Estas son las preguntas por responder entre el 7 y 12 de diciembre:
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El lunes 7 de diciembre iniciará la consulta popular promovida por organizaciones de la sociedad civil y la Asamblea Nacional. Justo un día después de las cuestionadas elecciones parlamentarias convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, el proceso, que será en línea hasta el sábado 12, no genera la misma expectativa que el plebiscito de 2017. Luego de la juramentación de Juan Guaidó, el 23 de enero de 2019; el fallido ingreso de la ayuda humanitaria en febrero y el levantamiento militar del 30 de abril, para este año las acciones de calle y la motivación de las personas se ha ido desinflando ante la falta de logros y de un plan concreto que mejore las condiciones de vida de los ciudadanos.
En esta ocasión, la meta de participación que se planteó la oposición para la consulta popular es de 7 a 9 millones de venezolanos. En el caso del estado Bolívar, hay 50.95% de ciudadanos que hasta mediados de noviembre dijo que no participará en este evento, 19.05% dijo estar indeciso, y 30% aseguró que sí irá a la consulta popular.
Estos datos forman parte de un estudio de estudiantes de Ingeniería de la Universidad Católica Andrés Bello, núcleo Guayana, bajo la guía del magister en Estadística Aplicada, Omar Castro. Las encuestas se aplicaron en los municipios Caroní, Angostura del Orinoco y Piar.
De los consultados por Correo del Caroní, poco más de un tercio sí participará pese a que admitieron no estar 100% informados sobre el proceso.
“En todo lo que implique manifestar mi rechazo hacia Maduro y su gobierno, yo participo. Tampoco es que me hago falsas esperanzas ni me creo expectativas, pero prefiero seguir luchando”, manifestó Fernanda Arias, ama de casa.
“Participo en la consulta, porque las veces que sean necesarias hay que dejar constancia de nuestro rechazo al desgobierno y a todo el desastre que vivimos, además de rechazar el fraude y exigir ayuda a la comunidad internacional para detener la crisis humanitaria que padecemos y afecta duramente a millones de venezolanos, obligados a huir del país arriesgando su vida por trochas o lanzándose al mar”, expuso Naileth Marcano, comunicadora social.
“Es que la observación internacional es la vía más creíble y prudente de manifestar el rechazo a las elecciones y es una oportunidad para que la ciudadanía manifieste su rechazo a estas elecciones fraudulentas”, opinó Jesús Vale, defensor de derechos humanos.
Dudas sobre segunda “lista Tascón”
Las amenazas del régimen sobre lo que harán una vez lleguen nuevamente a la Asamblea Nacional, como el máximo castigo para los actuales diputados tras etiquetarlos como “traidores a la patria”, genera cierto temor por las represalias que puedan generar contra quienes participen en esta consulta.
Un trabajador de Ferrominera que prefirió no identificarse aseguró que en la empresa no se escucha ese temor de una posible “lista Tascón” por participar en la consulta popular. “Creo que le temen más a que sepan que no fueron a votar y les desactiven la ficha y les quiten la bolsa de comida”, expresó.
“El temor siempre está, y capaz algunos voten el 6 de diciembre por coacción, y después vayan a la consulta por convicción. Sí se ha comentado eso de que hagan una lista, pero realmente ahorita no le paran mucho porque si los botan no pierden nada, la mayoría de las maestras ganamos más como costureras, vendiendo tortas, bachaqueando, que como docentes”, dijo Ángela Mata.
Los partidos que respaldan la consulta, por su parte, sostienen que hay plena garantía de resguardo de los datos de los ciudadanos, a través de un sistema al que no hay posibilidad de acceso para el régimen. Además, una vez realizado el conteo de los participantes, se eliminará el registro.
Existe gran desconocimiento
La consulta popular tiene grandes limitaciones para llegar a los ciudadanos, sobre todo al ser el internet, la radio y las actividades de calle de los pocos espacios para lograr darla a conocer.
Trabajadores y docentes aseguran que hay más amenazas por no participar en las parlamentarias que por ir a la consulta popular | Fotos William Urdaneta |
Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) solo 27,2% de los hogares venezolanos tiene acceso a una computadora y 20,5% tiene acceso a internet, sumado a esto, también padecen la escasez de gasolina y la pandemia que hace más cuesta arriba transmitir la información.
La ciudadana Maritza Gómez no tenía claridad sobre las fechas y desconocía las preguntas a realizarse. Para el 12 de diciembre, donde está establecido responder las preguntas de forma presencial, pensaba que estaba planteada una marcha.
Para Gómez, quien compraba en la Feria de Villa Colombia, los venezolanos están “adormecidos” y dedicados a sobrevivir a las carencias de servicios como agua, gas y gasolina. Considera que desde la oposición debería haber más unión y aprovechar de mejor manera el apoyo internacional. “Únanse de una vez para ver si pueden sacar a Maduro”, finalizó.
