En la sede del Centro de Políticas y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG UCAB), Benigno Alarcón, director del mismo, presentó este 13 de junio las perspectivas políticas para las elecciones del 28 de julio. A su vez, Mirla Pérez y Alexander Campos, representantes del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, ofrecieron un balance de los resultados del estudio Desafiando el poder desde las bases comunitarias.
Alarcón explicó que la elección es un juego dentro de un juego más amplio, y dos variables se estudian: el costo para el gobierno de mantenerse en el poder por buenas o por las malas, y el costo de salir del poder. En una situación en la que el costo de represión es muy alto y salir es relativamente bajo, el proceso de transición se facilita cuando se establecen acuerdos. Pero si es lo contrario, que haya una transición se vuelve más complicado.
Entre las tendencias de percepción ciudadano sobre el oficialismo reunieron que la gente siente que quién tiene el control es Diosdado Cabello o cualquier otro personaje de poder dentro del gobierno, catalogándolo como “títere”, no sienten que sea Nicolás Maduro el que esté liderando el proceso.
Esto se complementa con un vacío de liderazgo nacional. La ciudadanía siente que quien lleva la candidatura no lidera, y si se hace un ejercicio de medición con otros actores del oficialismo, además de líderes aislados como Rafael Lacava en Carabobo, que tiene cierta simpatía, es difícil encontrar liderazgo nacional para el chavismo. Aún se considera que el líder era Chávez y no ha podido ser sustituido a pesar de todos los intentos.
Se suma a las variables la pérdida del apoyo político y competitividad electoral que tenía en el pasado, y el desmantelamiento de la maquinaria electoral y de control social, en buena medida por falta de recursos y las sanciones, dejándolos sin capacidad de mantener el clientelismo.
“Un ejemplo de ello fue el intento de gran movilización para el referéndum del Esequibo, que no funcionó”, añadió.
En cuanto a las tendencias del aparato represivo, fuerza armada y cuerpos policiales tienen bajos niveles de legitimidad, llegando a confundirse con el gobierno, es decir, la gente los percibe como lo mismo y el desprestigio de uno arrolla al otro. El alto mando militar tiene el costo muy alto de tolerancia a un cambio político, porque buena parte de las investigaciones abiertas afectan a actores de la elite militar, por ejemplo, la Corte Penal Internacional.
Las tendencias de la oposición por su parte marcan a la primaria como acto fundacional que transformó su liderazgo. La oposición tradicional no discute el nuevo liderazgo de María Corina Machado, y se logró el consenso sobre la candidatura unitaria de Edmundo González.
Se registra el rechazo e indiferencia a las oposiciones cooptadas y moderadas. “La jugada del oficialismo de tratar de fragmentar a la oposición no funcionó, yo dudo que todas esas candidaturas juntas lleguen a sumar el 10%. La gente no les hace caso, no los considera, sencillamente hacen como si no existieran”.
La gente siente que tiene la responsabilidad de hacer el cambio y la polarización electoral está entre Maduro y González. A su vez, la gente no ve a Edmundo González como quien representa a quien lidera el proceso.
“Están votando por María Corina Machado a través de Edmundo González, por eso la identidad líder candidato hay que cuidarla, si se rompe, se rompe todo”, aseveró.
Como posible escenario, el director del centro no considera realista que se presente una transición negociada donde el gobierno acepte que va a perder y trate de negociar el proceso. Menciona el escenario en el que gobierno se mantenga en su estrategia: inhabilitar a los candidatos que tengan credibilidad y apoyo con la intención de que no se pudiera posicionar y se produjera una abstención importante. De ser así, se entraría en una fase de apaciguamiento donde las elecciones por venir estarían perdidas, porque también se abstendrían de votar en los comicios del 2025 al no haber logrado la transición en 2024.
Un escenario alternativo, que tiene posibilidades de ocurrir, es en el que se logró posicionar el liderazgo sustituto y la gente se mantiene en torno al sustituto, y es posible la transferencia de votos de María Corina Machado es viable en su totalidad. “No en un porcentaje pequeño ni a la mitad, para sorpresa de todos, la transferencia de votos puede ser casi perfecta”, advirtió.
El peligro está en que el gobierno trate de sacar al candidato de la carrera. Si la Plataforma Unitaria llega con su candidato al 28J, es muy probable que se produzca una stunning election (elecciones que no se pueden controlar) con el triunfo de la oposición y el dilema para el gobierno entre reconocer o no los resultados.
“Si uno ve lo que han hecho otros gobiernos como Ortega o Putin, la tendencia es que lo saquen del camino, el problema aquí es que el gobierno debe tener absoluta certeza de que todas sus instituciones lo van a apoyar si acaban con la elección y cierran el camino electoral”, destacó.
Con un padrón electoral de 21.402.229 ciudadanos, de los cuales aproximadamente solo 17 millones pueden votar (teniendo en cuenta los que se encuentran fuera del país), y restando el 20% de abstención razonable (3.400.000), estiman que votarán 13.600.000 personas.
De estas cifras, el techo del chavismo es aproximadamente de 4.100.000 votos, y para la oposición, de cumplirse la transferencia de votos, Edmundo González estaría recibiendo unos 7 millones de votos. “Estamos hablando prácticamente de 3 millones de votos de diferencias, y con las tácticas tradicionales es muy difícil de cerrar esa brecha”, enfatizó.
Concluyó que la oposición pareciera estar hoy en su mejor político y electoral, un fraude electoral o una decisión que los saque de la contienda puede originar una escalada importante del conflicto en las calles. El desenlace de la elección dependerá de una combinación entre presión internacional e interna para la defensa de la democracia, a fin de asumir los costos de un intento por mantenerse en el poder a la fuerza.
También, a permanencia de Maduro en el poder generaría una ola migratoria igual o mayor a coyunturas previas como la del 2014, 2017 o 2019, y es predecible una mayor autocratización del gobierno para asegurar su estabilización.
En otro orden de ideas, Mirla Pérez, representante del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, presentó los resultados del estudio Desafiando el poder desde las bases comunitarias, en el que se destaca que la percepción de que el voto es secreto ha aumentado la intención de voto en las comunidades.
Los resultados se obtuvieron tras una serie de grupos focales en comunidades, con la participación de aproximadamente 150 personas. Al respecto, el 97% rechaza los mecanismos de control social como CLAP y bonos, ya que con eso se resuelve solo el 10% de los problemas económicos. Quieren producir y apostar permanentemente por el trabajo y no por las dádivas que el Estado pueda ejercer.
“Hay una construcción y memoria colectiva de procesos anteriores, en los cuales funcionarios y ciudadanos no han votado por el gobierno y no ha pasado nada”, manifestó. Documentaron a su vez que los chavistas radicales prefieren no votar, o votarán nulo.