La Operación Gedeón, incursión marítima fallida de mercenarios en contra del gobierno de Nicolás Maduro, desató una pugna de acusaciones entre la oposición liderada por Juan Guaidó y el Ejecutivo, ambientada por la confusión y desinformación de los venezolanos ante la controversia.
Al mismo tiempo, la comunidad internacional guarda discreción y enfatiza su disposición en una resolución pacífica y democrática del conflicto interno.
Desde el 23 de febrero de 2019, con el intento de la entrada de la ayuda humanitaria por las fronteras de Brasil y Colombia, un grupo de militares de la Fuerza Armada Nacional desconoció la presidencia de Nicolás Maduro y respaldaron a Juan Guaidó como el presidente legítimo del país. Estos hechos desencadenaron en el movimiento militar del 30 de abril del mismo año, en donde uniformados venezolanos aparecieron al lado del presidente de la Asamblea Nacional y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, en lo que pretendía ser una toma armada de Caracas.
El fracaso de estos eventos obligó al grupo de soldados a desertar, dando pie a la conformación de un grupo de militares que se contraponen a la cúpula del poder representada por Maduro.
Desde estos sucesos se han llevado a cabo operaciones que encendieron las alarmas de ambos bandos políticos. El 22 de diciembre de 2019 asaltaron el Batallón 513 Mariano Montilla y el 5102° Escuadrón de Caballería, ambos en el municipio Gran Sabana al sur del estado Bolívar, con el objetivo de sustraer armas de estos complejos. Meses después se suman las incursiones de la Operación Gedeón en Macuto, estado La Guaira y Chuao, estado Aragua.
De la Operación Gedeón
Juan José Rendón, exjefe del comité estratégico del gabinete de Juan Guaidó, reconoció que su equipo de estrategia comenzó a evaluar todos los escenarios posibles para articular una maniobra que tuviera como desenlace la salida de Maduro del poder, incluyendo generar contactos para una salida por armas de acuerdo con la premisa de “todas las opciones están sobre la mesa”, frase reiterada por el Gobierno de los Estados Unidos y repetida en varias ocasiones por el presidente del Parlamento venezolano.
El grupo estratégico de Rendón hizo contacto con Jordan Goudreau, veterano de las Fuerzas Especiales estadounidenses y dueño de una compañía de seguridad estratégica en la Costa Espacial de Florida, para organizar dicha operación pero, posteriormente aseguró que no se concretó ningún pago por el acuerdo previo.
Según un reportaje publicado por el Washington Post, poco después de firmar el pacto, Goudreau comenzó a actuar de forma errática y no pudo entregar a los representantes de la oposición pruebas de lo que afirmaba tener preparado para la operación.
El plan seguiría adelante por decisión del estadounidense y los militares venezolanos involucrados. Distintas fuentes apuntan a que este movimiento fue infiltrado por el gobierno de Nicolás Maduro para así poder frenar la incursión.
El fiscal de Maduro, Tarek William Saab, señaló abiertamente a Guaidó como autor intelectual de las incursiones marítimas | Foto DPA |
El vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, el 28 de marzo durante su programa Con el Mazo Dando señaló a Goudreau de tener nexos con el exgeneral Clíver Alcalá Cordones, recientemente acusado de narcoterrorismo por una corte del distrito sur de Nueva York.
Según el emblemático diario estadounidense, Rendón y su equipo dieron por descartada la operación en noviembre del año pasado, pero su continuidad, plagada de errores logísticos y una presunta infiltración, condujeron a los lamentables resultados del 3 de mayo.
Las incursiones dejaron un saldo de ocho exmilitares abatidos en el intento de entrar a Venezuela por Macuto. Al día siguiente fueron capturados ocho militares más en Chuao, entre ellos 2 estadounidenses y Adolfo Baduel, hijo del militar Raúl Isaías Baduel.
El gobierno de Nicolás Maduro calificó el hecho como un intento de “acabar con su vida” planificado con la ayuda de Estados Unidos, Colombia y el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
El fiscal general de la República, Tarek William Saab, señaló abiertamente a Guaidó como autor intelectual del hecho, sin realizar una investigación previa ni incluirlo dentro de las órdenes de captura emitidas por el suceso. También mencionó tener pruebas de un contrato que había sido firmado por el presidente del poder legislativo y la empresa SilverCorp, dirigida por Jordan Goudreau.
“El contrato estipulaba un pago total de 212 millones de dólares para la organización de una operación militar destinada a derrocar al gobierno constitucional de Venezuela”, manifestó.
Saab anunció que hasta el 8 de mayo se presentaron cargos de terrorismo, conspiración y tráfico de armas en contra de 31 personas relacionadas a esta operación y que, además, solicitaron 22 órdenes de detención, incluida la del norteamericano Goudreau.
