jueves, 17 julio 2025
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Hijo de fallecido en Tocuyito: “No quiero que a mi madre me la entreguen igual”

El hijo de Jesús Rafael Álvarez reclama respuestas ante la muerte de su padre, recluido en la cárcel de Tocuyito, luego de su detención en El Callao, en el contexto postelectoral. Su madre también fue apresada y permanece recluida en un calabozo militar en Puerto Ordaz.

A raíz del reciente fallecimiento, bajo custodia del Estado, de Jesús Rafael Álvarez, de 44 años, uno de sus tres hijos reclama el cuerpo de su padre y teme por la vida de su madre, también detenida en el contexto postelectoral al 28 de julio.

De acuerdo con una nota de prensa del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Álvarez y su esposa Anny Suárez, de 38 años, fueron apresados el 2 de agosto en El Callao, estado Bolívar. Álvarez estaba recluido en el Internado Judicial de Tocuyito, en el estado Carabobo. Su esposa está recluida en el Destacamento 625 de la Guardia Nacional, en Puerto Ordaz.

El cuerpo de Álvarez fue sacado la madrugada del 13 de diciembre hacia el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).

“Jesús Rafael era padre de tres hijos: un joven de 20 años y dos hijas de 17 y 7 años, de quienes también se hizo cargo su hijo mayor tras la detención de sus padres. Para llevar comida a su madre, el joven se apoya en su hermana, residente en El Callao. Tras el traslado de su padre, él se mudó a Carabobo”, reseña el OVP.

Su hijo mayor nunca pudo verlo porque en las visitas solamente permiten el ingreso de mujeres y sus hermanas son menores de edad. Aun siendo el único familiar que podía verlo, no hubo excepción.

Solamente se pudo comunicar con él un par de veces por breves llamadas, las que consideró suficiente para saber que su padre vivía una tortura dentro del penal.

“Mi papá era una persona sana, no padecía de nada. Allí lo castigaban solo por tener hambre. Si se quejaba, lo aislaban y amarraban. Si pedía hablar con la familia, lo golpeaban. A mi papá lo castigaron y lo mataron en la cárcel”, expresó el hijo de Jesús entre lágrimas.

Tampoco fue informado oportunamente de que el cuerpo de su padre estaba en el Senamecf. Se enteró por comentarios fuera del penal de la muerte de su padre, se trasladó al lugar y lo reconoció por una fotografía que calificó de irreconocible, pues estaba demacrado, con barba y extremadamente delgado. Tenía el pómulo hinchado, con signos evidentes de un golpe.

En sus declaraciones, el joven denunció que las autoridades de la cárcel de Tocuyito negaron el fallecimiento de algún preso.

“¿Lo que vi allá qué era? ¿Qué fue lo que me mostraron? ¿Un muñeco, algo falso? Ese era mi papá, lo que yo vi allí. Los datos que tomaron para el acta de defunción no son falsos”, expresó el joven en un video enviado al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).

Teme por su mamá

Su madre, Anny Suárez, permanece detenida. Ahora le toca darle la noticia, pero también teme que le pase lo mismo.

“Hoy me llevo a mi papá muerto, pero no quiero que mi madre me la entreguen igual”, expresó entre lágrimas.

Con Jesús Rafael Álvarez suman dos los apresados en el contexto postelectoral que mueren bajo custodia del Estado venezolano.

En Bolívar también es el segundo fallecido en el contexto postelectoral. El primero fue Luis Roberto Hernández, de 19 años, en Upata.

Su padre y una radiografía confirman que murió de una herida de bala en el ojo (disparo realizado por presuntos colectivos) que le quedó alojada en el cráneo, aunque el gobernador Ángel Marcano dijo en rueda de prensa que fue por una pedrada en el ojo.

“Su muerte no es un hecho aislado, refleja el trato inhumano que se da a los presos en Venezuela y evidencia la falta de garantías para preservar la vida y la integridad de las personas bajo custodia del Estado”, señaló la oenegé.

El Observatorio Venezolano de Prisiones también denunció la opacidad que existe en los centros penitenciarios. (Con información de Prensa OVP)