La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha llegado este miércoles a Venezuela como parte de una visita para abordar la crisis política y humanitaria en el país.
Bachelet ha sido recibida por el viceministro para Temas Multilaterales del Ministerio de Exteriores venezolano, Félix Plasencia, y el secretario ejecutivo para los Derechos Humanos, Larry Devoe, según ha señalado el ministerio a través de su cuenta en la red social Twitter.
Más tarde, el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, ha recibido a la exmandataria de Chile en la Casa Amarilla, sede del Ministerio de Exteriores.
Por su parte, Naciones Unidas ha confirmado la llegada de Bachelet a Venezuela y ha informado de que “dará declaraciones a los periodistas” el próximo 21 de junio desde el aeropuerto de Caracas. La misma Bachelet prometió.
La expresidente chilena ha llegado este miércoles a Venezuela en una visita que la oposición había reclamado de forma reiterada y que finalmente ha sido posible por la invitación del gobierno del presidente del país, Nicolás Maduro.
Bachelet tiene previsto reunirse con las dos partes, así como con otros actores de la crisis política y humanitaria que sufre Venezuela.
Crisis en Venezuela
La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó como mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la “usurpación”, crear un gobierno de transición y celebrar “elecciones libres”. Ha sido reconocido por Estados Unidos, numerosos países latinoamericanos, así como varios europeos, entre ellos España.
Entretanto, más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años a causa de la crisis humanitaria que sufre la nación caribeña. La ONU advierte de que, si la tendencia continúa, a final de 2019 podrían sumar más de cinco millones.
Guaidó ha indicado que explora abiertas distintas vías para zanjar la crisis, entre ellas las protestas en las calles y la diplomacia, plasmada en el reconocimiento internacional y en los contactos exploratorios entre oposición, Gobierno y Noruega. También ha mantenido viva la posibilidad de una intervención militar.
Respecto a esto último, a lo largo de estos meses Guaidó y algunos de sus colaboradores han invocado el llamado principio de intervención humanitaria, que permitiría un despliegue militar en Venezuela bajo el paraguas de la ONU. Aunque hay precedentes, no es una cuestión pacífica entre los estados miembros.