martes, 21 enero 2025
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Asilados en Embajada argentina: “Es una urgencia que pare esta situación de control y persecución”

Pedro Urruchurtu, Magalli Meda y Omar González, tres de los seis asilados en la Embajada de Argentina en Venezuela, hicieron un llamado de urgencia a los gobiernos de Argentina y Brasil ante la escalada de acoso como el corte de servicios básicos, y hostigamiento por parte de organismos de seguridad, incluyendo francotiradores.

“Estamos en una situación de alto riesgo y no sabemos si vamos a tener la oportunidad de volver a conversar con ustedes en otro momento”. Así lo expresó Magalli Meda, una de las seis personas asiladas en la Embajada de Argentina en Venezuela, actualmente protegida por la Embajada de Brasil, durante una rueda de prensa vía Zoom que ofrecieron la tarde de este sábado 14 de diciembre.

El 20 de diciembre cumplen nueve meses en asilo en esta embajada, en condiciones cada vez más complejas. Y es que la situación de asilo se ha complicado en las últimas semanas, no solamente por el asedio permanente de organismos de seguridad del Estado, como Sebin y Dgcim, sino por acciones como dejarlos sin servicios básicos o permitirles el ingreso de agua y alimentos, lo cual pone en riesgo sus vidas.

 

“El daño espiritual es tremendo por el desarraigo de los hogares, pero además la imposibilidad en esta época decembrina de tener cerca a los familiares. En mi caso, un hombre de 74 años de edad, 53 de casado, sin mi esposa, sin mis hijos ni mis nietos”, Omar González

 

“Para nosotros es importante transmitirles lo que está pasando, porque además necesitamos de mucha ayuda. De alguna manera el régimen ha decidido usar esta embajada como un mecanismo de coacción y presión ante todo lo que ellos sienten que puede vulnerar su posibilidad de mantenerse en el poder”, agregó Meda.

Pedro Urruchurtu destacó el respaldo del Gobierno de Argentina al otorgarles el asilo, y la interlocución que en estos meses se ha dado con el gobierno de Javier Milei.

“En esta etapa en particular creo que lo importante es dar el sentido de emergencia que estamos enfrentando. Ya no son solo nueve meses en esta sede diplomática, sino que en esta oportunidad estamos viviendo en tiempo real un asedio que no tiene precedentes”, expresó Urruchurtu.

– ¿Cómo han enfrentado las represalias que han sufrido con cortes de servicios de electricidad, agua, impedimento para ingresar alimentos?

Magalli Meda: Es muy fuerte porque ya vamos a cumplir tres semanas sin servicio eléctrico. Nosotros no podemos salir, tenemos nueve meses encerrados en esta casa. No podemos salir a buscar agua o salir a buscar una medicina, o luz en alguna parte.

Ha sido muy desgastante, sobre todo en las madrugadas y cuando se les ocurre presentarse armados en camionetas, encapuchados, haciendo ruido como si van a entrar. Esto es un acoso psicológico con el que estamos lidiando con eso. Nos hemos organizado con un equipo sólido en atender no solamente las guardias, los racionamientos y todo lo que involucra estar en una situación de escasez como la que estamos viviendo.

– Estamos en época decembrina donde todos quieren estar en familia. ¿Qué significa estar lejos de sus familiares, cuando ellos también sufren la persecución política?

Omar González: El acoso y hostigamiento ha ido escalando en estos últimos meses. Nunca se nos permitió ni asomar la nariz en las puertas de la sede diplomática. Esto se ha ido agravando con el asedio y prohibición de ingreso de nuestros familiares. Aquí no entra nadie sin la autorización de las policías del régimen de Nicolás Maduro. Ahora ni siquiera trabajadores de mantenimiento de esta edificación, todo está por nuestra cuenta. Lo más grave es el asedio por parte de agentes de seguridad, no sólo las alcabalas sino que han convertido al vecindario en madrigueras de centros de espionaje y francotiradores.

