El vocero regional de Fuerza Vecinal en Bolívar, César Ramírez, evaluó la gestión de Tito Oviedo, quien lleva casi seis años al frente de la Alcaldía de Caroní y sin muestras de avances para Ciudad Guayana.
“Nos conseguimos con una Ciudad Guayana en pésimo estado, con montones de basura, zamuros, el transporte público es un caos, los bomberos son los peores dotados del país, y en las parroquias no hay atención primaria en salud”, denunció Ramírez.
Cuestionó que la realidad de Ciudad Guayana contrasta con los ingresos que recibe la Alcaldía de Caroní. Uno de ellos es el situado constitucional, con el que se asignan recursos por territorio y cantidad de habitantes. En ese caso, de las alcaldías de Bolívar, Caroní es la que más recibe recursos.
En cuanto a los impuestos municipales, Caroní está entre las cinco alcaldías con mayores ingresos por tributos. Sin embargo, es una caja negra el presupuesto que maneja Tito Oviedo.
“No se sabe cuánto es el situado constitucional y cuánto se recauda de impuestos en el municipio, y tampoco hay una rendición de cuentas”, criticó.
Agregó que a esa opacidad se suma la privatización de los servicios básicos. “Los ciudadanos ahora pagan por la recolección de basura, la barrida en las calles, el desmalezamiento y la operación y mantenimiento del relleno sanitario, que en realidad es un vertedero a cielo abierto”.
Recordó que competía al Ayuntamiento el mantenimiento del relleno sanitario, pero con la Ley del Manejo Integral de los Desechos Sólidos pasó a la Gobernación. “Es un servicio que presta la Gobernación a la Alcaldía, es la Alcaldía la que debe pagar a Gobernación. Tenemos los servicios públicos privatizados”.
En ese sentido, Ramírez exigió a la municipalidad dar cuentas de los ingresos y egresos en Caroní, ante indicios de una presunta corrupción administrativa.
En Caroní, como en la mayoría de los municipios de Venezuela, no existen prácticas de transparencia y herramientas de datos abiertos, que permitan a los ciudadanos conocer y hacer contraloría sobre los recursos que se manejan en su localidad, obras, proyectos y otras áreas de interés público.
Algunas tienen las páginas webs y redes sociales desactualizadas, sin uso precisamente para estas herramientas de transparencia, y otras las usan principalmente para la difusión de mensajes de tinte político o sin detalles de la gestión.