El exdiputado al Congreso de la República, Edwin Sambrano, hace un análisis sobre el avance que ha tenido la candidatura de Edmundo González Urrutia, de la mano de María Corina Machado, como resultado de una presión cívica ante las acciones del régimen de turno.
Sambrano admite que cuando fue diputado apoyó la elección de Hugo Chávez, de forma independiente, porque se pensaba que frente a un deterioro económico y social se podía producir un cambio para bien.
Aclara que siempre ha profesado una postura civilista y no militarista, por cuanto en su momento criticó el golpe de Estado fallido.
En ese período vio el avance hacia una Constituyente, la cual se venía gestando desde 1981.
“Eso es un avance importante porque la constitución del 99 no es una constitución chavista, es una constitución que respeta la tradición constitucional venezolana desde 1911, y está basada en la constitución del 61 y en la constitución democrática del 47. La primera constitución más democrática que todas es la del 47 y luego la del 61, y la del 99 se pasa en esa conducción”, señaló.
Sambrano manifiesta que los derechos contenidos en la Constitución necesitaban un gobierno fuerte en cuanto a su capacidad de ir desarrollando las previsiones constitucionales para ir creando los frenos y promoviendo la participación, así como un gobierno con una gran amplitud de visión para incorporar a todos los sectores en un proceso de transformación sociopolítica y económica del país.
“Ambas cosas fallaron, es decir, Chávez no pudo, no supo, no quiso el encuentro de todos los factores, inclusive del pueblo y de los trabajadores para producir una transformación en la sociedad acorde con el proyecto político y social contenido en la Constitución. La constitución es un proyecto político y social que surge de un pacto entre los ciudadanos en un momento histórico determinado y diseñan ese futuro”, destacó Sambrano.
A esto se suma la corrupción que hubo en el gobierno de Chávez y se entiende en la administración de Nicolás Maduro, donde se descarta a gente con talento, con conocimiento, con estudios.
“La mitad de los talentos venezolanos han sido expulsados del país por esa situación. No es que se han ido, han sido expulsados del país la capacidad industriosa y comercial de iniciativa económica, se ha expulsado del país a la juventud. Más del 70% de la emigración venezolana son fuerza laboral activa, es decir, es la gente que necesitamos para trabajar”, recordó.
Además se suman muchos otros hechos como la suspensión del proceso para el referéndum revocatorio en 2016, o las trabas que se presentaron recientemente para poder poder inscribirse en el Registro Electoral.
Presión cívica
Sin embargo rescata que “en este momento esa presión cívica se ha constituido en ineludible por parte del régimen y se expresa en este momento en la candidatura de Edmundo González.
María Corina resultó erigida como la gran líder política del país por el apoyo popular de las elecciones primarias. No le permitieron inscribirse violando la Constitución, porque ella no está inhabilitada legalmente (…) se recurrió a una candidatura alternativa como el caso de Corina Yoris. También le impidieron la inscripción y, finalmente, se logró por presiones nacionales e internacionales inscribir a Edmundo González”.
Destaca que González Urrutia reúne dos factores históricos. El primero es el resultado de una elección primaria (que no dejaron inscribir); el segundo es el resultado de todos los esfuerzos que se hicieron para lograr una candidatura única en la Plataforma Unitaria Democrática.
“Además de esas condiciones históricas, reúne una condición personal que es la de un hombre con una larga trayectoria en la diplomacia en la política venezolana, pero en la política de Estado no en la política de partido, con una gran madurez en su pensamiento democrático y social, en favor de los derechos humanos”, resaltó.
Agregó que ello resulta “una garantía no solamente para la elección sino para la transición, teniendo por supuesto detrás el liderazgo de María Corina, la presencia de la plataforma unitaria y la presencia de cientos de organizaciones sociales, civiles, sindicales, incluso políticas que no son partidos o que no están en la plataforma unitaria, pero que han sido importante baluarte”.
Oportunidad de triunfo
Para Sambrano, ante tanto deterioro en el país en todos sus niveles, sostiene que existe la oportunidad de lograr un triunfo con Edmundo González Urrutia, y transitar un período totalmente irregular al tener poco más de cinco meses a un nuevo presidente electo y un presidente en funciones.
“Hay muchos peligros en ese período. La organización social tiene que tener un rol protagónico en ese proceso (…) ejercer el control social, el control de sus intereses públicos, de sus intereses sociales, nacionales y que pueden desempeñar un papel importante en la reconstrucción del país. Por eso digo que una vez que se haga del triunfo, vendrá una nueva irrupción del pueblo venezolano”.
Sambrano destaca también la madurez que ha habido en la población, de no solo buscar un mesías, sino incluso en María Corina Machado, acusada de ser radical y que en el pasado hubiese llamado a acciones de calle.
“María Corina, en este proceso, también ha madurado, ha visto la política de una dimensión mucho más amplia, mucho más integral, más con sentido de nación y con sentido de ciudadanía y ha logrado empalmarse mejor a los retos que tenemos por delante”.
Ha habido también una madurez en el elector venezolano al entender la importancia de una candidatura unitaria, con un respaldo de más de 90% en primaria a favor de alguien de la que ya había sobreaviso de que no permitirían su postulación. Sin embargo, han sido cónsonos en apoyar la figura que la represente, en este caso Edmundo González Urrutia, quien de ser una persona desconocida para muchos, toma fuerza entre el electorado opositor.