Nicolás Maduro anunció este martes medidas para intentar paliar las consecuencias del confinamiento impuesto desde hace casi un mes, pero que hasta la fecha no era acompañado por acciones compensatorias para aliviar los estragos económicos derivados de las restricciones.
Durante su participación en un encuentro sobre las misiones gubernamentales, el mandatario reconoció las dificultades del confinamiento extendido y anunció que evalúa retomar el esquema 7+7 a partir de lunes 12 de abril, bajo una nueva modalidad de flexibilización laboral y económica que necesitará del esfuerzo de los ciudadanos.
Informó que la inamovilidad laboral se extiende hasta diciembre.
También amplió la prohibición de garantía de créditos hasta el mes de septiembre y prohibió la clasificación del riesgo crediticio de cualquier deudor por la pandemia.
Además prohibió los desalojos forzosos y estableció que las pequeñas y medianas empresas que se creen en el 2021 no pagarán tasas ni en Saren, ni en el Registro Mercantil. Tampoco pagarán Impuesto Sobre la Renta hasta el 31 de diciembre del 2021, mientras hagan su declaración.
Maduro además anunció un bono de apoyo para los trabajadores de las empresas privadas y para aquellos que trabajan por cuenta propia.
Para los inscritos en el carnet de la patria aseguró que tienen garantizado un bono para del mes de abril y un descuento del 25% para quienes tengan registrados el pago de agua y luz en las tarifas para abril y mayo.
Superados por la crisis
La preexistente crisis económica que ha dejado a los venezolanos sobreviviendo con un salario mínimo por debajo de un dólar, pone al límite a los ciudadanos que ahora son sometidos a la paralización de casi todos los sectores laborales a causa de la pandemia.
Luego de tres años en hiperinflación, la proyección del Fondo Monetario Internacional para Venezuela en 2021 es de una inflación del 5.500%, ubicándola como el país con la mayor inflación del mundo, según se desprende de su último informe de previsiones macroeconómicas.
En pleno pico de contagios por coronavirus en el país, la única medida de contención del gobierno de Maduro ha sido la cuarentena radical, mientras un 57,6% de los hogares venezolanos son vulnerables para hacer frente a la pandemia.
A la fecha el país no cuenta con plan de vacunación contra la COVID-19 para la población, y el gobierno de Maduro mantiene su negativa de aceptar las vacunas de la farmacéutica AstraZeneca a través del mecanismo Covax que ofrece 2,4 millones de dosis disponibles para abril.