Las limitantes tecnológicas han terminado afectando incluso a los más jóvenes, como Jaimer Cabrera y Jurlie Cordero, ambos de 24 años. Cordero señaló no conocer de qué trataba, cuáles eran las preguntas o fechas de la consulta.
La joven afirmó que por su casa no han volanteado para dar a conocer el evento y no ha podido revisar las redes sociales al no tener internet en su casa.
“De política no sé nada”, expresó Cabrera. Al preguntarle si participaría en la actividad, el joven confundió la consulta con las parlamentarias del 6 de diciembre y señaló no tener información al respecto al no revisar frecuentemente redes sociales y no tener teléfono.
No hay claridad
“Con este gobierno no hay vida. ¿Sabe lo que son 20 años y esto está cada día peor? acabaron con todo, acabaron con todo este país”, expresó Clemencia Hernández de 81 años. Señaló que sí va a participar esperando una mejora de las condiciones de vida.
Las limitantes de internet y tecnología hacen más difícil informarse sobre la consulta |
Pese a su malestar, no se ha informado eficientemente de la consulta. Desconoce las preguntas que se harán y de las fechas solo sabe que será después de las elecciones. La ciudadana afirmó que lo poco que sabe es gracias a un vecino que participa en la organización del evento y le comenta sobre cómo será el proceso.
Andrés Mora, vendedor del mercado de Unare, pese a que había leído en internet sobre la consulta y aseguraba su participación, tampoco tenía claridad sobre las fechas y preguntas a realizarse. “Las preguntas son que, si no queremos más a Nicolas Maduro mandando aquí, de las que medio me acuerdo”, expresó.
Para Mora las elecciones parlamentarias son un “fraude”, mientras la consulta servirá para hacer un llamado a la comunidad internacional.
De los 38 encuestados, 14 manifestaron participar en la consulta desde el 7 al 12 de diciembre. De estos, 11 coincidieron en que su motivación se centra en la esperanza de activar mecanismos internacionales que permitan una salida a la crisis en Venezuela.
Dos docentes, un trabajador de empresa básica, una ama de casa, un ingeniero y una vendedora informal manifestaron, por su parte, que no tienen intenciones de ir a la consulta, pero no por apoyar las parlamentarias del 6 de diciembre, sino por sentirse defraudados por la dirigencia opositora en la región y otras ocho personas manifestaron no participar al desconocer de qué trataba este mecanismo.
Rechazo y pocas esperanzas de cambio
La motivación de parte de los entrevistados para participar en la consulta popular convocada por Juan Guaidó converge en la esperanza de boicotear los resultados de las fraudulentas elecciones del 6 de diciembre convocadas por Maduro, más allá de la discutida eficiencia del accionar de la oposición y el gobierno interino para impulsar un cambio político.
“Realmente lo estoy haciendo por tener un poquito de esperanza porque estas elecciones son fraudulentas… pero al no haber unificación de la oposición quedamos a merced del oficialismo…”, expresó Del Valle Tovar, enfermera jubilada del Hospital Uyapar.
Pese al desánimo, Tovar espera que haya una participación masiva de la consulta popular que pueda invalidar los resultados del 6 de diciembre. “Todos los venezolanos deberíamos apoyar para que esas elecciones no se den”, sin embargo, asegura que ese es un escenario poco probable.
Pese a las limitantes de internet y conexión, la consulta se llevará desde el 7 al 12 en linea |
La población teme que, como sucedió con el intento de referéndum revocatorio o el plebiscito, las acciones no impulsen el cambio político. “Puede que el gobierno no le preste la más mínima atención… pero bueno, ¿qué se pierde con hacerlo?”, expresó Héctor Farías, locutor radial.
“Los venezolanos hemos salido una y otra vez a las calles, a marchar a votar, a participar a donde nos convocaran, y después veíamos cómo todo se enfriaba y había negociaciones detrás. Todo eso crea decepción, y la verdad no creo que se haga mucho con esa consulta. Sí, la gente va a manifestar su rechazo a Maduro, que ya lo hemos hecho bastante, el problema es que después no vemos resultado concreto”, alegó María Cristina Peña, vendedora informal.
“No tengo ninguna expectativa en esa farsa de consulta. Eso es un engaño más de esa oposición que trabaja a favor del régimen, es una burla como lo fue el plebiscito del 2016, las preguntas son una manipulación hacia el votante preguntando: ¿Exige usted…?”, opinó Carlos Bellorín, ingeniero electrónico que tuvo que migrar del país hace un año.
Bellorín está convencido de que la consulta popular es una estrategia del interinato para excusar las cosas que fueron prometidas pero que no se lograron desde que en 2019 Guaidó asumió el interinato. “Ellos están en esos cargos para hacer todo lo que esas preguntas dicen, entonces, ¿para qué preguntan lo que las responsabilidades de sus cargos les obligan a hacer?”.
Moisés Rojas, comunicador social, concuerda con él. “Posiblemente lo haré… pero no tengo ninguna expectativa la verdad porque… siempre es lo mismo. Siempre son propuestas, unos días de protesta… y ya”, dijo.