Machado durmió en el hotel la noche del 1 de mayo, y apenas al día siguiente la instancia tributaria llegó con una inspección sorpresa, pidiendo libros y todo detalle administrativo. Allí donde encontraron algún mínimo incumplimiento, en vez de abrir abanico para subsanarlo aprovecharon para imponer el castigo. El hotel ha sido multado.
El negocio debió pagar 600 dólares al fisco nacional y sus operaciones fueron canceladas por 22 días.
Es la continuación de un patrón de persecución. Ya se ha visto que por donde pasa la líder opositora María Corina Machado llega el Sebin y otros organismos para hacer lo suyo, deteniendo o persiguiendo gente. Pero no solo pasa con organismos policiales, sino también con instancias administrativas.
En el Seniat dirán que se trata solo de papeleo, que no están actuando contra nadie, pero todos sabemos la verdad. No es la primera vez. Aún se recuerda cuando cerraron el Hotel Paseo Las Mercedes, en Caracas, por haber alojado a diputados opositores en 2020.
María Corina Machado no puede tomar aviones en Venezuela, y ya ha denunciado que restaurantes a donde ha acudido durante sus giras también han sido luego multados o cerrados por organismos estatales. Ahora pasa con este hotel también. Quizá el objetivo es que nadie le brinde hospedaje, complicarle las giras, que no salga, que no pueda moverse, que no pueda seguir haciendo actos masivos. Cuesta pensar que, así como hay empresarios cautelosos y hasta lógicamente temerosos, otros se resteen. Veremos.
