolívar ha informado sobre los trabajos de mejoras que hace en diferentes municipios, persisten las irregularidades, no solo con el tiempo de suministro sino en su calidad.
En cuanto a los planes de asfaltado, ciertamente se iniciaron reparaciones en la troncal 10, en el municipio Piar. Sin embargo, el resto de la vialidad hacia el sur de Bolívar sigue en decadencia y cayéndose a pedazos. Esto se suma al deterioro y colapsos en la troncal 16 y 19, además de la vialidad en el municipio Padre Pedro Chien.

Fue en esta gestión, además, donde se dieron dos derrumbes de puentes o alcantarillas, el de los sectores Los Aceiticos y Primero de Mayo, en Ciudad Bolívar. En ambos casos, al igual que para la troncal 10, el Consejo Legislativo del estado Bolívar aprobó créditos adicionales que en total pasan los 200 mil dólares.
Tito Oviedo
En la continuidad de su gestión como alcalde de Caroní, Tito Oviedo prometió el rescate del transporte público. No obstante, la principal reactivación de unidades fue de Transbolívar, empresa dependiente de la Gobernación, acto que se realizó en campaña electoral.
Asimismo, su plan de gobierno incluyó el rescate de las terminales terrestres. El de Puerto Ordaz, sin embargo, destaca más por el abandono que por la recuperación de sus espacios. Otra deuda pendiente es el equipamiento de Bomberos Municipales. El año 2022 evidenció las limitaciones que tienen los bomberos de Ciudad Guayana para atender las emergencias.

Desde mediados de año sucedieron diferentes accidentes, entre incendios y explosiones de bombonas de gas, ante los cuales los funcionarios reconocieron no tener los equipos necesarios ni el personal suficiente para atender oportunamente las emergencias.
Donde sí hay avances es en la optimización de la recolección de desechos sólidos. La Alcaldía privatizó este servicio con la contratación de Fospuca hace casi un mes.
“Creo que Fospuca va a significar una mejora en el aseo urbano. Ya vemos los camiones en las calles, aunque falta más organización para que sepamos los horarios, para así estar pendientes de cuándo sacar la basura. En cuanto al pago, en mi edificio creo que no llegamos a 5 dólares, pero leí que hay otras zonas donde van a cobrar más y en otras menos, y para los comerciantes sí está más caro. A mi hermana, por su tipo de comercio, le toca pagar como 100 dólares”, detalló Virginia Lozano.
Oviedo prometió también una estación de transferencia para el reciclaje de la basura, lo que implica una planta procesadora de plástico. Hasta ahora esto sigue sin materializarse.
Incluso, la concejala Aliana Estrada aclaró semanas atrás que “el contrato de recolección de basura es para recoger basura, no para reciclar. Si mañana hubiese una licitación adicional para un proceso de reciclaje tendría que hacer otra oferta y procedimiento. Al igual que nuestra ordenanza contempla que haya incineradores para desechos patológicos y hospitalarios; tampoco la empresa que contrató la municipalidad está a cargo de ese servicio”.
Las promesas de Tito Oviedo incluyeron la construcción de un nuevo cementerio municipal, misma obra que prometió sin resultado alguno su antecesor José Ramón López.
Sin materializarse
En Roscio, el alcalde Wuihelm Torrellas ofreció un hospital para este municipio. Días después de su elección, dijo que su reto era inaugurar en los primeros 100 días de gestión dicho centro médico, y aseguró que el gobierno central ha invertido en su infraestructura.
Por su parte, la alcaldesa reelecta en Piar, Yulisbeth García, no hizo anuncios de planes o proyectos de gestión para su nuevo período, más allá de seguir “asfaltando y embelleciendo la ciudad”.
Los de oposición
Yorgi Arciniega, electo alcalde en el municipio bolivariano Angostura, planteó un proyecto de agricultura para reactivar la economía en la zona, del cual hasta ahora no se tiene más información.

Por su parte, Coromoto Lugo, quien retornó a la Alcaldía de El Callao por quinta vez, pese a recibir un municipio quebrado, según él mismo declaró, se enfocó en resolver los temas de la basura, agua y vialidad.
“En el tema de la basura vimos mejorías desde los primeros días. En el agua todavía hay problemas y la electricidad es fatal”, dijo un callaoense.
Lugo ha reconocido el colapso eléctrico en el municipio, y en agosto de este año comentó que se requiere una inversión que la Alcaldía no está en capacidad de cubrir, incluso la Gobernación. Necesitaría inversión del Gobierno nacional.
Por otra parte, el alcalde de El Callao ha insistido en el cobro de impuestos a las alianzas mineras, pues estima que significarían ingresos semestrales de 250 mil dólares, que pueden invertirse en mejoras de los servicios.