El exgobernador del pueblo indígena kariña Wilson Espinoza y el integrante del Comité de Derechos de la Guajira José Marín alzaron su voz en contra del Reglamento Especial para la Elección de los Diputados Indígenas a la Asamblea Nacional, publicado el pasado 24 de julio por el Consejo Nacional Electoral, por considerar que acabó con el voto directo para esta minoría.
Y es que al nuevo directorio del CNE no le bastó con reducir drásticamente el peso de la representación indígena en la Asamblea Nacional para las próximas elecciones parlamentarias, sino que el referido reglamento impone a los pueblos originarios la votación de segundo grado, a mano alzada y en asambleas con observadores del CNE para escoger a los diputados que los van a representar.
En un comunicado público fechado el 26 de julio, Espinoza, quien además preside el movimiento indígena Evolución, afirmó que la referida norma fue redactada y publicada de manera inconsulta por el directorio electoral, sin escuchar las sugerencias y propuestas de los pueblos originarios.
Señaló que el instrumento “contraviene todos los derechos ya conquistados a través de los años” y denunció enfáticamente que el Reglamento Especial pretende “reducir” el derecho a elegir de los pueblos indígenas a un sistema de segundo grado “cercenando el derecho a miles de hermanos indígenas a votar por su candidato”.
Espinoza también alerta de que el lapso de 30 días establecido por el reglamento para la realización de las asambleas comunitarias, selección de voceros, asambleas generales y escogencia (a mano alzada) de los diputados que los representarán en la AN es irreal e imposible de cumplir.
Señala que, además de tratarse de la organización de esas asambleas en más de 3 mil comunidades indígenas en todo el país, la actividad en sí misma constituye un alto riesgo de contagio de COVID-19 que contraviene las instrucciones emanadas de Miraflores de evitar las concentraciones de personas.
Alertan que “la Carta Magna consagra el principio de progresividad, por tanto, el derecho al voto no puede retrotraerse, imponiendo una votación abierta y cercenando el derecho a miles de hermanos y hermanas indígenas que ya han ejercido su derecho individual directo y secreto a votar”.
Malicia y alevosía
Wilson Espinoza rechazó el intento de convertir la elección indígena en una votación de segundo grado | Foto cortesía Yahvé Álvarez |
El movimiento Evolución también cuestiona la “malicia y alevosía” con la que podría estar actuando el CNE ante los pueblos originarios, porque, pese a haber participado en las tres reuniones convocadas por los rectores con los partidos políticos desde junio, nunca se les permitió hacer sus aportes ni se escucharon sus propuestas. El reglamento tiene fecha del 30 de junio pero se publicó el 24 de julio.
“Es evidente que se está fraguando con malicia y alevosía una jugada que pretende acabar con las organizaciones indígenas en el país. En las dos primeras convocatorias que realizó el CNE en su sede en Caracas, y están de testigos todos los representantes de los partidos políticos asistentes, pudieron escuchar las intervenciones de las diferentes organizaciones indígenas manifestando nuestras preocupaciones y propuestas al ente rector, enfatizando nuestra disposición de crear una mesa de trabajo para ahondar en la sentencia del TSJ y sustentar nuestras propuestas. Y solo decían ‘la junta está trabajando en eso y en los próximos días publicaran las normas’. Vemos cómo 24 días después las publican en su portal de forma descarada y aparece que fue aprobada el 30 de junio”, dice el comunicado.
En tal sentido, el movimiento Evolución exige al CNE “rectificar sobre esta medida y convocar de manera inmediata una mesa de trabajo con las seis organizaciones indígenas nacionales y de ser posible también las 18 organizaciones indígenas regionales que fueron habilitadas para postular a este proceso”.
Absoluto rechazo
Por su parte, el abogado José Marín, coordinador de Defensa del Comité de Derechos de la Guajira, también expresó “el más absoluto rechazo” al Reglamento Especial “por considerar que dicha normativa viola flagrantemente el artículo 63 de la Constitución Nacional, según el cual el voto es un derecho que se ejercerá de manera libre, universal, directa y secreta”.
En una comunicación difundida entre diversos movimientos indígenas del país vía WhatsApp, y que fue avalada por Evolución, Marín advierte que al establecer la elección de los diputados indígenas a mano alzada, el CNE viola el derecho al voto libre, universal, directo y secreto “al exponer a los hermanos y hermanas indígenas a revelar su posición de manera abierta y pública frente a los supuestos defensores de sus derechos colectivos, adscritos al Gobierno nacional, cercenando con ello el derecho a elegir a sus representantes sin ningún tipo de coacción ni intimidación”.
Asimismo, cuestiona que, en plena cuarentena, el CNE ordene a los indígenas venezolanos reunirse en asambleas generales: “En el contexto de una pandemia planetaria no se justifica que se pretenda coaccionar a los indígenas a celebrar asambleas para, a mano alzada, elegir a los representantes al Parlamento, poniendo en riesgo su propia vida”.
Llamado a la unidad de los indígenas
José Marín, defensor de los derechos indígenas sobre todo en el occidente del país desde hace varios años, no se limitó a la denuncia, sino que elaboró varias propuestas:
- Hace un llamado a todos los pueblos, movimientos y dirigentes indígenas del país a unirse para rechazar firmemente el Reglamento Especial.
- Insta a los partidos políticos tradicionales a elevar su voz en contra del instrumento.
- Propone la presentación de una acción de amparo con medida cautelar innominada de nulidad ante el TSJ contra el reglamento “por vulnerar la norma suprema y los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas”.
- Solicita la instalación de una mesa de trabajo con todos los movimientos indígenas habilitados por el CNE.
- Solicitar al CNE, al TSJ, la ANC y a Nicolás Maduro una reconsideración del cronograma.
- Propone que se mantenga el sistema actual de escogencia de los candidatos indígenas, “donde cada organización indígena realiza sus propias asambleas para postular y escoger de su seno sus propios candidatos y estos son inscritos ante el ente rector CNE”.
- Propone que el CNE cree circunscripciones indígenas en todo el país “a fin de minimizar el ventajismo de la intencionalidad del voto criollo sobre el voto de las poblaciones y comunidades indígenas”. Agrega que en este caso el circuito indígena nacional estaría integrado “por los 69 municipios indígenas en el país que maneja el CNE”.