Impulsados por la necesidad de retomar la democracia en Venezuela, la sociedad civil en unión con las Fuerzas Armadas Nacionales propició el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez, un 23 de enero de 1958, y si bien este hecho marcó la apertura de un sistema que garantizaba los derechos políticos y civiles, hoy el régimen se ha encargado de arrebatar cada conquista, especialmente la oportunidad de participar en elecciones libres y democráticas.
No hay duda que 66 años después volvemos a vivir en una dictadura disfrazada de democracia, acotó Douglas Rodríguez, coordinador de Vente Venezuela en el estado Bolívar, a lo que agregó, que la erosión del sistema democrático es insostenible, de allí que los venezolanos encararon al régimen y salieron a las calles el pasado 22 de octubre para escoger a María Corina Machado como la líder de la oposición, quien tendrá la responsabilidad de derrotar a Maduro en las elecciones 2024.
“Ya dimos el primer paso. Ya construimos el liderazgo que reclamaba el país y ahora, desde la Gran Alianza Nacional conformada por los distintos factores políticos y la sociedad civil estamos trabajando para conformar la red 600K como plataforma que tendrá la responsabilidad de defender los votos de nuestra abanderada y con ello recuperar la democracia y el país de oportunidades que nos merecemos”.
El deterioro político y social que hace 66 años generaron el derrocamiento del dictador Marco Pérez Jiménez se constituyen hoy en día en las mismas motivaciones que arropan e impulsa a los venezolanos a salir de este régimen mediante un proceso de elecciones libres, que marquen el momento fundacional de la democracia en el país, todo bajo la conducción de la líder nacional María Corina Machado.