Este 22 agosto el Tribunal Supremo de Justicia convalidó los resultados emitidos en el primer y segundo boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), en los cuales dan como ganador del proceso comicial del pasado 28 de julio al abanderado del oficialismo, Nicolás Maduro.
En el marco de un peritaje ordenado por un recurso contencioso electoral que no está estipulado en la legislación venezolana, el mayor tribunal del país ordenó al CNE publicar los resultados del proceso electoral y envió un informe al Ministerio Público para que continúe su investigación en contra de la publicación de actas electorales en un sitio web dirigido por la oposición venezolana.
Sobre esto, el abogado constitucionalista y especialista en derechos humanos, Ali Daniels, consideró que hay múltiples irregularidades en el proceso, además añadió que hasta el momento esta sentencia del TSJ no ha sido sustentada, ya que se desconoce qué métodos se usaron para la convalidación de resultados y quiénes fungieron como peritos en el proceso.
“Hay elementos que sorprenden: en primer lugar, la sentencia no ha sido publicada, se hicieron públicos cuatro estratos donde se pone la decisión en sí, pero no la motivación, ya por ahí hay una falta de transparencia. En una cosa tan trascendente como es la elección presidencial no se atreve a publicar la sentencia completa. No entendemos cómo alguien que no publica sus decisiones de forma entera, pretende que esto tenga credibilidad para los ciudadanos. No hay sentencia, solo cuatro fichas publicadas en la página web del TSJ”, puntualizó Daniels.
A pesar de que el CNE alegó haber sufrido más de 1 millón de intentos de hackeo la noche de la elección presidencial y, a causa de esto, no poder tener los resultados disgregados por centro electoral, el hackeo no impidió la publicación de un primer boletín. A más de 20 días de los comicios, las actas electorales continúan sin ser públicas; sin embargo, el presidente del ente electoral, Elvis Amoroso, presuntamente consignó toda la evidencia ante la Sala Electoral.
De acuerdo con la sentencia, el peritaje cumplió con “los más elevados estándares técnicos y jurídicos” y se encontró que las actas de escrutinio emitidas por las máquinas de votación tienen “plena coincidencia” con el registro de la base de datos de los centros de totalización.
“El recurso que interpuso Nicolás Maduro nadie lo ha visto, ni siquiera los que fueron citados para participar del proceso. Las personas citadas no fueron informadas sobre qué cualidad iban a participar: perito, testigo, tercero… No se dio acceso al expediente. Ellos pidieron tener acceso a las pruebas y tampoco ocurrió. El mismo proceso, si uno compara el proceso de recurso contencioso electoral y compara con lo que ocurrió en este juicio, se da cuenta que los lapsos y actos no se corresponden. Todo el proceso de principio a fin ha sido irregular y con esta decisión uno no sabe cosas esenciales: cuál fue la metodología utilizada por los peritos para avalar lo que el CNE les entregó. Nadie sabe quiénes son esos peritos. Si son tan buenos, ¿por qué no se dicen sus nombres? Para que expliquen la metodología que utilizaron para avalarlo”, agregó Daniels.
Menos transparencia, mayor desconfianza: un autogolpe
Para el politólogo Jesús Castellanos Vásquez, esta medida sólo ofrece mayores argumentos para que la comunidad internacional desconfíe del resultado del 28 de julio, ya que no se han presentado pruebas que avalen la reelección de Nicolás Maduro.
En horas de la mañana de este jueves, la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de las Naciones Unidad alertó sobre la falta de independencia e imparcialidad del TSJ, señalando a su presidenta como una militante abierta del partido de gobierno.
“Se crea un pesimismo y el gobierno de Maduro es especialista precisamente en generar este tipo de frustración. Muy poca gente tenía esperanza de que el TSJ tomara una decisión distinta. Pero fue una forma, por la fragilidad técnica de la sentencia, hay más argumentos para sostener que esto es un golpe de Estado. Es una violación expresa de la voluntad popular y un intento del mandatario en funciones de permanecer en el poder a pesar de que el resultado electoral le fue adverso. Se deja claro que es una decisión que responde a un objetivo político”, acotó Vásquez.
El analista político calificó la vulneración del marco constitucional como un autogolpe que se aprovecha de las instituciones del Estado para mantenerse en el poder de manera ilegítima.
