La Conferencia Episcopal Venezolana emitió un comunicado este miércoles, 17 de noviembre, para destacar que las elecciones regionales y municipales que se realizarán el domingo no se tratan solo de escoger a un grupo de autoridades, sino que representan una gran oportunidad que tendrá impacto en el porvenir del país.
“Compete a cada ciudadano asumir en esta situación la decisión de participar o no, siendo consciente de que cualquiera que sea, tendrá gran incidencia en el futuro de la comunidad, la región y el país, pues estamos en un momento de particular gravedad, y, por ende, de suma importancia y trascendental responsabilidad personal, familiar y cívica ante Dios y la patria”, dice parte del texto.
En el comunicado, la Iglesia Católica venezolana destaca que en estos comicios existe la posibilidad y la necesidad de que emerjan nuevos liderazgos sociales, que tendrán que proponer nuevas alternativas al proyecto centralizador de la administración de Nicolás Maduro. Además, tras el proceso, consideran fundamental buscar caminos de encuentro para el desarrollo político, económico y social de las regiones.
La Conferencia Episcopal advirtió que la abstención sin toma de conciencia y voluntad transformadora no conduce a generar los cambios necesarios. “Si queremos que algo cambie, se requiere salir de la postración cotidiana a través de propuestas concretas y comunitarias que despierten la conciencia ciudadana y movilicen las voluntades para recuperar lo político como lugar de participación, ejercicio de los derechos democráticos y protagonismo cívico”, concluye la comunicación.
Los obispos venezolanos recordaron que “casi por tradición en nuestro país, al día siguiente de las elecciones todo sigue igual o tiende a empeorar”, por ello reiteraron la necesidad de superar los esquemas que permiten “este proceso de deterioro”.
También criticaron a la oposición, y les recomendaron “superar las descalificaciones mutuas y vergonzosas”, además de un llamado a los venezolanos a exigir “una sensatez en la verdad por parte del oficialismo. El bien común, norte de la política, implica un respeto y un diálogo permanente con las comunidades e instituciones sociales, inclusive si piensan distinto o son de un partido diferente al gobernante”.