Días después el comandante de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Remigio Ceballos, informó sobre la captura de ocho nuevos implicados en la Operación Gedeón. Entre los apresados se encuentra José Ángel Barreno Cordones, sobrino del exgeneral Clíver Alcalá Cordones.
Al mismo tiempo, Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, anunció el arresto de tres individuos en Aragua: el teniente Jairo Betemy, el sargento segundo del Ejército Franco Jonathan y el sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana Evan Rincón.
De Goudreau y el contrato
Jordan Goudreau es un veterano de las Fuerzas Especiales estadounidenses, quien dirigió una compañía de seguridad estratégica en la Costa Espacial de Florida. En 2018 fundó Silvercorp USA, organización que ofrece una diversidad de servicios, incluyendo asistencia a víctimas de secuestro y extorsión. Además, Grodreau lideró equipos internacionales de seguridad para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y para el secretario de Defensa.
Juan José Rendón, estratega político y miembro principal del comité estratégico del gabinete de Guaidó, confirmó que se había firmado un contrato con Goudreau para una posible captura de Nicolás Maduro.
Según Rendón, la operación consistía en evaluar la posibilidad de captura y entrega a la justicia de funcionarios adeptos al gobierno de Maduro y que actualmente tienen orden de captura. “Teníamos el encargo de analizar todos los escenarios posibles para el cese de la usurpación”, dijo Rendón recalcando además que se trata de la captura más no de un asesinato.
“Teníamos el encargo de analizar todos los escenarios posibles para el cese de la usurpación”, explicó Rendón | Foto CNN |
Asimismo, afirmó que nunca se pudo llegar a un acuerdo, por lo tanto Guaidó no aprobó la operación y no firmó el contrato, siendo las últimas conversaciones en noviembre de 2019. “La operación tampoco estuvo avalada por ningún gobierno, ni el de Estados Unidos, ni el de Colombia”, añadió.
Luego de estas declaraciones, J.J. Rendón y el diputado Sergio Vergara presentaron sus cartas de renuncia a los cargos que desempeñaban dentro del gobierno interino de Guaidó. No obstante, ambos ratificaron su respaldo a la causa democrática y al presidente del Poder Legislativo.
El 26 de marzo de este año, Clíver Alcalá Cordones ya asomaba la existencia de este contrato. En una entrevista dada para W radio de Colombia señaló que en el contrato aparecen las firmas de Guaidó y J.J. Rendón y que la operación militar se hizo con apoyo de agentes norteamericanos. Sin embargo, manifestó que el líder opositor no tenía conocimiento de cómo se llevaría a cabo la operación: “Lo único que conocía era el objetivo, la finalidad. Todas las operaciones anteriores habían fracasado por ese entorno corrupto alrededor de la política venezolana”.
Clíver Alcalá sirvió como general de las Fuerzas Armadas, fue jefe de la Red de Defensa Integral (REDI) en la región Guayana y llegó a ser uno de los hombres de alta confianza del expresidente Hugo Chávez.
Según un reportaje de AP sobre los hechos del 23 de febrero de 2019 y el ingreso de la ayuda humanitaria, Alcalá Cordones tenía la intención de desplegar un convoy militar para entrar a Venezuela, acción que fue impedida por las autoridades colombianas.
Alcalá Cordones decidió entregarse a la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) luego de que fuese acusado junto a una docena de funcionarios del gobierno de Maduro por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por supuestos vínculos con el Cartel de los Soles e introducir toneladas de cocaína a territorio estadounidense.
De la disputa nacional
El partido solicitó a la AN abrir una investigación sobre la Operación Gedeón |
El equipo de Nicolás Maduro no tardó en reaccionar ante el fracaso de la Operación Gedeón y la captura de sus miembros. El mandatario venezolano lo catalogó como un intento de golpe de Estado perpetrado con el aval del presidente estadounidense Donald Trump y el presidente de Colombia, Iván Duque.
Maduro en cadena nacional también señaló a Guaidó: “El documento tiene la firma de Juan Guaidó, diputado prófugo de la justicia”. Sin embargo, en las órdenes de detención anunciadas por William Saab no se especifica que alguna de ellas sea para el parlamentario.
En respuesta a estas acusaciones, Guaidó aseguró que son “excusas para seguir persiguiéndome. Para detenerme”, mientras negaba una vez más su participación en la Operación Gedeón.
“Presumimos dos versiones: uno, un montaje fabricado o un hecho delictivo manipulado por la dictadura para continuar la persecución hacia el gobierno interino, la AN y las fuerzas democráticas. Dos, militares o civiles venezolanos presuntamente ejecutados extrajudicialmente por la dictadura y sus cadáveres han sido utilizados para crear un ‘falso positivo”, explicó Guaidó. Además, señaló que la versión oficial está llena de “incongruencias, dudas y contradicciones” y que solo busca expandir el control social y la represión.
Esta postura fue reafirmada en un video difundido por el Centro de Comunicación Nacional en donde el presidente de la AN se dirigió al país. “Hemos construido las capacidades. No necesitamos de mercenarios extranjeros”, sentenció el líder opositor.
Por otra parte, los principales partidos políticos del país manifestaron a través de un comunicado su rechazo a cualquier movimiento armado que busque destrabar la crisis venezolana.
“Las fuerzas democráticas públicamente han llamado a toda la sociedad, civiles y militares, a luchar por el cambio democrático (…). Las fuerzas democráticas apuestan por una salida en paz, que brinde tranquilidad y estabilidad a todos los venezolanos y sus familias”, establece el comunicado firmado por Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Causa R, Voluntad Popular, Encuentro Ciudadano, MPV, Proyecto Venezuela y Copei.
A su vez, Primero Justicia hizo pública una carta en donde fijan su postura ante lo sucedido en Macuto y Chuao: “Primero Justicia rechaza y condena públicamente los recientes sucesos acontecidos en varios lugares del litoral venezolano. Son acciones, como lo sucedido el 30 de abril de 2019, que terminan frustrando a nuestro pueblo y destrozando la con¬fianza entre quienes luchamos por el cambio político”.
El partido político también le exigió a Guaidó que destituyera a las personas vinculadas a la contratación de estos “grupos ilegales”, y le solicitan replantear los mecanismos de toma de decisiones.
A esta petición se le suman las distintas organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos y que además han creado la campaña #LiderazgoDemocratico para solicitar la investigación pertinente.
“Exigimos al #LiderazgoDemocratico abrir una investigación institucional sobre la ‘Operación Gedeón’, sus financistas, el supuesto contrato cuya firma habrían admitido sus asesores, la posibilidad de negociación con mercenarios, entre otros aspectos de esta repudiable iniciativa”, manifestó el movimiento Dale Letra, precursores de esta iniciativa junto a la ONG Provea.
Esta campaña la han respaldado organizaciones como Acceso a la Justicia, Civilis DD HH, Clima 21, Observatorio Global de Comunicación y Democracia, Sinergia, Oportunidad AC, Caracas Plural, entre otras.
A través de ella manifiestan su preocupación por lo que podría significar el inicio de una lucha violenta en el país luego de los hechos relacionados a la Operación Gedeón.
“El objetivo es que la diligencia política, de manera clara, rechace los mecanismos violentos y se sumen a una ruta pacífica”, manifestó Rafael Uzcátegui, investigador de Provea.
El coordinador general de Provea considera que las rectificaciones no son exclusivas de Nicolás Maduro, sino del gobierno interino de Juan Guaidó, para evitar que la comunidad internacional tenga dudas sobre el liderazgo del país y se pierda el apoyo consolidado.
De los actores internacionales
En su primera reacción a una supuesta incursión de mercenarios en territorio venezolano, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó que su país tenga alguna relación con lo sucedido, destacó en su portal el canal de televisión DW Español.
“Acabo de recibir información. No tiene nada que ver con nuestro gobierno, pero acabo de recibir información sobre eso y lo investigaremos. Estamos preocupados, pero sea lo que sea, les informaremos, pero no tiene nada que ver con nuestro gobierno”, afirmó el mandatario en declaraciones a la prensa en los jardines de la Casa Blanca.
Estados Unidos se desliga de Goudreau y Rusia atiza las tensiones por las incursiones marítimas | Foto AFP |
Otros funcionarios del Gobierno norteamericano como el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el nuevo embajador para Venezuela James Broward Story desvincularon a la Casa Blanca de la operación. “Si estuviéramos involucrados, el resultado sería diferente. Nosotros encontramos a Osama Bin Laden”, señaló Broward Story.
Sin embargo, para Rusia estas declaraciones no fueron suficientes. “La afirmación de Washington según la cual el Gobierno estadounidense no tiene nada que ver con lo que pasó en Venezuela estos últimos días no parece convincente”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a través de un comunicado.
Para la Cancillería rusa, la incursión armada merece mayor repudio y considera que las personas involucradas están al servicio de la inteligencia norteamericana.
De igual manera, Lavrov afirmó el martes que los servicios secretos de Rusia y Venezuela mantienen contactos tras la fallida operación. “En lo que se refiere a la investigación de la invasión de Venezuela por mercenarios que tenían la tarea de perpetrar actos terroristas, sabotajes y derrocar al presidente legítimo, nuestros servicios secretos mantienen contactos”.
La Operación Gedeón ha resultado ser una incomodidad para la bancada liderada por Guaidó, pues el cuestionamiento hacia estas acciones ha sido masivo, tanto por la comunidad internacional que sigue optando por una salida pacífica, como para la población venezolana que duda ante la falta de transparencia de todos los factores involucrados.