Estados Unidos anunció este 21 de octubre que implementa nuevas normas para proteger los datos del gobierno y la información personal de sus ciudadanos de países como Rusia, Irán, Cuba y Venezuela; con lo que buscan ejecutar una orden ejecutiva firmada por el presidente Joe Biden.
En la práctica, estas medidas establecen límites a ciertas transacciones comerciales para impedir que estos países utilicen datos financieros, genómicos y de salud de ciudadanos estadounidenses para realizar ciberataques, espionaje y chantaje.
Sin embargo, esta vez se especifican los tipos y cantidades de datos cuya transferencia queda prohibida. Se incluyeron datos genómicos de más de 100 estadounidenses, así como información personal de salud o financiera de más de 10 mil personas. Además se prohibiría la transferencia de datos de geolocalización de más de 1.000 dispositivos estadounidenses.
La medida se ejecuta debido a que existe una preocupación por parte de los servicios de inteligencia de EE UU de que estos países, considerados como “adversarios” estarían intentando usar los datos de los ciudadanos estadounidenses -cuyo acceso se facilitaría por parte de terceros- para tener a mano un “recurso estratégico”.
Por otro lado, el Departamento de Estado recordó nuevamente a sus ciudadanos que no deben viajar al territorio venezolano tras indicar que el país está calificado como “Nivel 4”, es decir, que las personas que lo hagan estarían en peligro.
“Maduro y sus representantes han demostrado que detendrán y encarcelarán a ciudadanos estadounidenses que ingresen a Venezuela sin justificación ni debido proceso”, refiere la diplomacia de ese país.
El aviso de viaje indica que las instituciones venezolanas han mantenido en prisión a estadounidenses hasta por cinco años y que no se notifica a Washington cuando ocurren las detenciones.
“En Venezuela son habituales los delitos violentos, como homicidios, robos a mano armada, secuestros y robos de vehículos. Se celebran manifestaciones y mítines políticos, a menudo sin previo aviso. La policía y las fuerzas de seguridad han reprimido brutalmente las manifestaciones contra Maduro, que incluyen el uso de gases lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma contra los participantes, y que en ocasiones derivan en saqueos y vandalismo”, destaca el Departamento de Estado.