El daño espiritual es tremendo por el desarraigo de los hogares, pero además la imposibilidad en esta época decembrina de tener cerca a los familiares. En mi caso, un hombre de 74 años de edad, 53 de casado, sin mi esposa, sin mis hijos ni mis nietos. Esto es parte de la tortura que estamos recibiendo por luchar por la libertad y la democracia de Venezuela.

Plan de subsistencia

Actualmente están solos en la sede diplomática debido a que el personal que allí labora está de vacaciones colectivas.

“Es complicado de narrar pero es delicado. Hoy uno de ellos está preso. Fue buscado a las 5:00 de la tarde del viernes y hasta ahora no se sabe ni siquiera dónde está. Es parte de la amenaza constante que le hacen a los empleados que han sido valientes y responsables con sus funciones”, expresó Meda.

 

“Para nosotros es importante transmitirles lo que está pasando, porque además necesitamos de mucha ayuda. De alguna manera el régimen ha decidido usar esta embajada como un mecanismo de coacción y presión ante todo lo que ellos sienten que puede vulnerar su posibilidad de mantenerse en el poder”, Magalli Meda

 

Sumado a esa zozobra, Urruchurtu destacó que les ha tocado implementar un fuerte plan de racionamiento ante la falta de acceso a servicios básicos como el agua. “Eso afecta nuestra dinámica diaria pero es la única manera de garantizar de nosotros tener electricidad y agua algunas horas del días, y los alimentos y víveres necesarios para poder cubrir nuestra alimentación”.

Meda aclaró que no hablaron antes de su situación por respeto a las vocerías diplomáticas en pro de un proceso de negociación por sus salvoconductos. Sin embargo, ahora ven una aceleración en el proceso de conculcación de sus derechos humanos. “Es una urgencia que pare esta situación de control y persecución”.

Esta escalada incluye la presencia de francotiradores en los alrededores de la sede diplomática, lo cual enciende las alarmas.

Incertidumbre

En relación sobre qué viene después, es una pregunta que también se hacen. No dudan del compromiso democrático de los países que los apoyan, pero admiten que la situación obliga a una mayor coordinación y acción “antes de que sea muy tarde”.

Además de su propia rutina, a los seis asilados les ha tocado repartirse responsabilidades, algunos escriben sus memorias, pintan o hacen ejercicio para pasar el día, además del trabajo que hacen en torno a la actividad política. “Después del 29 todo ha sido muy doloroso”, expresó Meda, quien también reconoció la labor hecha por testigos de mesa, hoy también perseguidos o siendo presos políticos.

 

“En esta etapa en particular creo que lo importante es dar el sentido de emergencia que estamos enfrentando. Ya no son solo nueve meses en esta sede diplomática, sino que en esta oportunidad estamos viviendo en tiempo real un asedio que no tiene precedente”, Pedro Urruchurtu

 

González aprovechó para agradecer el contacto con medios de comunicación y poder alzar la voz por los dos mil presos políticos en el contexto postelectoral, incluyendo mujeres y menores de edad.

“Ni hablar de los que han perecido, algunos de los cuales podemos señalar, porque los conocimos, como lo son los dos compañeros de Apure que cayeron en esta aspiración de los venezolanos por la libertad. Y recientemente en Aragua de Barcelona, un joven que le decíamos Manolín que por ser testigo electoral, muere en manos del Estado,  y Jesús Rafael Álvarez, que es de Anaco pero vivía en El Callao, estado Bolívar, donde tuve la oportunidad de ser gobernador, también pereció en manos del Estado”, expuso González.

Insistieron en que los gobiernos de Milei y Lula puedan hacer las gestiones necesarias e inmediatas para la negociación de salvoconductos de salida, frente a las acciones que pone en riesgo sus vidas con el uso de instituciones del Estado para negarles servicios básicos y vulnerar sus derechos humanos.

Además de Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Omar González, también permanecen en asilo Claudia Macero y Humberto Villalobos, todos de Vente Venezuela; y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática.