Este miércoles tres madres regresaron solas a casa. Tras la segunda audiencia de juicio, sus hijos, dos niños y una niña, fueron devueltos a los calabozos de los comandos donde están recluidos desde el 29 y 30 de julio, tras las protestas postelectorales.
A las 3:40 minutos de la tarde comenzó la audiencia telemática. Tres adolescentes, de 16 y 17 años, fueron trasladados al Palacio de Justicia, donde también estaban sus madres. Las mujeres guardaban la esperanza de poder llevarse a sus hijos a casa, aunque fuera con medidas cautelares. No ocurrió.
En Caracas, uno de los adolescentes liberados hace pocos días debió presentarse, según la medida sustitutiva de libertad que le fue impuesta en su oportunidad. El estaba en la audiencia telemática.
Uno sí y otros no
¿Por qué unos sí y otros no?, fue la pregunta recurrente de los niños y las madres, a las que se les permitió estar en la audiencia.
Cada uno de los tres jóvenes, nuevamente, imploró su libertad, con base en su inocencia. Quieren volver a casa con sus familias, a clases con sus compañeros. Quieren retomar sus vidas. La respuesta de la jueza fue corta, sencilla. “Se nos ha hecho difícil recabar las pruebas por lo lejos que están los muchachos”.
La jueza pidió tiempo. La tercera audiencia quedó fijada para el próximo 12 de diciembre. La Fiscalía, por su parte, pedirá exámenes psicológicos a los niños para ver si puede proceder su excarcelación.
A cada audiencia las madres llegan con esperanzas y salen derrotadas. Todas consignaron hace cuatro meses las pruebas que demuestran la inocencia de sus hijos. Hoy no saben dónde están esos documentos, mientras la espera las consume y comienzan a somatizar los meses de tensión vividos por la tragedia que enfrentan sus hijos. Ellos fueron acusados por terrorismo, incitación al odio, resistencia a la autoridad y otros delitos, tan inexplicables como estos.
Son niños, que además fueron torturados, pues así los define la Convención sobre los Derechos del Niño, que reconoce como “niño” a toda persona menor de 18 años, a menos que las leyes pertinentes establezcan una mayoría de edad anterior.