¿Hackeo? No hay evidencias que lo comprueben
“Allí se cometieron muchos errores dentro del TSJ y el gobierno cometió muchos errores. No solamente el CNE anuncia un ciberataque y proclama sin el boletín definitivo. No se hicieron las auditorías. Hubo muchas violaciones al cronograma electoral. Hay algo muy importante: hubo una explicación de ciberataque. La ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, trató de explicar ante un consejo de ministros qué había pasado con este ataque cibernético: no lo logró. Ella presidió Cantv por cuatro años entre 2020 a 2024, algo debe haber aprendido. Por otro lado, el ministro de Comunicaciones, Freddy Ñañez, sostiene que no hubo un hackeo, sino una exposición prolongada que ralentizó la transmisión. Él también está a la cabeza de Cantv y Movilnet, empresas corresponsables de la transmisión y que supuestamente estaba blindado. No hay coincidencia entre lo que dice Maduro, Amoroso, la ministra y el ministro”, manifestó el especialista.
Según la versión oficial, el sistema electoral venezolano sufrió un ataque tecnológico. Según el presidente del CNE, proveniente de Macedonia del Norte. Esta vulneración fue presuntamente ratificada por el TSJ; sin embargo, no se hicieron las auditorías postelectorales que podrían haber dado luces sobre esto.
El Centro Cárter, veedor internacional del proceso, manifestó que no hubo evidencia de hackeo electoral en Venezuela. El Panel de expertos de la ONU también mencionó que no se constató este tipo de irregularidad.
Lo más esperado siguen sin suceder: no hay publicación de resultados
A pesar del ampliamente divulgado proceso de peritaje, citaciones y demás, sigue sin ocurrir lo que la comunidad internacional e inclusos aliados han solicitado a Maduro: no hay publicación de resultados disgregados ni actas electorales.
Para los expertos, la utilización del TSJ en el proceso buscaba zafarse de esta solicitud, fundamentándose en que este ente ya verificó el resultado y así evitando hacer la publicación de los mismos.
“No se dice por ningún lado ni se habla de resultados desglosados. El TSJ ordenó la publicación de resultados, creo que van a publicar la totalización de que ganó Nicolás Maduro y perdió Edmundo González. Es evidente que lo que no se quiere publicar es el mesa por mesa porque los testigos de cada mesa van a decir si eso cuadra con lo que ellos firmaron. No creo que esos resultados se den disgregados porque tanto el CNE como el TSJ quieren convertir la elección en un acto de fe. Que nosotros creamos que ellos tienen las actas y la sumatoria es la que ellos dicen. No quieren mostrarlo ni ponerlo al escrutinio público”, explicó el jurista Ali Daniels.
Esta vez es diferente: así lo dicen los expertos
Según el politólogo consultado para la elaboración de este trabajo, la comunidad internacional juega un papel fundamental en este proceso. A la par, consideró que la situación difiere de la proclamación y el contexto del interinato liderado por Juan Guaidó, puesto que entonces no había un proceso electoral de por medio ni evidencias de fraude.
“La muerte y persecución está exponiendo al régimen de forma grave. Quien gana no persigue, no mata, no mete en prisión. La oposición ha hecho lo que tenía que hacer. Siguió un proceso complicado, donde hubo una cantidad de elementos contrarios y concretó la promoción y defensa del voto. Esos fueron los pilares. La promoción del voto se logró, vimos personas haciendo colas antes de la votación y vimos la movilización. Hubo una participación importante y se concretó la defensa con los testigos en los centros electorales. Además se logró tener las actas de escrutinio y ponerlo en un portal al que todo el mundo ha tenido acceso. Los veedores confirmaron que lo que ellos revisaron de esa página era válido. El mismo oficialismo, Jorge Rodríguez en vez de mostrar sus actas que debió tener el PSUV, se limitó a cuestionar la forma de las actas que colocó la oposición. No hubo una verificación o contraste para verificar sus propias actas”, acotó Castellanos Vásquez.
En este sentido, tras ser cuestionado sobre qué sigue para la oposición venezolana, el especialista alegó que, contrario a lo que se siente, hay buenos pronósticos, teniendo el Estado solo la represión como arma de ataque.
“A la oposición también le ha tocado movilizar y la gente ha estado movilizada a pesar de la persecución y asesinatos. El régimen arrecia y su única ventaja actual es la represión y la va a usar como estrategia de daño. Entre el miedo y ahora la desesperanza por esta decisión del TSJ. Esto lo desnuda más. Quienes tenían dudas, ahora tomarán posiciones más definitivas como el Gobierno de Brasil y el de Colombia. Ya se sabe que no habrá publicación de resultados. La oposición será cuidadosa para no exponer a los venezolanos que están en Venezuela, toca mayor presión internacional. Es complicado para el régimen mantenerse en el poder sintiendo esa percepción colectiva de que no ganó. Esto no es igual a lo que pasó en el 2019 con el gobierno de Guaidó, ahora hay una elección que media. La elección expresa voluntad popular y fue un resultado con más de 30 puntos de diferencia y se evidencia en las actas. Los videos el día de la elección. Eso sumado a la falta de pruebas del otro lado, ratifica más el resultado a favor de Edmundo González”, cerró el entrevistado.